En pleno corazón de Valladolid se encuentra el Campo Grande, la zona verde favorita de los ciudadanos y visitantes. No es Versalles, pero será el jardín encargado de devolverte al siglo XVIII, momento en el que fue creado. Presenta una curiosa forma triangular y está limitado por la Acera Recoletos, el Paseo de los Filipinos y el Paseo Zorrilla.
Este emblemático lugar cuenta con más de once hectáreas de terreno llenas de 250 especies vegetales y 40 especies animales. A mayores, tiene una gran cascada y un precioso estanque por el que puedes navegar, en un pequeño barco, mientras te cuentan la famosa leyenda del recinto.
Junto a la entrada se encuentra el gran escudo floral de la ciudad, que conforma todo un alarde de mosaicultura jardinera. Una primera pincelada de lo que vas a encontrar según cruzas la verja que te adentra en el impresionante parque botánico de la ciudad.
Atractivos del Campo Grande
La cultura no puede faltar. Escondidas dentro del entramadado que recorre el parque, se ubican una serie de esculturas que rinden homenaje a personajes ilustres de la ciudad como Miguel Íscar, Leopoldo Cano o Rosa Chacel, entre otros.
Pero no solo eso, sino que si algo llama especialmente la atención es la abundante población avícola que existe y los curiosos habitantes que tiene: las ardillas y el animal estrella, los pavos reales.
Estos últimos aparecieron a finales de 1930 como un regalo de una pareja y, desde entonces, ponen color al gran parque de la capital. Diversión no falta, y las ardillas están completamente adecuadas al recinto. Se acercan, les puedes dar de comer y se te suben por los brazos. Pasa igual con los pavos reales, que pese a ser un poco más reacios a acercarse a la gente, también vienen si tienes algo para darles de comer.
Además, este jardín botánico tiene la Fuente de la Fama que fue creada como un homenaje a Miguel Íscar, exalcalde de Valladolid. Está formada por un pilón y sobre él, una alegoría en bronce de la Fama.
Sumado a todo esto, también está la Pérgola, un espacio abierto en el que se dan conciertos de música y baile o la Fuente del Cisne, una de las más bonitas del lugar. En el centro de la misma, está un macizo que simula la forma de un jardín del que surgen seis sirenas que sostienen en sus manos a peces que lanzan chorros de agua. En su parte superior, la figura del cisne, que es la encargada de dar nombre a esta fuente. Sin olvidarnos de que cuenta con una Biblioteca Municipal abierta a todo el que desee obtener un libro y sumergirse en sus páginas mientras está en un banco a la sombra.
Secretos del jardín botánico
Los secretos que alberga el Campo Grande son muchos. En 1880, Valladolid recibió estalactitas y estalagmitas de Atapuerca para formar una cueva perfecta. Captaba la atención de los que pasaban por allí, pero tristemente tuvo que ser cerraba por el riesgo de posibles desprendimientos.
Asimismo, algo que quizá sorprenda mucho es que en los años 80 hubo un par de ciervos en el recinto. Se tuvieron que marchar ya que, como es lógico, no se adaptaban a las condiciones de vida que la casa de campo de Valladolid les ofrecía.
El Campo Grande es el lugar ideal para dar un paseo y relajarse después de pasar el día conociendo la ciudad. Tanto si viajáis con niños, como si no, el parque os encantará, especialmente durante los calurosos días veraniegos.