La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a once años de prisión a un padre por delito continuado de abusos sexuales durante cinco años a su hija, desde los siete hasta los trece, a quien pidió en repetidas ocasiones que le masturbara y le hiciera felaciones.
Según explica la sentencia, los abusos sexuales tuvieron lugar entre los años 2008 y 2014 y, además de los once años de prisión, se le ha prohibido durante un periodo de 17 años a acercarse a menos de 500 metros de la menor, de su domicilio y centro de estudios y/o trabajo. Además, se prohíbe que pueda comunicarse con O. por cualquier medio.
La sentencia establece como hechos probados que, entre 2008 y 2014, F. practicó actos sexuales a su hija desde los 7 años, prácticas a la que la menor accedió "por tratarse de su padre", según recoge el texto. Tras 5 años de abusos continuados, la menor de 13 años rehusó de continuar con estas prácticas.
Si bien, en 2019, se establece que, estando de vacaciones, el acusado pidió a la menor que se ducharan juntos, cosa a la que la víctima se negó. Ese mismo año se dictó un auto en el que se acordaba que, durante la tramitación de esta causa, F. tendría prohibido acercarse a la menor a menos de 500 metros, así como cualquier tipo de comunicación con ella. Sin embargo, a mediados del año 2020, F. manifestó que mataría a la pareja de su hija mientras cogía un cuchillo.
Una vez cumplida la condena, el acusado deberá someterse a libertad vigilada por un periodo de siete años y también a indemnizar con 8.000 euros por daños morales, así como las costas correspondientes a la acusación particular. Si bien, a F. se le absuelve del delito de amenazas del que había sido acusado.