“Sabíamos que la vida en el desierto era dura, pero no esperábamos que lo fuera tanto”. Con una sonrisa cansada, mucha ilusión y esas palabras, el dibujante Raúl Allén condensa las sensaciones que le envuelven, a él y a la también vallisoletana Patricia Martín, en vísperas de que vea la luz la traducción al castellano de ‘Muad’Dib’, el segundo tomo de la ambiciosa adaptación de ‘Dune’, de Frank Herbert, a la novela gráfica que emprendieron hace justo tres años, en el verano de 2019, antes de la irrupción de la pandemia.
El próximo viernes, 26 de agosto, llegará a las librerías españolas esta nueva entrega de la mano de Norma Editorial, apenas dos semanas después de su lanzamiento mundial en el mercado estadounidense, donde la acogida por el momento no ha podido ser mejor. Un compañero tan prestigioso como Alex Ross (ganador de diez premios Eisner y once Harvey), por ejemplo, se ha entusiasmado con su trabajo (alaba el “estilo innovador y elegante que demuestra hasta dónde pueden llegar las novelas gráficas”) y ha llegado a asegurar que esta obra le recuerda por momentos a Winsor McCay (‘Little Nemo in Slumberland’, ‘Gertie the Dinosaur’), algo que Allén considera “un piropo muy bonito”. Habrá que esperar a la primavera de 2024 para que vea la luz el tercer y último tomo de este tríptico colosal, que en más de medio millar de páginas en total condensará en viñetas la novela de ciencia ficción más vendida de la historia.
Patricia toma la palabra para reconocer que en el largo viaje que están realizando por las arenosas tierras de Arrakis “ha habido muchos altibajos” en el estado anímico de ambos creadores, ya que se trata de “un proyecto muy muy largo”. “Lo coges con muchas ganas y te puedes ir desinflando, luego te vuelves a subir a la montaña rusa, bajas… Depende de tantos factores que ya no es solo dibujar y colorear. Tienes que lidiar con los editores, con los escritores [Brian Herbert, hijo del autor de la novela original, y Kevin J. Anderson, experto en el legado de Dune desde hace décadas], la promoción, otros proyectos paralelos… Al final los sinsabores se olvidan cuando te sumerges en un proceso de promoción como el que ahora emprendemos con el segundo libro”, explica.
No en vano, a comienzos de septiembre los dos viajarán a Atlanta para participar durante cinco días en DragonCon, una de las convenciones de cómic más importantes de Estados Unidos. “Echamos mucho de menos la promoción cuando apareció el primer libro. La pandemia lo paró todo y viene bien poder sentir de primera mano la reacción de la gente”, asegura Raúl, mientras Patricia le completa: “Con cada libro estamos casi año y medio sin dar señales de vida en el mercado en el que trabajamos, y de alguna manera es como si fuéramos invisibles. Eso hace que te sientas muy solo en el camino”.
Crescendo de emociones
Ahora, los dos afrontan “muy ilusionados” el lanzamiento de esta segunda entrega, un libro que sienten mucho más suyo, después de que el trabajo para cerrar la primera entrega estuviera rodeado de todo tipo de adversidades: menor plazo de entrega (nueve meses frente a los catorce de que han dispuesto en esta ocasión), la irrupción del coronavirus (que tuvo a ambos noqueados durante un mes)…
Además, el tono y la narrativa de este nuevo volumen les ha permitido dar rienda suelta a su creatividad, liberándoles del rígido corsé argumental que les ceñía en el primer acto, cuando era imprescindible establecer la presentación de los personajes, las dinastías de cada planeta y las luchas políticas entre ellos. “Había muchísimos bocadillos y texto, y eso en cierto modo nos ataba a la hora de establecer un diseño de páginas y una planificación más suelta”, resuelve Patricia.
Ahora, tras las conspiraciones, traiciones y guerras de poder que los lectores pudieron disfrutar en la primera entrega, la segunda recorre la transformación de Paul Atreides en Muad’Dib, y el tránsito de su madre Jessica hasta convertirse en reverenda madre de la Hermandad Bene Gesserit. “Su viaje es exterior e interior a la vez. Los dos recorren Arrakis hasta que son aceptados y considerados como ejes fundamentales de la cultura fremen, y a la vez realizan un viaje interior porque en ese nuevo planeta descubren cosas de ellos mismos que hasta entonces desconocían”, señala Patricia.
Para reflejar ese recorrido vital, han optado por plantear muchas páginas sin viñetas, con dibujos a página completa y una cuidada composición interior, con los que logran plasmar la “grandeza visual del escenario”, a través de una estructura narrativa “mucho más flexible y orgánica”. “Se rompe la geometría de la cuadrícula y entran elementos mucho más visuales y composiciones más dinámicas y casi surrealistas”, relata Raúl. Además, la acción irrumpe en el relato y se convierte en un eje clave, al mismo tiempo que la mística, que apenas se esbozaba en el número anterior, se abre camino y encontrará su culminación en la última entrega, que llevará por título ‘El profeta’. “El tercer número será una locura total”, adelanta Patricia, mientras Raúl asegura que la progresión hasta el desenlace será “bastante fuerte”.
En esta ocasión, como ya sucedió en la anterior, han echado mano de dos colaboradores también vallisoletanos como ellos, Jesús R. Pastrana y Mónica Jaspe Garfia, a quienes conocieron a través de otro cómplice del primer tomo, David Astruga. “Jesús ha hecho sobre todo fondos y también algún diseño. Es muy versátil y tiene un sentido épico que nos viene genial porque nos complementa muy bien, nosotros somos como más íntimos”, señala Raúl. Sobre Mónica, Patricia explica que les ha ayudado “con el color final y a crear atmósferas a través del uso de las luces y las sombras”.
Uno de los objetivos del proyecto era acercar la novela a las nuevas generaciones. Según confiesan, sienten que están en la buena senda para alcanzar ese reto. “Todas las críticas dicen que es una adaptación bastante fiel, que a alguien que no conozca previamente el universo Dune le permite adentrarse en él de una manera bastante fácil, pese a toda la complejidad que tiene. Yo creo que se ha conseguido cerrar un círculo que era bastante difícil: que la familia estuviera satisfecha, que los fans estuvieran contentos, que nosotros nos sintiéramos representados y que la editorial estuviera orgullosa del resultado”, completa Patricia.