Valladolid es una ciudad en la que la gastronomía se disfruta. No en vano es la sede, ya consolidada, del Campeonato Nacional y también del Mundial de Pinchos que se celebra cada año en la Cúpula del Milenio. Por la capital del Pisuerga pasan los mejores cocineros del mundo que encumbran el potencial de la cocina del que disfrutan vecinos y forasteros que visitan la ciudad.

Los establecimientos hosteleros del lugar se esmeran en confeccionar cartas, sobre todo de pinchos, que atraigan a los potenciales comensales. Primero por el sabor y segundo por sus nombres que despiertan la curiosidad de muchos, algo clave para atraer primero y para fidelizar después a las personas que hasta allí lleguen.

El ESPAÑOL de Castilla y León visita Los Zagales, El Jero y La Venta del Fraile, tres establecimientos hosteleros en los que se puede comer bien y donde encontramos alguno de los pinchos con los nombres más curiosos de la ciudad.

Los Zagales: ‘Tigretostón’, ‘Obama en la Casa Blanca’ y ‘Aroma’

Nuestra primera parada es en el Restaurante Los Zagales, situado en la calle Pasión 13 de Valladolid, muy cerca de la Plaza Mayor. Allí nos espera Antonio González García, zaragozano de nacimiento y propietario del lugar desde hace 26 años, ni más ni menos.

Allí podemos degustar un pincho único: el ‘Tigretostón’. “Intentamos realizar, y se consiguió, un símil con el ‘Tigretón’ dulce”, explica. “Está hecho con pan negro de centeno, morcilla, crema de queso y cebolla roja confitada”, añade, en la explicación de un bocado que es ya eterno en la ciudad.

El ‘Obama en la Casa Blanca’ es otro de los pinchos, con curioso nombre, del que podemos disfrutar. “Nos presentamos al Concurso Provincial de Pinchos de Valladolid en las mismas fechas, entre mayo y junio de 2009, en las que se celebraban las elecciones americanas. Nos gustó el slogan “Yes, We Can” e hicimos un homenaje al presidente de Estados Unidos”, confiesa Antonio González García. Se trata de un huevo a baja temperatura con crema de champiñón y patata negra deshidratada.

‘Aroma’. Otra delicia. Un chipirón relleno de cococha de bacalao, salsa de pilpil y vizcaína y aroma de verdejo. “Fue la primera vez que se presentaba un pincho, a nivel nacional, con humo que arrastrara aromas. Ganamos en Valladolid y también en Madrid Fusión”, explica nuestro entrevistado.

El copropietario del conocido restaurante asegura que estas tres elaboraciones de oro y con un nombre curioso “están muy consolidados en el restaurante”. Sobre la situación del negocio añade que “están a tope de trabajo” y que espera que las Fiestas de Valladolid “sirvan de empujón” en un año en el que la normalidad parece que vuelve a las calles pucelanas.

'Tigretostón', 'Obama en la Casa Blanca' y 'Aroma' (de izquierda a derecha) de Los Zagales

El Jero: ‘Messi’, ‘Zapatero’ y ‘Angelillo’

A escasos metros, en la calle Correos 11, se sitúa el Restaurante Jero. Allí nos atiende, amablemente, Raúl Blanco González, vallisoletano de 24 años y que es el dueño del lugar desde el pasado 29 de marzo de 2022. Lo hace atareado, con la barra llena a eso de las 14.00 horas de un plácido día en Valladolid con el sol como protagonista.

Allí podemos degustar un pincho que lleva por nombre: ‘Messi’, un bocado compuesto por majada de aguacate con pimientos del piquillo sobre base de Philadelphia con gamba y ventresca que tiene por encima un majado de gula con curry y cangrejo y cebolla crujiente, que sirve de “homenaje” para el astro argentino.

También está el ‘Zapatero’, una base de Philadelphia con salmón y ventresca y gamba. Además, gelatina de manzana recubierto con una mousse de foie con reducción de Pedro Ximénez y polvo de boletus. “Este lo hicimos por el que fuera presidente del Gobierno”, añade el dueño del Restaurante Jero.

Otro de los pinchos con nombre curioso es el ‘Angelillo’. Con una base de Philadephia, es una mousse de foie con queso envuelta con sésamo negro y pistacho picado. Lleva frambuesa y una confitura de naranja amarga con una teja de almendra artesanal. “Un pincho cuyo nombre es en honor a un jugador del Real Valladolid que venía mucho por aquí”, explica Raúl.

Son de los tres pinchos más queridos por nuestra clientela. Vendemos entre 300 y 400 cada semana. El que lo prueba siempre repite”, asegura el dueño del Jero que explica, en declaraciones a este periódico que “están en un proceso de expansión” ya que “van a abrir un nuevo local al lado de la catedral”. “Esperemos que esté listo en la Semana Santa del año 2023”, finaliza.

El 'Messi', 'Zapatero' y 'Angelillo' (de izquierda a derecha) del Jero

La Venta del Fraile: ‘Capricho de monja’, ‘Huevo de Fraile’ y ‘Picardías’

Nuestro curioso menú finaliza en la calle de San Martín número 8, en ‘La Venta del Fraile’. Allí nos espera Natalia Ortega Viejo, propietaria, junto a su marido, del negocio. Desde hace 32 años lo regenta, antes con su padre. Nos espera con la barra llena. Tres son los curiosos pinchos que nos esperan.

El primero de ellos es el ‘Capricho de Monja’, que se trata de una salchicha roja de carnicería envuelta en masa de pan. El segundo el ‘Huevo de Fraile’, una croqueta con un trocito de huevo cocido por dentro y, por último, las ‘Picardías’ son bolitas de patata con una salsa alioli preparada por el establecimiento hostelero.

“Son nombres irónicos que llaman la atención de nuestros comensales y se trata de los tres pinchos estrella de nuestra carta junto a los bocadillos de huevos fritos. Los tenemos de seis clases y la gente viene mucho para probarlos”, añade Natalia.

Desde La Venta del Fraile apuntan “se van defendiendo”, valorando la situación del sector y que las fiestas de Valladolid pueden “venir bien para dar un empujón al negocio”.

'Capricho de monja', 'Huevo de Fraile' y 'Picardías' (de izquierda a derecha) en La Venta del Fraile

Pinchos únicos, con nombres curiosos en los establecimientos hosteleros de Valladolid.

Noticias relacionadas