El Mercado del Val es un lugar icónico de Valladolid. Se trata del mercado más antiguo de la ciudad y fue construido en 1882 totalmente en hierro, con una planta de 112 metros de longitud y cuya forma es totalmente rectangular.

El proyecto estuvo al mando de Joaquín Ruiz Sierra, que trabajó como arquitecto municipal de la ciudad de Valladolid y fue el encargado de dar forma a los tres mercados de la capital; además de a otras obras como el teatro Zorrilla o el Hospital de Esgueva.

Se alza en la plaza del Val, junto a la iglesia de San Benito el Real. Fue retocado en 1900 cuando se desmontó la gran cúpula central con la que cuenta y en 1982, con motivo de su centenario, se comenzó una de las primeras rehabilitaciones, restaurándolo por completo. 

Mercado del Val

Está inspirado en Les Halles, un barrio de París situado en pleno corazón de la ciudad. Su nombre proviene del antiguo mercado central, que estuvo presente en la zona hasta los años 70 y tiene un enorme parecido con el que alberga en el corazón de Pucela.

En 2014 comenzó el desmantelamiento del interior, quedando en pie la estructura para cometer las obras del edificio. Y en 2016 se inauguró tal y como hoy lo conocemos. Con la remodelación se llenó de puestos de comida y propuestas muy novedosas: charcuterías, pescaderías, encurtidos, fruterías, panaderías, queserías y hasta bares. Son el alma del mercado y ofrecen una amplísima variedad desde los productos más típicos hasta los grandes manjares de otros lugares.

Pese a las modificaciones que ha ido teniendo a lo largo de los años, sigue manteniendo su gran esencia inicial. Es un lugar repleto de turistas y habitantes, que acuden diariamente a comprar los productos más frescos de la ciudad y aprovechan para tomar un aperitivo a media mañana o por la tarde. El establecimiento cuenta, actualmente, con 40 puestos llenos de mucha gastronomía.

Un mercado más que excelente

En el último estudio de la Junta de Castilla y León se ha catalogado al Mercado del Val como “más que excelente” y a los de Plaza España, Las Delicias y El Campillo como “en vías de la excelencia”; así lo ha manifestado la concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, Charo Chávez Muñoz, a este medio de comunicación.

Lo cierto es que los mercados no son obligatorios para las ciudades de más de veinte mil habitantes, sin embargo, “Valladolid siempre se ha hecho cargo de ellos, especialmente en este último mandato”. Si algo enseñó la pandemia fue la importancia de “pensar en el futuro y en el abastecimiento de los productos frescos”. Una crisis sanitaria que ha ayudado a potenciar más, si cabe, este tipo de establecimientos.

El Mercado del Val ofrece de todo: embutidos, gastrobares, frutos secos, carnicería, pescadería, dulces, pan; todo lo que quieras está aquí. “Este sitio es uno de los mejores. Además de todo lo que puedes encontrar, ofrece reparto a domicilio y no tiene comparación en sus productos con otro tipo de comercios”, asegura la concejala de Desarrollo Económico, Empleo y Comercio.

Productos del Mercado del Val

Cambio de hábitos en la sociedad

Los mercados requieren un cambio de mentalidad en la sociedad. “Ahora mismo estamos viendo algunos problemas como que hay poca ocupación en los puestos porque no existen profesionales, en general en todo el sector. Otro de los inconvenientes es que los hábitos de consumo han cambiado; la mayoría de la gente trabaja por la mañana y el mercado está cerrado por las tardes. Esto es uno de los puntos que estamos trabajando con los empleados”, afirma Charo Chávez.

Lo que necesita este tipo de establecimiento es “dar un salto grande y centrarse más en el cliente”.  En el caso del Mercado del Val ya comienzan a abrir jueves y viernes por la tarde para que las personas puedan acudir a hacer la compra.

El del barrio de La Rondilla nos adelanta que “va a ser espectacular, muy bueno”. Y para el de Las Delicias están pensado en darle “un cambio importante al modelo, quizá más enfocado a lo internacional”.

Como vemos, los mercados lo tienen ya todo, solo falta que “la gente se anime más y acuda allí a comprar”. Esto solo se conseguirá poco a poco “con un cambio de mentalidad y, sobre todo, de hábitos”.