El espeluznante relato de Alberto Lorenzo tras su grave cogida en Íscar: “He vuelto a nacer”
El corredor zamorano recibió, el pasado 7 de agosto, dos cornadas en el encierro de las Fiestas Populares de Íscar que le hicieron ingresar en el Hospital Clínico de Valladolid en estado muy grave
25 agosto, 2022 07:00Noticias relacionadas
“Soy consciente de que he vuelto a nacer tras la cogida en Íscar. Por lo que me han dicho tanto los médicos, como las personas de mi entorno. La gente se ha volcado conmigo, incluso a nivel nacional y es algo por lo que estaré eternamente agradecido”, confiesa emocionado a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, Alberto Lorenzo Colinas.
Zamorano. Concretamente de Benavente. De 39 años. Trabaja en el Hospital Comarcal de su municipio, pero su auténtica pasión son los toros “desde siempre”, como él mismo asegura. “Mi vida es entrenar, hacer deporte. El gimnasio, la bici… todo con el fin de llegar a la temporada de encierros lo mejor posible. Es una afición dura, pero muy gratificante”, apunta nuestro entrevistado.
Alberto sufrió el pasado domingo, 7 de agosto, una grave cogida en el encierro de las Fiestas Populares de Íscar que dejó con el corazón en un puño a muchos tras las malas experiencias que, este año, tiene la provincia de Valladolid con los dos fallecidos en La Seca. Por suerte, este amante y defensor del ‘Toro Enmaromado’ de Benavente y de la Fiesta de Chiva en Valencia, como de todos los toros de cuerda a nivel nacional puede contarlo y lucha por recuperarse para volver, de nuevo, al ruedo. Eso sí, más fuerte que nunca.
Dos graves cogidas y once días en el Hospital Clínico de Valladolid
“Recuerdo tener un pequeño fallo en la pierna y sufrir un resbalón que me influyó a la hora de marcar el quiebro y me vi cogido. Por lo que hablé con médicos y demás, el cuerpo humano cuando sufre un dolor tan fuerte desconecta. Entré en shock y volví en mí cuando estaba entrando al callejón. Estaba débil tras perder mucha sangre. Me llevaron los pastores de allí, amigos: El Rubio y Javi Paraguas y más gente a los que estaré eternamente agradecido”, relata este amante del toro.
Todo en ese fatídico y, para el olvido ya, 7 de agosto. En las Fiestas Populares de Íscar. Dos cornadas. Una que en la pierna en la que el pitón entra por el vasto interno atravesando plenamente hasta llegar al glúteo y una segunda en la axila que le provocó la rotura de varias costillas generándole un politraumatismo pulmonar y un neumotórax en el pulmón derecho.
El equipo quirúrgico le intervino y estabilizó en el lugar y, de ahí, al Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Allí ha estado desde ese 7 de agosto, hasta el 18 del mismo mes. “Iba a ingresar en la UVI, pero me derivaron a la REA (sala de reanimación) y fui directo a operar. Salí entubado y empecé a tomar conciencia de lo que había pasado”.
Nuestro entrevistado quiere agradecer a todos los profesionales que trabajan en el hospital vallisoletano “el trato que le han dado”. Desde el equipo de REA, pasando por enfermeros auxiliares, hasta celadores. Todos le facilitaron que su estancia, tras la grave cogida, fuera lo más llevadera posible.
“Estuve desde el 7 al 13 de agosto en la REA. Ese día pasé a planta hasta el 18 que me dieron el alta. En la habitación lo pasé muy mal. Había estado con medicación fuerte, con Fentanilo. Perdí el apetito y sentía dolores. Todo me molestaba esos días. No quería visitas ni ver a nadie. Fue muy duro”, añade el herido.
Su mayor felicidad
“El toro es parte de mi vida. Me da mucho. Disfruto mucho corriendo con mis amigos. Disfruto corriendo con ellos. Es mi mayor felicidad. Me preparo cada año para llegar al cien por cien a citas marcadas como son Íscar, Cuéllar, San Sebastián de los Reyes o Pamplona. Llevo corriendo toda la vida, sin rivalidad, con el único objetivo de superarme a mí mismo”, cuenta Alberto Lorenzo.
Nuestro protagonista pasa por ser el ‘alma mater’ del Toro Enmaromado de Benavente. Además, un gran embajador. Siempre que tiene la oportunidad “intenta decir que es un evento más social que taurino”. Su objetivo es el de “dejar en un lugar bien alto tanto al municipio en el que nació como a la fiesta” que se celebra cada año en el mes de juniog dentro del pueblo zamorano.
Su especialidad es el toro de cuerda. Chiva, en Valencia, está marcado siempre en su calendario, aunque en esta ocasión no ha podido acudir por la cogida. “Es el arte que mejor se me da. Soy conocido a nivel nacional y allí me tienen aprecio. Llevo yendo casi 20 años. Empecé como forastero, pero ahora soy uno más”, afirma.
El año que viene seguro que le reciben con más ganas todavía y con los brazos abiertos y en el evento benaventano tendrá un gran reconocimiento por parte de los participantes tras el gran susto.
Rehabilitarse sin secuelas
“Mi objetivo principal pasa por rehabilitarme cuanto antes. Por suerte, me han comunicado que no me van a quedar secuelas por lo que quiero empezar a entrenar cuanto antes. Amo tanto a este animal que me juego la vida por él. Si no nos la jugáramos, estos eventos no existirían”, afirma el corredor.
Alberto Lorenzo Colinas lanza un llamamiento tras lo que le ha ocurrido a él tras las grabaciones de su cogida. “Es lamentable que se grabe. Por respeto a mi familia. Que te filmen cuan tu vida pende de un hilo es muy duro. Aún no he sido capaz de enfrentarme a las imágenes”, asegura, y tiene un emotivo recuerdo para Alicia y Antonio López Yusto ‘Ceru’, los que le acompañaron ese día al encierro: “Me destrozó que me vieran en la enfermería, casi yéndome. Quiero agradecerles todo a ellos y a los que se han volcado conmigo”, añade emocionado.
Para finalizar, y tras un verano duro con fallecidos en Castilla y León en los festejos taurinos, Alberto Lorenzo quiere lanzar un mensaje de concienciación para defender que “ponerse delante de un animal es más que un simple juego” por lo que llama a la responsabilidad individual de cada uno ya que “te juegas la vida”.
Este valiente zamorano se recupera ya para volver con más fuerza que nunca a ponerse delante de un toro. Esa es su auténtica pasión.