De un depósito de locomotoras a un Museo del Transporte en Valladolid

El concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, y el concejal de Planificación y Recursos, Pedro Herrero, han asistido a la inauguración de la XXX edición de la Exposición Ferroviaria ASVAFER, con el presidente de la Asociación, Eugenio Moreno, y un nutrido grupo de representantes de la entidad y distintos miembros de la Corporación Municipal. Es una de las citas tradicionales de las Ferias y Fiestas de Valladolid que se celebra este año, además, coincidiendo con el cuadragésimo aniversario de la fundación de la Asociación Vallisoletana de Amigos del Ferrocarril.

La muestra podrá visitarse del 3 al 11 de septiembre en la Estación de la Esperanza de Valladolid, sin servicio de viajeros desde hace más de 35 años, y en ella podrán verse:

-El Parque de Modelismo Tripulado donde tenemos un circuito con un ancho de vía de 7"1/4 (184 mm.) por donde circula un pequeño tren que hace las delicias de los niños.

-Simulador de conducción de una locomotora de la serie. 252 de RENFE

-Múltiples maquetas de diversas escalas donde todos los visitantes disfrutaron de reproducciones de diferentes tipos de paisajes con multitud de trenes circulando por ellos.

-Gran maqueta del conocido como Tren Burra” en que se representa este Patrimonio Ferroviario ya desaparecido. Este pequeño ferrocarril unía Medina de Rioseco con Valladolid pasando sus vías por importantes calles como el Paseo Zorrilla

-Gran maqueta digital de más de 12 metros de largo reproduciendo la zona ferroviaria de Valladolid representando entre otras cosas, la estación de Campo Grande o del Norte, con su marquesina, el Depósito de Locomotoras o la Estación de la Esperanza, sede de la exposición.

-La Furgoneta del Correo, totalmente restaurada. Esta furgoneta con matrícula VA-839, se empleaba para comunicar la Estación de Ferrocarril de Medina del Campo con el centro urbano y el Balneario Palacio de Salinas, que está a unos 5 km. de la población. También servía para transportar el correo. Se empleó para estos propósitos entre los años 20 y 50 del siglo XX.

-Museo ferroviario con todo tipo de objetos (señales, herramientas, etc.)

Por la entrada se solicitará un donativo de 3 €. La única finalidad de estos donativos será mantener y mejorar la exposición para ediciones sucesivas. En la entrada de los niños con estatura inferior a 1,30 metros se incluye un viaje en el circuito de modelismo tripulado; los viajes sucesivos tendrán el coste de 1 €. Si algún niño de corta edad precisa la compañía de un adulto para viajar, el viaje del acompañante tendrá ese mismo coste.

Tras la presentación, se han entregado los “Premios Arco de Ladrillo”. Uno de ellos ha sido concedido al Museo de la Ciencia de Valladolid por su contribución a la divulgación de la historia y la técnica del ferrocarril.

El acto ha servido también como marco para dar a conocer también la restauración de la locomotora diésel ALCO 2100 y la propuesta de la Asociación de crear un Museo del Transporte

En cuanto a la locomotora diésel ALCO 2100, desde ASVAFER han explicado que esta máquina les fue cedida en 2017. La restauración ha sido tanto estética como funcional, y ahora el vehículo tienen la capacidad de poder circular por sus propios medios.

Esta locomotora histórica forma parte de una colección de 28 vehículos ferroviarios, o relacionados con el ferrocarril, preservada por ASVAFER y que supone un importante patrimonio histórico para la ciudad de Valladolid.

La restauración de dicha colección ha sido posible gracias a más de 25 años de trabajo del voluntariado de ASVAFER y, como señalan, aún queda mucho trabajo de recuperación por hacer.

Por otra parte, desde ASVAFER se ha propuesto emplear a medio plazo el Depósito de Locomotoras y su entorno como Museo del Transporte para conseguir los siguientes objetivos:

Garantizar la conservación del conjunto de edificios ferroviarios históricos de Valladolid, algunos de ellos con más de siglo y medio de antigüedad.
Conservar el patrimonio ferroviario constituido por 28 vehículos históricos actualmente a cargo de ASVAFER.

Permitir la continuidad del taller de restauración del material ferroviario, donde a lo largo de más de 25 años se vienen invirtiendo del orden de 4.000 horas de trabajo de voluntariado.

Facilitar, con acciones intermedias sin inversión pública, la consolidación de nuestra propuesta a término que se expone al final.

Se trataría de un trabajo que, explican, se podría desarrollar por fases:

La fase previa, a la espera de la restauración del Depósito de Locomotoras, consiste en el traslado de la colección de vehículos, que ahora se guardan en dicho depósito, a una de las naves de los antiguos talleres de Renfe.

La primera fase radica en la exhibición pública de los vehículos históricos restaurados de la colección, siguiendo el modelo expositivo empleado con gran éxito desde hace mucho tiempo por ASVAFER en su Exposición Ferroviaria anual.

Para ello se recibiría a los visitantes en la calle Santa Fe y se habilitaría una corta línea ferroviaria para que suban a un pequeño tren que los llevaría directamente a la nave donde estarían expuestos los vehículos ya restaurados (ver imagen).

La segunda fase consiste en el traslado del taller de restauración del material ferroviario histórico a alguna de las naves de los antiguos talleres de Renfe, donde los vehículos ferroviarios históricos puedan seguirse restaurando.

La tercera y última fase trataría de dar contenido al Depósito de Locomotoras y su entorno ubicando allí un Museo del Transporte, ya que no hay ninguna ciudad en España históricamente tan ligada al transporte como la nuestra en sus diferentes facetas:

Ferroviaria, por la localización en Valladolid desde hace más de siglo y medio de los Talleres del Ferrocarril.

Automovilística, dada la situación en Valladolid de varias empresas del sector.
Fluvial, cronológicamente anterior a los demás, por coincidir en Valladolid el Canal de Castilla y el Canal del Duero.

La implantación de esta propuesta no debería depender exclusivamente del mundo asociativo y voluntariado. El planteamiento es colaborar con otras instituciones, sean públicas o privadas, que, bien a través de una fundación, o siguiendo el modelo que se considere oportuno, permita el mejor desarrollo, del conjunto propuesto.

Los ejemplos de desarrollo del espacio expositivo al público de ASVAFER en la estación de La Esperanza a lo largo de treinta años (solo interrumpidos por la pandemia) por un lado, y la labor del taller de restauración en Campo Grande, por otro, son garantía de una colaboración y asistencia eficaces para el fin que se pretende.