La celebración del Toro de la Vega, en la localidad vallisoletana de Tordesillas, ha provocado en los últimos años un acalorado debate entre defensores y detractores. Lo hemos podido comprobar, sin ir más lejos, en la última semana. Pacma presentaba el martes más de 70.000 firmas en contra del festejo que iba a celebrar este martes, 13 de septiembre, por las calles del pueblo. Un día antes, el lunes, Vox llevaba al pleno municipal una moción para volver a celebrar el evento de forma tradicional, dando muerte al toro, a pesar del Decreto Ley 2/2016, de 19 de mayo, que prohíbe la muerte de las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos y tradicionales en Castilla y León.
Todo cambió desde ese año. “Debido a una decisión caciquil por parte de los políticos no tenemos un Torneo del Toro de la Vega íntegro”, confiesa en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León el presidente del Patronato del Toro de la Vega, Enrique Carnero, tras la decisión.
Tal y como lo define el Ayuntamiento de Tordesillas, el Toro de la Vega es “un rito cultural ancestral, en el que hombres y mujeres se enfrentan, libre y voluntariamente”, a un toro. Se suelta al animal, previamente seleccionado (este año se llamaba ‘Manjar’), cerca de la plaza del pueblo, y la multitud le guiaba hasta la vega del río Duero, fuera de la localidad, donde antes comenzaba el “torneo”.
Este jueves, 8 de septiembre de 2022, se avivaba aún más la polémica cuando conocíamos que el Gobierno presentaba un escrito ante la Fiscalía General de Medio Ambiente para instar a la suspensión del Toro de la Vega de este año, que se iba a desarrollar el próximo martes. Defendían que las nuevas condiciones del torneo iban a provocar que se produjera un delito de maltrato animal al permitirse clavar hasta siete divisas, dejándolo gravemente herido.
Del Gobierno a la Fiscalía
La iniciativa de la suspensión del festejo, que conocíamos este jueves, surgía del Ministerio de Derechos Sociales que dirige Ione Belarra. Fue registrada ese mismo día por la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge, y el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres.
Verstrynge, en declaraciones a los medios de comunicación denunciaba que “no se puede seguir maltratando de esta manera tan sádica a los toros”. Reclamaba, por ello, que la Fiscalía procediera, apenas seis días antes, a la paralización del festejo con medidas cautelares, para “proteger” al animal.
“Entendemos que no hay resolución de ningún juez y que el torneo se va a celebrar. No comprendemos las razones legales por las que el Gobierno presenta este tipo de recurso para paralizar un evento que es parte de la cultura de este país”, aseguraba el presidente del Patronato del Toro de la Vega, Enrique Carnero, ese mismo día.
Añadía además que Tordesillas y su Ayuntamiento “habían adaptado la Ordenanza para ajustarse al “decretazo” de 2016 y cumplía todas las condiciones legales que exige el reglamento de festejos taurinos populares de Castilla y León en su declaración de festejo taurino tradicional”.
El presidente del Patronato era duro ese día con el Gobierno y en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León añadía que “debido a que son un blanco fácil, tanto la tauromaquia en general como el Torneo del Toro de la Vega en particular” son utilizados como “bomba de humo” para “tapar todos los problemas que tenemos en España”.
“Prohíben y no legislan. ¿De verdad el Torneo del Toro de la Vega y Tordesillas tienen que estar llenando horas de radio, de televisión y páginas en los periódicos con la que tenemos encima? ¿No hay nada más importante que solucionar, como la crisis económica, energética y social que tenemos que prohibir un torneo y una parte de la tauromaquia?”, se preguntaba Carnero.
El presidente del Patronato del Toro de la Vega apuntaba que “la teoría de la cancelación actual y el legislar por gustos puede convertirse en algo peligroso” y que “todos sufriremos sus consecuencias”.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León tumba el festejo
El viernes, 9 de septiembre de 2022, iba a ser otro día clave en la historia del festejo taurino por excelencia de Tordesillas. El fiscal de Sala de Medio Ambiente, Antonio Vercher, comunicaba al Ministerio de Derechos Sociales que “no procedía la suspensión cautelar del Toro de la Vega en Tordesillas el próximo martes, 13 de septiembre”. “No existen indicios de la comisión de delito alguno”, aseguraba la Fiscalía. Sin embargo, pocas horas más tarde todo iba a cambiar.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) accedía a la petición solicitada por Pacma y acordaba la suspensión cautelar de las nuevas bases reguladoras del Ayuntamiento de Tordesillas para el desarrollo del torneo. La Justicia prohibía, entre otras cosas, herir al animal.
El Alto Tribunal suspendía, además, la ejecutividad de la Orden de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, publicada en el BOCyL del 29 de julio, que declaraba la conformidad de la adaptación de las bases del espectáculo taurino a lo previsto en el Decreto Ley de 2016 por el que se prohibía la muerte de las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos de Castilla y León. Otro cauce judicial diferente al abierto por la reclamación de la Dirección General de Derechos de los Animales a la Fiscalía.
Una larga historia
Antonio María Stolle compuso, en el año 1956, un romance que hablaba sobre el Toro de la Vega. Son incontables los documentos, tradiciones y leyendas que rodean a un evento que cuenta con más de ocho siglos de historia. Que fue declarado Fiesta de Interés Turístico en 1980 y Espectáculo Taurino en 1999.
Tordesillas tiene un toro que de la vega se llama, porque se mata en la vega de la estepa castellana. Un martes entre los martes, el toro sale a la plaza, los gritos se hacen silencio, los nervios rompen su calma. ¡Ay torito de la Vega que embistes con tanta saña, que tienes juncos por patas y por cuernos espadañas!, rezan los primeros versos del romance.
El Torneo del Toro de la Vega escribió su último capítulo en el año 2015. En 2016 el Decreto Ley 2/2016, de 19 de mayo, prohibía la muerte de las reses de lidia en presencia de público en los espectáculos taurinos y tradicionales en Castilla y León. Fin a un espectáculo de origen medieval. Para entenderlo todo tenemos que viajar cientos de años atrás, al 1353, cuando Pedro I de Castilla, según los historiadores, con motivo del nacimiento de su hija Isabel, decidió sacar los espectáculos taurinos de los cosos al aire libre. La primera referencia de toros en la vega data de 1534 y se encuentra en Libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas, donde se dice: “…hubo festejos de toros, con dos toros a la Vega por la mañana y seis por la tarde…” Desde entonces, y hasta su final, poco había cambiado una tradición que para la mayoría de los tordesillanos era considerada como un auténtico ritual.
“Me encontraba trabajando y con el móvil en la taquilla cuando anunciaron el Decreto Ley. Tuve cerca de 1.000 whatsapps. Pensaba, en un primer momento, que era una broma, pero rápido comenzamos a buscar soluciones”, confiesa el presidente del Patronato del Toro de la Vega, tras conocer la noticia hace ya años.
Todo cambió desde 2016
“La prohibición del Torneo del Toro de la Vega supuso arrancar un rito antropológico único. Era patrimonio cultural, histórico y económico. Poseía singularidad y daba sentido a muchas cosas. Las imposiciones contra las raíces no son sencillas”, añade Enrique Carnero.
Nuestro entrevistado asegura que “desde la cena del lunes comenzaban los nervios por ver como saldría el toro”. Al llegar las 11 de la mañana, del martes, los nervios volvían. “El mismo día, durante el festejo, el corazón se paraba durante unos segundos. Es pasión pura. El Torneo del Toro de la Vega era la adquisición de bienes inmateriales y estos te llenan mucho más que los materiales”, confiesa Enrique Carnero con emoción.
Desde los años 80 el toro salía de la calle San Antolín, atravesaba la empedrada y cruzaba el puente que descansa sobre el Duero para llegar finalmente al Prado de Zapardiel. Al llegar a la zona de torneo, señalada por una bandera, sonaba una segunda bomba real para avisar de que el cuerpo a cuerpo iba a arrancar.
Caballistas y lanceros tomaban el relevo a los aficionados que quedaban esperando en el pueblo. El torneo se disputaba en la vega tordesillana, a campo abierto y sin defensa. Si el toro alcanzaba los límites establecidos era indultado. Hecho que solo se produjo en dos ocasiones, en el 1993 y 1995 con ‘Bonito’ y ‘Presumido’, respectivamente.
El último morlaco protagonista del torneo fue ‘Rompesuelas’, de 640 kilos y seis años de edad, en el 2015, poniendo punto y final a un “rito cultural ancestral”, como lo definen en el pueblo.
Las épocas de mayor esplendor se produjeron entre los años 50 y 80, pero a partir del año 2000, la presión social y el rechazo derivaron en ese Decreto Ley del año 2016. En marzo de 2019, el Tribunal Supremo ratificaba la sentencia y la celebración del Torneo del Toro de la Vega ponía su punto y final. Tras esto se ha celebrado ‘El Toro de la Peña’, un encierro similar sin dar muerte al animal.
El Ayuntamiento de Tordesillas busca alternativas
“El Toro de la Vega, para Tordesillas, es parte de su raíz, de su identidad. Un patrimonio cultural, histórico, único y singular. Al final, como el resto de los festejos dentro de la tauromaquia, tiene una fuerte componente de pasión y resulta complicado de explicar”, confesaba Enrique Carnero, presidente del Patronato del Toro de la Vega, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia del viernes 9 de septiembre de 2022, el Ayuntamiento de Tordesillas celebraba a eso de las 15.00 horas de la tarde de ese mismo día una reunión con los integrantes de las peñas, asociaciones y colectivos para explicar la situación tras el auto del Alto Tribunal que dictaba la paralización cautelar del Torneo del Toro de la Vega.
El consistorio, en palabras de su alcalde, Miguel Ángel Oliveira, aclaraba que “en todo momento se ha llevado un trabajo minucioso, a nivel legislativo y técnico, de la mano de la Junta de Castilla y León, para modificar la ordenanza y adaptarla al Real Decreto, con el mayor respeto a la Ley”. También ha añadido que, desde el 7 de septiembre, la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León dictó una resolución por la que se autorizaba la celebración de espectáculos taurinos populares, dentro de los cuáles se encontraba el Torneo del Toro de la Vega del martes, 13 de septiembre. Algo que han aclarado, ha añadido, porque el TSJCyL estimaba que “no existía” autorización de la administración autonómica.
La nueva regulación del Ayuntamiento de Tordesillas permitía la celebración del festejo tradicional sin dar muerte a la res y estableciendo la imposición de una divisa con un nuevo punzón de 8 centímetros, de los que 3, como máximo, serían destinados al elemento punzante que contaba con una anchura máxima de 16 milímetros, y que evitaba la sangre hacia el exterior. Además, se limita el número de torneantes a cincuenta y el número de divisas que se podían colocar a siete. El vencedor sería el torneante que consiguiera colocar la divisa en la espalda del toro, entre el morrillo y el brazuelo. A continuación, les dejamos la ordenanza completa y con todos los detalles:
ORDENANZA DEL TORNEO DEL TORO DE LA VEGA 2022 EN TORDESILLAS
“Aquí hay más ideología que justicia. La decisión judicial se ha tomado condicionada por la presión mediática y política”, añadía el primer edil de Tordesillas, que apuntillaba que “con la denuncia de Pacma se ha tratado de hacer el mayor daño posible, sabiendo que con los cinco días que les dan para recurrir les quitan cualquier oportunidad de realizar las celebraciones taurinas de este año con normalidad”.
El alcalde de un municipio vallisoletano con amplia tradición, tanto histórica, cultural como taurina, ha confesado que “en todo momento han intentado conjugar las tradiciones con la legislación vigente” y que “no han hecho otra cosa que trabajar para cumplir con las normas, solicitando todos los permisos y haciendo todo correctamente, siempre en contacto con distintas instituciones y colectivos y atendiendo a todas las alegaciones”. “Hemos cumplido con todas las exigencias y creemos que el marco legal debería ser igual para todos, pero es lamentable que la presión mediática e ideológica influyan en las decisiones judiciales”, ha finalizado.
El Ayuntamiento de Tordesillas va a acelerar, como ha asegurado este viernes, los trámites para que el Torneo del Toro de la Vega pueda categorizarse como Festejo Popular para mantener la celebración estas Fiestas de la Peña, que arrancaron el jueves, 8 de septiembre. “Se buscará una alternativa viable dados los plazos con los que cuenta el Consistorio en este proceso”, finalizan desde el consistorio tordesillano.
El Toro de la Vega ha escrito otra importante página en su historia con todos los acontecimientos y decisiones que se han desarrollado a lo largo de esta semana. Mientras tanto el toro que iba a ser el protagonista y que lleva el nombre de ‘Manjar’, de 560 kilos de peso, nacido en 2016 y procedente de la ganadería ‘Albarreal’, espera para ver qué sucede el próximo martes 13 de septiembre en Tordesillas.
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