La localidad vallisoletana de Boecillo está viviendo, en las últimas fechas, una pesadilla. Todo a raíz de una oleada de actos vandálicos que está obligando al consistorio del municipio a actuar formulando ya entre ocho y diez denuncias en los últimos meses, desde que comenzó el verano.
El alcalde de Boecillo, Raúl Gómez Pintado, ha afirmado en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León que ya, con la salida del confinamiento, se empezaron a “apreciar actos vandálicos” que han ido “subiendo de tono este verano”.
Rotura de farolas, que han dejado sin luz a los vecinos del pueblo durante más de una semana hasta que han conseguido ser repuestas, pintadas en edificios municipales y también privados. Pinturas en carreterillas que hacían arreglos en el campo de fútbol… y hasta el vuelco de una mesa de picnic en el estanque de la fuente de Villamayor.
“El o los responsables de estos actos han querido ir subiendo la apuesta con estos actos vandálicos. Los últimos en las casetas de las peñas. Hemos formulado ya entre ocho y diez denuncias ante la Guardia Civil”, nos confiesa el primer edil.
Raúl Gómez Pintado hace un llamamiento al “civismo”. Es, en ocasiones, mobiliario municipal que necesita ser repuesto, lo que se hace con el dinero de todos.
“Ya no solo es el dinero. También el trabajo de los empleados municipales que dedican tiempo a reponer todos los daños cuando lo podían destinar a cosas más productivas e interesantes para Boecillo”, asegura el regidor.
Los actos vandálicos golpean con fuerza a la localidad vallisoletana en las últimas fechas.