El pasado 14 de octubre se informaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la aprobación del proyecto de construcción de una subestación eléctrica en el término municipal de Villardefrades, parecida a la de La Mudarra. Una iniciativa que ha desatado todo tipo de opiniones desde que se dio a conocer, aunque por el momento, reina la incertidumbre entre los alcaldes y la población local ante lo que realmente significará este proyecto. ¿Traerá prosperidad económica para los vecinos de los pueblos aledaños o será un perjuicio por su posible impacto en el turismo y el paisaje?
En un principio, la subestación se iba a llamar Urueña, pero finalmente ha pasado a denominarse Tierra de Campos, puesto que no va a instalarse en este municipio. Sin embargo, la población de Urueña tiene mucho que decir al respecto debido a la proximidad de la zona en la que pretende construirse, a solo unos pocos kilómetros de la muralla de la localidad, que atrae a numerosos visitantes cada año.
En este sentido, tanto los alcaldes como la población de los municipios tienen diferentes puntos de vista al respecto. Desde la percepción de algunas personas, la futura subestación eléctrica será beneficiosa; para otros, no será así, si bien todavía no se conocen demasiados datos acerca del proyecto. Así lo manifiesta el alcalde de Urueña, Francisco Rodríguez San José, que señala que "las únicas noticias que tenemos es lo que ha salido publicado en la web de la Subdelegación del Gobierno, que se ha publicado ya en el BOE y se va a construir".
Por ello, y a pesar de que la subestación eléctrica se ubicará en el término municipal de Villardefrades, la cercanía del emplazamiento donde se va a instalar con Urueña ha motivado a su alcalde a solicitar más información al respecto. "Estoy pendiente de hablar con la subdelegada del Gobierno para que me cuente un poco más, porque como alcalde de Urueña, no tengo ninguna noticia a nivel oficial", subraya Francisco Rodríguez. "Sabemos exactamente dónde va a estar, pero no la magnitud de la subestación, ni cómo va a ser, ni si va a poder afectar o no a la visibilidad desde la muralla, y como no sabemos los términos de la construcción, no podemos manifestarnos sobre cómo va a influir", añade.
En otro municipio cercano, San Cebrián de Mazote, al igual que en diferentes pueblos de la provincia de Valladolid, en los últimos años ha aumentado el interés de las empresas en contratar terrenos para la instalación de aerogeneradores o placas solares. De esta forma, la subestación eléctrica "va a ser una inyección económica muy buena para el pueblo", apunta el alcalde, Emilio Gómez, aunque se muestra prudente a la hora de hacer más predicciones porque "todavía no se ha empezado a construir, solo se sabe la zona donde estará, dicen que para el 2024 o 2025 se iniciarán las obras", agrega Gómez.
Sin embargo, este tipo de proyectos, así como la instalación de molinos o placas solares, desde su punto de vista, benefician a los agricultores y propietarios de las tierras al obtener más rentabilidad por el dinero que reciben que por el cultivo de estas. Además, la subestación eléctrica podría repercutir, a largo plazo, en el interés por nuevas iniciativas en la zona en el ámbito de las energías renovables. De hecho, la finalidad del proyecto, tal como se recoge en el BOE, es la de "conectar a la red de transporte de energía eléctrica peninsular a partir de fuentes de energía renovable", ya sea de las existentes en el entorno como de las futuras.
El sector turístico, por el contrario, es el que podría salir peor parado de la construcción de la futura subestación en Villardefrades, debido al impacto en el paisaje y en el medio ambiente que inevitablemente provocará la instalación. "No sé cómo reaccionará la gente, pero no creo que afecte al turismo, ya tenemos molinos alrededor y no ha afectado", puntualiza el alcalde de San Cebrián de Mazote.
A la espera de conocer más datos sobre este proyecto, el BOE ya ha detallado que contará con un presupuesto de ejecución material de 5.687.500 euros. Antes de su puesta en marcha definitiva, ha comenzado el proceso de alegaciones en el que las diferentes partes podrán mostrar sus planteamientos al respecto.