Cecilio Vadillo ha vuelto de Murcia satisfecho y más reivindicativo que nunca. A sus 64 años el fundador-vocal de la Plataforma Por el Soterramiento del Ferrocarril en Valladolid tiene claro que éste es un proyecto que la ciudad debe afrontar para acabar con el muro e integrar a más de 90.000 habitantes que viven al otro lado de las vías.
El de Burdeos, que vive en la actualidad en la provincia de Valladolid, pide al Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid que les escuchen. Una plataforma con 600 socios que gana cada vez más adeptos y que ha soplado su primera vela de cumpleaños. Pide un debate para demostrar que el soterramiento del ferrocarril es posible.
P.- La Plataforma Por el Soterramiento del Ferrocarril en Valladolid ha cumplido un año. ¿Cómo está?
R.- La plataforma está viva. Muy viva. Sigue con ganas de trabajar y de reivindicar lo que pensamos que es mejor para la ciudad y para sus ciudadanos. Sobre todo, para los 90.000 vecinos que están al otro lado del muro. No nos podemos olvidar de que este es un proyecto de ciudad. Entendemos que el soterramiento de las vías, si son los cinco kilómetros que se tienen pensados, supondría una gran obra de regeneración urbanística que tendría su repercusión económica. Hemos calculado que, durante la obra, generaría unos 1.500 empleos directos y otros 15.000 indirectos. Además, es una obra que contaría con una gran rentabilidad económica para el futuro. Sería un impulso inmenso para la ciudad.
P.- Y también una rentabilidad social, han defendido.
R.- Lo que más mueve a la plataforma es la rentabilidad social que esta obra tendría para la integración de los 90.000 habitantes que están al otro lado de la ciudad y de la redistribución de la riqueza en favor de los que viven al otro lado del muro. Aquí hay un problema, cuando los dirigentes municipales hablan de la obra solo lo hacen del coste de la misma. Mienten sobre esto y no hablan del problema que tenemos: la división de la ciudad y la exclusión de 90.000 ciudadanos. No mencionan que la rentabilidad de una obra de este tipo tendría un fuerte impacto social.
P.- ¿A cuánto puede ascender la rentabilidad económica de una obra de este tipo?
R.- Dicho por expertos, no por nosotros, la rentabilidad económica de una obra de regeneración urbanística de este tipo, normalmente, multiplica por dos veces y media los beneficios que aporta a la ciudad. Esto es de lo que hay que hablar. Del problema que tenemos y de lo que aporta este proyecto.
P.- ¿Y el coste?
R.- El coste es muy rentable mirando al futuro. Resuelve un problema para siempre: la división de la ciudad. No como con los túneles y la obra de desintegración que están haciendo en Valladolid. Estamos convencidos que, a la larga, si hacen los 17 túneles y he oído que hasta 30, que además invaden la ciudad a ambos lados de las vías, seguirán generando barreras como vamos a ver en el Túnel de Panaderos. Estas obras no eliminan el problema porque no se acaba con el muro. Y, a la larga, seguro que el coste es mayor.
P.- ¿En cifras?
R.- Ellos hablan mucho del coste. El túnel de Madrid de siete kilómetros, con tuneladora a gran profundidad, ha costado 350 millones. Lo que manejamos en cifras, entre un soterramiento más barato y uno más caro está entre los 50 y los 70 millones. Vayámonos al más caro: cinco kilómetros por 70 millones: 350 millones. Que dejen de mentir. Se puede asumir. El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid habla de miles de millones, pero el convenio de 2017 lo hace de 480 millones de euros.
R.- Soplaron velas con ese viaje a Murcia. ¿Con qué idea llegan de allí?
R.- Queríamos viajar a Murcia para conocer, in situ, cuál ha sido la trayectoria de la plataforma de allí, que al final ha conseguido que se haga el soterramiento. También ver las consecuencias de las obras. Ya tienen un tramo de 1.113 metros acabado y están haciendo, en el momento actual, más de cinco kilómetros. Nos reunimos con los miembros de la Plataforma Pro-Soterramiento de Murcia y nos explicaron que la ciudad está gobernada por el PSOE desde hace dos años, después de que Ciudadanos dejara de apoyar al PP para hacerlo a los socialistas, pero lo curioso es que allí lo realmente definitivo para que el soterramiento saliera adelante fue el apoyo del Gobierno central. La victoria de Pedro Sánchez es lo que da un impulso a esta plataforma. Estaban José Luis Ábalos y Pedro Saura que era secretario de Estado de Infraestructuras, murciano. Apoyaron todas las reivindicaciones de la plataforma, en contra del Ayuntamiento de Murcia, del PP y del de la región, también de los “populares”. Es destacable que sea en Murcia donde el PSOE haya dado el impulso a esta obra y aquí, en Valladolid, no. Es curioso que aquí la barrera sea el propio PSOE que hasta 2017 defendió el soterramiento.
P.- Se ha cambiado el discurso…
R.- No nos olvidemos que el soterramiento es una propuesta del Partido Socialista de Tomás Rodríguez Bolaños y hasta 2017 todos los socialistas de esta ciudad lo defendían. Algunos, a veces, hacen acusaciones extrañas. Los que no hemos cambiado el discurso somos nosotros, muchos militantes de la plataforma seguimos apostando por lo que defendíamos desde el inicio.
P.- ¿Es imposible afrontar el soterramiento?
R.- En Murcia hemos podido ver, además de lo político, que cuando nos dicen que es una obra imposible económicamente es mentira. Allí el soterramiento va a costar unos 400 millones. Han hecho un tramo de más de un kilómetro y ahora están realizando la estación de Barriomar en un municipio llamado Nonduermas. Hablamos de un inmueble soterrado. Cuando llegas a Nonduermas, un municipio de 2.500 habitantes, hacen un soterramiento de 500 metros. Si seguimos por la vía llegamos a otra localidad más grande: Alcantarilla, de 60.000 habitantes, que tiene otro soterramiento de otro kilómetro. En poca distancia tenemos, prácticamente, ocho kilómetros soterrados. La obra es sencilla. Nosotros no decimos que se haga con muros pantalla o con las técnicas más sofisticadas, para eso están los ingenieros de Adif que pagamos todos los españoles, también los vallisoletanos. En Murcia se usan técnicas sencillas por lo que podemos confirmar que imposible no es. Hoy en día, en cuestión de infraestructuras, algo habrá imposible, pero hacer soterramientos no.
P.- Y de nuevo, volviendo a lo económico…
R.- Dicen también que es imposible económicamente, pero en Murcia es posible como en otros sitios de España. Hay 16 ciudades que ya tienen hecho el soterramiento en nuestro país. No hay ninguna que tenga lo que tiene Valladolid. Contamos con un suelo valorado por SEGIPSA (Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria del Patrimonio, S.A.) y escrito en el Boletín Oficial del Estado, en el convenio de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, en 800 millones. Probablemente ahora sea más. Ninguna otra ciudad tiene esos recursos económicos. Murcia tenía muchas dificultades, más que en nuestra ciudad. Allí, las casas pegaban a la vía del tren. Tanto es así que han tenido que expropiar viviendas. Van a derribarlas. Han tenido que sacar a vecinos de sus casas y pagarles el alquiler durante todo el tiempo que duren las obras. A algunos les han dado, incluso, otro lugar para vivir.
P.- Hay posibilidades técnicas, dinero… ¿Falla la voluntad política?
R.- El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid nos habla de la deuda famosa que han asumido Adif y Renfe. Lo hemos explicado mil veces. Ahora lo dicen menos. Cuando renuncian al convenio de 2002 en el que se contemplaba el soterramiento que exigía unas obras previas: el cambio de los talleres de Renfe y la Variante de Mercancías, era pensando en el soterramiento. No se hicieron porque sí. Queríamos hacer el soterramiento en Valladolid. Cuando llega la hora de la verdad, no se hace. Esas son obras que han costado un dinero. Por eso se debían 400 millones. Nadie había puesto ni un duro. Si haces una reforma en casa y no pagas al constructor, evidentemente, lo debes. Como eran obras, de Renfe los talleres, y de Adif la variante, el Ayuntamiento no tiene que pagar la deuda. Un Ayuntamiento que, por cierto, cedió los terrenos para hacer los talleres, 270 hectáreas en total. Esa deuda es asumida por Adif y Renfe porque son obras suyas. Cuando lo cuentan, parece que es el Ayuntamiento es el que tiene que pagar los 400 millones. Si hubiera que afrontarla, el 50% lo pagaría Adif, el 25% la Junta y, como mucho, el 25% el Ayuntamiento. Si el valor del suelo es de 800 millones, en caso de pagar el total de la deuda, nos quedarían aún 400. Lo dice SEGIPSA que es una empresa pública y muy fiable. No nosotros. Ellos lo ocultan constantemente.
P.- Han asegurado que “nos quieren convertir en el culo urbanístico de España y no lo vamos a consentir” y que Valladolid es la ciudad que más necesita el soterramiento.
R.- Los argumentos que escuchamos en contra de la obra son los que dicen que es imposible. Nosotros decimos que si es posible en otros cuantos municipios que lo están ejecutando en España y Elche lo hizo en 1972, a pico y pala, un soterramiento de siete kilómetros, imposible no hay nada. En Murcia lo han demostrado. ¿Por qué es imposible en Valladolid todo lo que es posible en el resto de las ciudades del país?
P.- En cuanto a la situación actual. ¿Cómo ven la integración en superficie?
R.- No es una integración. Engañan en el nombre. No quitan el muro. Lo que se está haciendo son túneles perpendiculares a la vía que mantienen la barrera física del ferrocarril. Mantienen los túneles, que eran soluciones de los años 50, del siglo pasado. Hemos conocido que se van a poner cámaras en Andrómeda, Rafael Cano… porque son zonas donde hay peligros con vandalismo y demás. No soluciona el problema. Las chicas y chicos que pasan ahora por los túneles a determinadas horas van a seguir sin pasar por estos espacios de miedo. En el plano del miedo de Valladolid, estos espacios están ahí. Lo dicen los propios documentos del Ayuntamiento de Valladolid. No se resuelve el problema. A la larga, entendemos que va a ser más caro porque en cuanto iniciemos el soterramiento, que lo vamos a hacer, tendremos problemas.
P.- ¿Y los fondos europeos?
R.- Se empezó diciendo que no se podían usar, pero se están utilizando para la Variante de Mercancías de Valladolid. Se han empleado para la obra del soterramiento en Chamartín, en Madrid. Se están usando en muchos lugares de España. Lo que ha faltado es decisión y la voluntad política de ponerse a trabajar cuanto antes para poder acceder a estos fondos.
P.- Piden a Óscar Puente y Manuel Saravia un debate con el soterramiento encima de la mesa.
R.- Queremos tener ese debate para contrastar. Que vengan a decirnos a la cara lo que dicen en los medios de comunicación. Buscamos dialogar sobre si es posible tanto técnica como económicamente. Queremos hablar de los problemas. Nuestra plataforma no plantea el soterramiento a la ligera o porque sí. Queremos el soterramiento porque hay un problema de exclusión y marginación de barrios que se están degradando. Por mucho que lo quieran negar. Me parece llamativo que lo digan partidos de izquierdas cuando defendieron lo contrario. Óscar Puente lo hizo ante notario e Izquierda Unida, en su programa, defendía el soterramiento en los últimos años de los 80. Ellos dicen que nunca lo defendieron, pero sí que lo hicieron.
P.- Las reivindicaciones van a seguir y aseguran que visitarán más ciudades.
R.- Sí, vamos a seguir. Tras la visita a Murcia, lo tenemos claro. También para visitar otros lugares en los que han afrontado un soterramiento en otras circunstancias más difíciles de las que tenemos en Valladolid. No nos convence que se diga que no es posible y creemos que está demostrado que sí que se puede afrontar.
P.- Mandaron una carta a la presidenta de Adif…
R.- Sobre la financiación y la posibilidad de afrontar el soterramiento en Valladolid, en España hay alguno que está financiado al 100%. En Murcia, el Ayuntamiento solo aporta el 8%. En el primer convenio aportaba el 28%. Renegociaron el convenio con Adif y lo rebajaron. Sant Feliú también es el 8%. El de Moncada está financiado al cien por cien por el Estado y en los previstos en las tres ciudades vascas, se espera que estén también financiados al completo por el Estado. Entonces, ¿Cuál es el problema en lo económico? Nosotros que tenemos además suelo. Nos hicimos estas preguntas y pedimos una reunión a la presidenta de Adif que no nos recibió, como la delegada y subdelegada del Gobierno, los dirigentes municipales y demás. Optamos por enviarle una carta preguntando el porqué de estos porcentajes de financiación. Recibimos contestación. Textualmente nos dice: “Por otro lado, en cuanto a los sistemas de financiación planteados en otras ciudades a las que hace referencia como Barcelona, Moncada, Sant Feliú, etc. indicarle que los acuerdos que se adoptan en cada caso son fruto de negociaciones con las distintas administraciones implicadas de las que se derivan distintos acuerdos y soluciones”. Está diciendo, claramente, que es la negociación la que marca lo que pagas para soterrar. ¿Qué mayor soporte podríamos tener nosotros en esa negociación que el valor del suelo con el que contamos? ¿Por qué nuestros políticos no negocian? Es evidente que no se afronta este proyecto por voluntad política. Por eso no quieren un debate, porque tienen miedo a confrontar datos, a vernos las caras y que digamos, delante de los ciudadanos, lo que tenemos de verdad.
P.- ¿En caso de que hubiera un cambio de gobierno en Valladolid tras las elecciones municipales de 2023 piensa que se podría soterrar?
R.- Nosotros pensamos que es posible. No lo digo yo, lo afirmó Manuel Saravia. Dijo que los túneles de la integración en superficie podrían ser compatibles con el soterramiento. Ahora hay un proceso electoral. Nosotros nacimos con la voluntad de no politizar. Nos vienen bien los partidos que sí que apoyan el soterramiento. Hace poco Ciudadanos, en voz de Igea, pedía 200 millones para ello. Eso sí, no queremos que se utilice la plataforma con fines políticos. Aun con esto, creemos que es un tema que va a estar sobre la mesa en el proceso electoral.
P.- ¿Puede ser clave el tema del soterramiento para el resultado de las elecciones? Para que Puente repita o no.
R.- Entendemos que sí. Óscar Puente ganó las últimas elecciones por 200 votos. Son muy pocos. Dependerá también de cómo valoren los ciudadanos su gestión a lo largo de estos años y también como han tratado el tema del soterramiento. Es muy importante. Si quieren apostar por las políticas sociales, la mejor obra social que se puede hacer en Valladolid es el soterramiento. De integración, de desarrollo económico… es fundamental. Para el comercio a ambos lados de la vía, para el precio de la vivienda… desde el punto de vista económico la rentabilidad es tremenda. Estamos construyendo una nueva ciudad. Nosotros nos preocupamos por Valladolid.
P.- ¿Se piensa, desde la Plataforma, en formarse como partido político y participar en las elecciones?
R.- Nosotros no nacimos con ese objetivo. Lo hicimos con la voluntad de cambiar la voluntad de los dirigentes municipales. De que, entre todos, apoyaran el proyecto del soterramiento y se fueran a negociar con Adif, Renfe, a convencer a Pedro Sánchez y negociar como nos dice la presidenta de Adif para conseguir que el estado nos dé la máxima financiación posible. Depende de la capacidad de gestión y negociación de los dirigentes municipales. Nuestra voluntad sería que hubiera un consenso de todos los grupos políticos y negociar con Madrid para poder hacer el soterramiento. Vemos que, después de un año, hay bastante inmovilismo por parte de los dirigentes municipales y que hay mucha gente que está planteando que nos presentemos. Es algo que hemos discutido en el bar, pero no nos hemos planteado y nos gustaría no tener que presentarnos. En este momento estamos en el no.
P.- No es un no rotundo.
R.- En este momento estamos en el no. En función de la evolución lo analizaremos y lo plantearemos en la asamblea de socios.
P.- ¿Cuándo se tomaría la decisión?
R.- Hemos tenido una asamblea de socios hace poco y convocaremos otra, aunque sin fecha.
P.- Quedan apenas siete meses para las elecciones…
R.- Un partido político se puede constituir 20 días antes de las elecciones. Teniendo unos estatutos, es bastante fácil.
P.- Esperaba un no rotundo.
R.- En estos momentos estamos en el no. Ojalá el Equipo de Gobierno cambiara su posición. Vamos a ser muy rigurosos en el seguimiento y el control. Aquí ha habido muchas promesas. Se prometió el soterramiento y no se ha cumplido. No se dice la verdad sobre la deuda, tampoco sobre los fondos europeos o las dificultades técnicas. En definitiva, no se dice la verdad. Tenemos mucho apoyo de asociaciones vecinales que también quieren el proyecto. No nos dan la oportunidad de explicarnos en un debate. Ellos utilizan los medios y queremos cambiarlo.