El Festival de la Tapa, celebrado en Valladolid, se despide de la ciudad con un gran éxito en su primera edición en la que la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo se ha mostrado satisfecha tras detectar que "hay mucha más demanda de la que pensábamos y un espacio de 2.000 personas quizás se quede pequeño".
Para esta clausura la concejala ha valorado un certamen en el que Valladolid es una de las grandes capitales de la tapa en el territorio nacional: "Los concursos han sido un rotundo éxito. Ahora, de lo que se trata, es de que tanto ciudadanos como visitantes puedan degustar los pinchos".
Esta acogida, que ha sorprendido a todos, ha tenido el gran éxito en el formato planteado: "Trata de que la gente en un mismo espacio pueda disfrutar de los cuatro pinchos premiados. Supone un reto para toda la ciudad", ha subrayado Redondo que hace autocrítica: "Creemos que es un complemento al satisfacer una demanda que hemos visto es inagotable y va creciendo. Es el primer año que se hace. Hemos detectado que hay mucha más demanda de la que pensábamos y un espacio de 2.000 personas quizás se quede pequeño".
Sin embargo, la acogida ha sido inmejorable por parte de vallisoletanos y visitantes que han abarrotado la Cúpula del Milenio. "La respuesta del público ha sido enorme. Queremos que estén satisfechos. Hay cosas que corregir, pero un evento de estas características tiene futuro siempre y cuando se limen esos matices de esta primera ocasión"
Por último, al margen de las claras mejoras a subsanar, Ana Redondo avanza que se seguirá en esta misma línea en próximas ediciones. "Para el futuro hemos anotado cosas que se pueden corregir. El problema es el momento en el que se desarrollan los concursos, en noviembre. No va a cambiar. Si fuera en julio podríamos pensar en un espacio al aire libre", ha sentenciado.