El Ayuntamiento de Valladolid ha presentado este lunes el libro ‘Máximo Regidor, Literatura y crítica social más allá del periodismo 1960-1996’. En el encuentro ha estado presente el editor del mismo y cronista vallisoletano José Delfín quien ha relatado que el comienzo del ejemplar se dio con la llamada de una reportera que le pidió que le contara cosas de esta obra literaria.
Su historia con él viene de lejos, con un vínculo de “más de una docena de años” juntos. Como consecuencia de aquel reportaje, Delfín pensó que “no era justo que los jóvenes lectores se perdieran la obra” dada la “dificultad” que tiene acceder a ella en la actualidad.
Asimismo, destaca que en su obra “no había personajes sino personas que son semejantes a quienes viven entre nosotros” y señalaba que en la actualidad es “más difícil ser persona que personaje”.
En las novelas y cuentos del libro algunas de las que se encuentran son: 'El pan muerto'; 'No tenemos sitio para caminar'; 'No dejarse morir'; 'Antes que las cigüeñas'; 'La cuerda'; 'El relevo y un contrato'; 'Pasarás por mi puerta'; 'Malos vientos para el pueblo elegido'; 'Una charca llena de estrellas'. Además de dos relatos inéditos: 'Relato fúnebre' y 'La muerte de Clemencia Expósito'. Finalmente, también están incluidas dos creaciones del realismo mágico imperante en la literatura del habla hispana.
Debido a los 94 años del autor no ha podido estar presente en el acto, pero sí que lo ha hecho su hija Carolina Regidor quien ha dedicado unas palabras sobre la trayectoria de su progenitor: “Es un lujo tener reunidas estas obras en un mismo volumen. Mi padre aprendió a juntar las letras en el colegio de la providencia, pero donde aprendió a leer fue en la biblioteca”.
Ha reconocido que es un “orgullo” juntar todas las obras en el mismo volumen y sonreía mientras preguntaba: “¿Quién le iba a decir que sus conocidos, compañeros de profesional, amigos, familia y su mujer estaríamos celebrando sus propias ficciones?”.
El discurso ha estado protagonizado por las emociones y por un pequeño mensaje a su madre, quien ha acompañado durante todo el recorrido a Máximo Regidor y sus historias. A ella le ha aclarado que es “su acompañante en su vida vital y literaria”. Asimismo, ha afirmado que el autor de la obra reflejó la vida de “quienes no tuvieron su sitio en el camino, de aquellos que solo conocían la desazón, desesperanza y dolor”.
Unos personajes a los que les “mueven” los valores para sobrevivir en un mundo “que no le pertenecía”, algunos como amor, familia, bondad o confianza. “Unos valores que compartían hombres y mujeres que intentaban vivir y soñar en la España de aquellos años”, subrayaba la hija de Regidor.
Homenaje a los periodistas de Valladolid en 1975-1992
En este acto también ha habido un homenaje a los periodistas que han ejercido la profesión en Valladolid entre 1975-1992. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, confesaba que es un "orgullo y honor" poder recibir en el Consistorio a quienes contaban lo que ocurría en las calles de la ciudad.
Asimismo, ha hablado de aquellos años en los que "todo sucedía a gran velocidad en aquellas antiguas redacciones, con el ruido atronador de la sala, la guerra de las grabadoras y la marea de colorines de la mesa de redacción". Un pequeño guiño al periodismo de aquella época.
Por otro lado, ha querido recordar los nombres y rostros de "quienes nos han dejado" y ha asegurado que es un acto para que "se sientan afortunados por haber vivido aquello". Puente confesaba que siempre ha creído que "Valladolid se vive y siente distinta en la piel de un periodista" y, por ello, celebran en este lunes la "travesía" de todos ellos mediante un acto de "agradecimiento y gratitud".
Uno de los periodistas de aquellos años, Luismi de Dios, ha recordado, con una alusión a un compañero de profesión italiano, que "el periodista le cuenta a la gente lo que le pasa a la gente". Y ha querido rendir homenaje a la ciudad que le ha acogido durante tantos años porque "nos abrazó y nos enseñó la cultura y existencia de la misma".