Valladolid cuenta con un buen puñado de calles emblemáticas de las que presumen los vecinos y con las que se deleitan los turistas que beben de la historia y la cultura de la ciudad. Vías con tradición y que esconden miles de peculiaridades que todo curioso quiere conocer para aprender algo nuevo cada día.
De la calle Angustias, en el corazón de la ciudad y que une la Plaza San Pablo con la Plaza Libertad, a la de Cánovas del Castillo, o Claudio Moyano. La calle Duque de la Victoria es otra de las vías emblemáticas de la ciudad del Pisuerga y también podemos citar la calle Lencería o Expósitos para finalizar con este breve repaso.
Hay otra, menos céntrica pero que resulta muy importante para vecinos de cinco barrios de Valladolid. En ella podemos encontrar bares, antiguos campos de fútbol, colegios, quioscos, mucha actividad y un punto de descongestión del tráfico por su ubicación más lejana con respecto a ese corazón y centro neurálgico de la ciudad.
El Paseo Juan Carlos I, del que hablamos, atraviesa Pilarica, Santos Pilarica, Pajarillos, San Isidro y Delicias en sus entre cuatro y cinco kilómetros de longitud y forma parte de la historia de esta ciudad.
“Es una calle peculiar por su origen. En 1930 se le denominó Carretera de Circunvalación y algunos de los tramos que albergaba recibieron otros nombres. Esta vía, que dio nombre con posterioridad a la calle, fue proyectada por el ingeniero municipal García Frías”, nos explica el concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Valladolid, Manuel Saravia.
En un primer momento era una vía construida con el fin de evitar el tráfico de paso en la ciudad mientras que, con el paso de los años, ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que es ahora. Se puede ver a vecinos y turistas tomando un refrigerio en la terraza de un bar, a niños jugar en columpios o a personas mayores disfrutar de una buena conversación en un banco.
Ahora, el Paseo Juan Carlos I es una vía estructuradora, no solo de tráfico. “En ella se apoyan las zonas verdes y dotacionales que se construyeron en los años 80 para atender a las necesidades de zonas libres y equipamientos de Pajarillos y Delicias”, añade Manuel Saravia explicando la evolución.
Incluso, en la zona de Delicias podemos encontrarnos con el Parque de Bomberos de Canterac. Desde allí, los profesionales del fuego desfilan con rapidez hasta la zona de la ciudad donde les toque actuar por cualquiera de los motivos que tienen que atender, y lo hacen, en un breve espacio de tiempo y con brillantez.
El Paseo Juan Carlos I es una de las vías más importantes Valladolid y que guarda la peculiaridad de atravesar, ni más ni menos, que cinco barrios de la ciudad.