De setas y otros con amigos en Montemayor de Pililla
Fue un reencuentro con nuestro amigo Gonzalo Santonja, al que rescatamos tras un tiempo apartado de estos tradicionales menesteres culinarios. Nunca es tarde…
25 noviembre, 2022 09:42Nuestro amigo Paco, el facultativo veterinario de Cuéllar, y un servidor, llevábamos tiempo tras el consejero, pero no para pedirle, que ahora todo el mundo se apunta a la cola…, (a los amigos no hay que pedirles, hay que darles) sino para recordarle que tiempo ha que no nos reuníamos para la manduca y el bebercio. Y mira por donde la respuesta llegó en un santiamén.
¡Pues a La Martina, que tiene las jornadas de setas! Y, en medio del fuerte viento y la intensa lluvia, nos reunimos en el establecimiento de los Bachiller (Susi y Juan Carlos), en plena Plaza Mayor de Monte, como dice mi amigo Raúl Redondo.
Hacia las tres, los tres. Y dispuestos a saciarnos de lo que la naturaleza nos ofrece en esta época del año. La Martina está bien surtida.
Uno había pedido un clarete cigaleño con mucho gas. Ellos se inclinaron por un tinto ribereño. Y Susi, atento como siempre, nos trajo unos triángulos de un queso realmente delicioso para ir haciendo boca. Y enseguida la comanda. No hubo dudas: el menú de las setas que cumplían la XXII edición.
Uno preguntó si no sería mucho, pero en seguida contestó el camarero que hasta el plato de cuchara se podía considerar normal. Y cuando llegaran los guisos, estos se servirían a repartir al gusto de cada cual. Pues manos a la cuchara. Pero antes, uno echó de menos las deliciosas setas de cardo en el menú, al menos no lo especificaban. Y sugerí a mis compañeros de mesa y mantel que deberíamos probarlas. Y así fue. Pocas, pero delicia pura.
Luego vendría un menú largo y estrecho como sigue:
1.- Migas con variedad de setas silvestres, boletus con carillas (alubias finísimas), piñones, huevo escalfado con rayado de trufa negra.
2.- Flor de alcachofa con picada de setas silvestres y jamón ibérico.
3.- Patatas con níscalos y costillas adobadas de Antolín, (es el carnicero del pueblo) servidas en un puchero. Razón llevaba el camarero. Porque ese guiso es un portento de bien hecho. Y se dejaba comer.
4.- Carrillera de cerdo estofado al vino con crema de garbanzos, frutos secos y queso fresco, acompañado de setas silvestres de temporada. Era plato a elegir, o carrilera o rulo de merluza. Plato contundente y bien elaborado, con el que uno ya apenas pudo.
5.- Ponche al estilo de Montemayor con helado de mango.
6.- Cafés, ofrecieron chupitos, pero no aceptamos por aquello de la conducción.
En fin, no crean que la comida fue pantagruélica. Se trata de un menú largo y estrecho, pero cantidades más bien pequeñas, como degustación, pero delicatesen. Había que hacer el honor a las setas y al catedrático bejarano. Ya lo hicimos el pasado año y era momento de repetir. Lo que si es cierto es que fue reconfortante juntarnos de nuevo los tres amigos. Cuestión esta que no descartamos en montar otra de parecidas características.
Pagamos a escote como es preceptivo, porque no era ni el cumple ni el santo de ninguno de los tres. Salimos a 50 euros porque el vino y las setas de aperitivo no se incluían en el menú, cuyo precio es de 39 euros.
Susi nos regaló una botellita de Oliva Virgen Extra. Luego hicimos la sesión de fotos que la mostramos en una amplia galería.
P.D. 1: María Antonia, para tu conocimiento, Gonzalo estuvo muy, pero que muy moderado.
P.D. 2: Para finales de enero acudiremos a Cuéllar, aceptando la invitación de Paco a una charla coloquio que promete. Será en su peña taurina, “El Encierro”. Pero antes celebraremos un nuevo libro de su autoría dedicado a Cuéllar: sus encierros, sus toros, su historia taurina en suma. Ya les contaremos.