La estoica resistencia de dos bares vallisoletanos ante la crisis en los suministros
Tanto 'La Provenza' como 'El Salmantino' pertenecen a la familia Lucas y son de los pocos locales de la zona que se mantienen en pie
30 noviembre, 2022 07:00Noticias relacionadas
Con la hostelería al límite por el aumento de los gastos energéticos, la inflación y las constantes subidas de los precios de productos básicos, dos bares con lazos familiares resisten estoicamente a una situación de por sí dura para un sector clave en España por su tradición e importancia dentro de Castilla y León.
La familia Lucas es el origen de 'La Provenza', ubicada en la calle Juan Agapito y Revilla de Valladolid -desde el año 2000-, y 'El Salmantino' en la calle Niña Guapa. A pesar de estos lazos que van más allá de lo meramente emocional, responden a dos conceptos diferentes a la hora de enfocar el apartado empresarial. "Retransmitimos todos los partidos, pero sí que hay mayor tendencia hacia el Real Madrid. Contamos con más de 100 tipos de cervezas diferentes y en eso destacamos", ha indicado Juan Luis, uno de los tres hermanos que regenta 'La Provenza'.
A escasos cinco minutos de este bar se encuentra 'El Salmantino'. Una cafetería que comenzó su actividad hace 54 años con el padre de Javier García -gerente desde 1987- y se ha prolongado hasta la actualidad. Un local acogedor y tradicional que destaca "por la calidad de sus pinchos y almuerzos, especialmente en los cocidos y en los arroces", ha subrayado el propietario. Un García que ha pasado por momentos duros durante esta travesía: "Nos hemos tenido que enfrentar a muchos cambios: a la gente le costaba entra en el local y tuvimos que innovar con unos pinchos diferentes, 'regalando' algunos que no dábamos, intentamos no subir los precios y parece que la gente se acerca aquí".
Este aluvión de cambios se suma al estallido de la pandemia, que dejó muy tocado a un sector herido y por el que muchos han tenido que cesar su actividad. "Durante la pandemia no hemos cerrado, nos hemos adaptado a las circunstancias. Cuando se pudo abrir fuera, servíamos fuera con 6 ó 7 grados bajo cero e, incluso, cuando se podía servir en una sola barra la teníamos, cafés para llevar y lo que demandara el público. Nos hemos adaptado como hemos podido. Estuvimos abiertos salvo los tres meses que se paró la actividad", ha rememorado Juan Luis, uno de los gerentes de 'La Provenza'.
Un escenario en el que también ha tenido que lidiar su homólogo: "La pandemia nos marcó. Estábamos acostumbrados a trabajar todos los días y vivimos del día a día de nuestros clientes. Estar parados varios meses sin entrar ningún ingreso, nos obligó a recurrir a ahorros y por suerte pudimos reponernos. Ha sido un momento muy duro". Sin embargo, comienzan a equilibrar las cuentas: "Ahora estamos resurgiendo con el tema de las comidas y hemos subido un poco más. Nos encontramos en un nivel prácticamente anterior a la pandemia", todo ello dando "una calidad alta a un precio bajo. Es la forma en la que estamos trabajando ahora mismo".
El aumento en las facturas y optimismo para las previsiones navideñas
En la actualidad, el sector se enfrenta a una prueba de fuego en un contexto de falta de suministros y encarecimiento del coste de la vida diaria, todo ello previo a la Navidad. "Todo ha aumentado considerablemente y, en nuestro caso, hemos intentado mantener los precios. No hemos subido prácticamente nada y estamos recortando beneficios sin subir los importes", ha subrayado Juan Luis que ha visto como estos últimos meses las facturas se han incrementado "alrededor de un 30%". No obstante, la fidelidad de sus clientes les permite estar algo más tranquilos: "No somos una cervecería que fluctúe en cuanto a la clientela, sino que llevamos una línea recta. Si llevamos muchos años abiertos es porque somos muy estables. Trabajamos de una forma regular y nos adaptamos a lo que hay".
En 'El Salmantino' son más explícitos: "El gas lo estoy pagando a mucho más del doble de lo que lo hacía, la luz prácticamente al doble y, la cuestión, es que los precios no los hemos subido, ya que si lo haces a la gente le cuesta mucho entrar. En sus casas están pagando mucho más en costes energéticos y tienen más reticencia a salir. Por ello, estamos trabajando más con menos beneficios".
Con todos estos ingredientes se encaran las navidades con optimismo: "No se presentan mal. Tenemos bastantes reservas y hay que ver que ocurre en barra. Aún así esperamos que haya alguna reserva más", ha remarcado Javier García. Un propietario que tranquiliza a los más fieles: "Nuestro negocio no corre peligro. En este barrio han cerrado 5 ó 6 bares ya, con otros tres a la espera de hacerlo; por suerte 'El Salmantino' no tiene problemas". Algo que ocurre a escasos metros: "La salud de La Provenza es buena. El local es nuestro y no tenemos gastos de personal, puesto que lo llevamos entre los tres hermanos. En este sentido no tenemos gastos externos".