El primer edificio renacentista de España está en Valladolid
Fundado por el Cardenal Mendoza en 1483, se trata de la primera muestra de este estilo artístico que se realizó fuera de la Península Itálica
3 diciembre, 2022 07:00Noticias relacionadas
La ciudad de Valladolid cuenta con el privilegio de albergar la primera construcción renacentista de España. El Palacio de Santa Cruz, fundado por el Cardenal Don Pedro González de Mendoza en 1483, albergó en el pasado uno de los Colegios Mayores de más ilustre significación de la historia de las universidades españolas y, actualmente, es sede del rectorado de la Universidad de Valladolid. El edificio, erigido a partir de 1486, tiene además una extraordinaria importancia por situarse a la vanguardia de la introducción del Renacimiento en España, a través de la intervención en su construcción del arquitecto del Cardenal Mendoza, Lorenzo Vázquez de Segovia.
Comenzado en estilo gótico, a partir de 1490 en que se hace cargo de la obra este maestro, se adoptan en su edificación las formas renacentistas. Si bien el edificio se encuentra contrarrestado con contrafuertes góticos, la portada constituye una de las creaciones más tempranas del estilo conocido como plateresco o protorenacimiento, mostrando en la decoración de pilastras, semicolumnas, friso y cornisa, los más primorosos grutescos y motivos renacentistas, además del característico almohadillado de los muros.
El tímpano y el zaguán
En el tímpano figura el Cardenal Mendoza arrodillado ante Santa Elena, a la que se atribuye el descubrimiento de la Vera Cruz. Ocupan las enjutas del arco de medio punto las cruces de Jerusalén, que son el emblema de este Colegio Mayor, mientras que en el cuerpo superior campean los escudos de la familia fundadora, presididos por el escudo real, algo qu muestra la estrecha vinculación con la corona. El edificio se encuentra rematado por una elegante balaustrada, de signo ya enteramente clásico.
El zaguán, se encuentra cubierto con bóveda de crucería, cuyos nervios arrancan de repisas esquinadas con ángeles góticos, que se encuentran atribuidos al escultor Alejo de Vahía. A través de este zaguán, se accede al amplio y bello claustro de tres pisos y arquerías de medio punto sobre pilares octogonales. Pese a su carácter aún gótico, sus armoniosas proporciones, espaciosidad y ritmo horizontal lo relacionan de forma clara con ese nuevo espíritu del Renacimiento.
Los pretiles del primer cuerpo muestran claraboyas góticas, mientras que los del último piso presentan balaustres barrocos, que son consecuencia de una reforma realizada en el siglo XVIII. Las cruces de Jerusalén y los blasones de la familia del fundador adornan las enjutas de los arcos.
La capilla y el imponente Cristo de la Luz
La escalera, situada en un ángulo del patio, es obra neoclásica y producto, al igual que otras pequeñas alteraciones en el edificio, de la reforma llevada a cabo a partir de 1761 por Manuel Godoy, siguiendo planos e instrucciones del prestigioso arquitecto Ventura Rodríguez. A través del zaguán, se accede a la pequeña capilla del Colegio, cuyo altar se encuentra presidido por una de las grandes joyas de la escultura policromada de la ciudad de Valladolid: el Cristo de la Luz, de Gregorio Fernández.
Esta soberbia talla es sin duda una de las más admirables creaciones del escultor barroco, principalmente por el intenso naturalismo y formidable estudio anatómico de la figura de Cristo. En la sacristía, que conserva su primitivo abovedamiento gótico, se encuentra guardada una cajonería con tableros de labor de taracea en los que figura un Calvario y las armas del Cardenal.
La biblioteca
En el interior del Palacio son de obligada visita el Salón de Actos –la denominada Aula Triste– y la magnífica biblioteca, una de las mejores de España. Se accede a ella a través de una portada labrada con finas labores renacentistas y asignable a Lorenzo Vázquez de Segovia. Los bartientes de la puerta, de nogal, presentan relieves de Santos Doctores, originales de Alejo de Vahía.
El amplio salón de la biblioteca aparece rodeado de la monumental estantería barroca, tallada en madera dorada en 1705 por el ensamblador Alonso de Manzano. Consta de dos pisos y se corona con un vistoso remate de motivos vegetales y escudos del Cardenal. Su retrato ecuestre, a la manera de Santiago Matamoros, preside la valiosa librería. El lienzo se atribuye al pintor local de comienzos del siglo XVIII Manuel Peti. Entre los ricos fondos de la biblioteca es de cita obligada el célebre Beato mozárabe de Valcabado, decorado con 87 miniaturas ricamente miniadas por Oveco en el año 970.
La fachada barroca y la hospedería
En la parte posterior del Palacio se abre el jardín, en cuyo ámbito se ha instalado la portada del Colegio de jesuitas de San Ambrosio, fachada barroca de tipo columnario fechada hacia 1740. Al fondo se localiza la hospedería del antiguo Colegio Mayor de Santa Cruz, edificio creado para residencia y hospedaje de los colegiales que en 1675 realizaba Francisco de la Torre, según traza del arquitecto Antonio del Solar.
De forma cuadrada, se estructura en torno a un sobrio patio que cuenta con dos pisos de arcos de medio punto sobre pilastras, con portada de piedra, balcón y escudo. Un edificio que ha marcado la historia monumental de Valladolid y que no tiene parangón en el resto de España.