Sin antecedentes taurinos en la familia, la asistencia a una corrida de toros le despertó la afición por la fiesta. Así lo relató el torero a Barnaby Conrad en la autobiografía que publicó en los años cincuenta en collera titulada 'My Life as a Matador' (1955):
"Hasta que tuve trece años, era un muchacho despreocupado que afligía a sus padres. Mi madre, una capaz mujer de negocios, sentía que era tiempo de que comenzara a pensar que hacer de mi vida más allá de ir al cine o de jugar en la selección del colegio americano al que asistía… Es por esta época cuando mi padre se volvió aficionado a los toros… cuando le escuchábamos describir las hazañas de los toreros en la plaza le rogábamos que nos llevara el siguiente domingo. Finalmente, una mañana llegó mostrándonos unos boletos y nos dijo “vamos muchachos, ¡a los toros, a los toros!".
Esa tarde toreaban en El Toreo de la Condesa Armillita Chico y el toledano Ortega y allí que fueron el padre y sus dos hijos para ver el mano a mano.
El coso de El Toreo y la familia del magnate Bailleres
Curiosamente, este coso, inaugurado en 1908, se localizaba en las calles de Oaxaca, Colima, Durango, Salamanca y Valladolid, en donde hoy se encuentra El Palacio de Hierro Durango desde 1958 (centro comercial parecido a El Corte Inglés, propiedad, curiosamente, de los herederos del magnate Alberto Bailleres, fallecido el pasado febrero).
En España, son propietarios de la ganadería de Zalduendo. Y gerencian, junto a la Casa Chopera, las plazas de Salamanca, Logroño, San Sebastián, etc. En México, gestionan cosos como los de la "Luz" de León, la plaza "Caletilla" de Acapulco, "El Toreo" de Tijuana, la plaza "Revolución" de Irapuato, la Monumental Monterrey, y más tarde con la plaza "Nuevo Progreso" de Guadalajara o la Monumental de Aguascalientes y la plaza "San Marcos" de la misma ciudad.
De espontáneos en un festival
A partir de ese momento los dos hermanos decidieron ser toreros y empezaron a ir a una especie de escuela taurina que dirigía un tal Solís en Tacuba. Fueron precoces en destacar y aprender las primeras nociones del toreo, hasta tal punto que, cuando tuvieron oportunidad, saltaron al ruedo aprovechando un festival del barrio donde uno de los participantes no pudo acudir y ambos hermanos torearon al becerro entre los aplausos del público
Primer traje de luces en 1934 con 14 años
La primera vez que Carlos se vistió de luces fue un 18 de noviembre de 1934 junto a su hermano, lidiando ganado de Atlanga con su hermano Manolo y Alfonso Ramírez ‘El Calesero’ en la plaza de ‘Vista Alegre’, de Aguascalientes. En El Toreo de la Condesa debutó el 5 de abril de 1936, nuevamente junto a su hermano y con Andrés Blando, ante un encierro de Peñuelas.
En abril de 1936 los dos hermanos novilleros viajan a España con sus padres, con tan mala fortuna que a los tres meses estalla la Guerra Civil española. Carlos regresó a México a reunirse con su madre tras haber estado en España unos meses antes. Y en Santander dejó a su padre que, estando muy delicado de salud, quedó bajo el cuidado de su hermano. José Ruiz Arruza moriría en 1939 en México.
La alternativa en 1940
De regreso a México, destacó como novillero y después de dos buenas temporadas ganó el trofeo de “La Prensa de Plata”. Ello lo llevó a la alternativa que tuvo lugar el 1 de diciembre de 1940 en El Toreo de la Condesa, siendo su padrino Fermín Espinosa ‘Armillita Chico’ y de testigo Paco Gorráez, lidiándose un encierro de Piedras Negras. El optometrista Alfonso Gaona debuta como empresario en El Toreo y es quien le da la oportunidad a Arruza. Y del coso al sanatorio, porque el toro “Oncito” le infiere una seria cornada.
Muere su hermano Manuel
Su hermano Manuel, que entonces hacía de apoderado y hombre de confianza, porque seguía sin poder torear en los cosos aztecas, lo que le causó una fortísima depresión. Finalmente, el 12 de junio de 1941 un disparo casual de pistola, al parecer de su hermano José, truncó para siempre la carrera del Arruza español, de tan solo 22 años de edad, lo que ocasionó un terrible trauma a su madre y hermanos.
Temporadas sin brillo. Sufre una agresión grave
Las temporadas de 1941-42 y 43 pasaron sin pena ni gloria para el nuevo matador de toros. Toreaba, sí, pero sin alcanzar grandes cotas. El 1 de agosto de 1943 Carlos se dirigía a presenciar una novillada en la Plaza del Toreo, su coche colisionó con un camión. El conductor, apuñaló a Carlos varias veces sin que hubiera discusión alguna. Arruza, consciente del daño causado, sugirió ser atendido por el cirujano de la plaza de toros, que se encontraba a mitad del camino, y de inmediato su amigo y acompañante, el boxeador Vaquero de Cabo de Horca -que le había salvado la vida enfrentándose al camionero agresor- lo traslado a la propia enfermería de la plaza donde fue atendido.
A fines de 1943, y por recomendación de su tío León Felipe, exiliado en México, decidió emprender viaje a Portugal (el conflicto de la guerra civil no permitía que toreros mexicanos toreasen en España) ¿Quería torear? Más bien su idea era pasar a España y reunirse con su madre que poco después llegaría a la tierra que la vio nacer.
Dos tardes en Lisboa con Manolete
En Lisboa toreó dos tardes con Manolete y Domingo Ortega. Arruza hace este comentario: "En aquellas dos tardes alternando con esos señorones que fueron Domingo Ortega y Manuel Rodríguez “Manolete”, aprendí más que en toda mi vida pasada y en lo que viviría después... ¿Y eso?... Mira… los impactos que recibí fueron algo así como dos revelaciones del cielo. Por un lado, la sabiduría y el poder de Ortega, que metía a los toros en su muleta como si jalara de ellos y Manolete, pisando terrenos increíbles, pasándose a los toros a dos dedos de la faja y con una naturalidad que te dejaba con la boca abierta...”
Fuentes: Pascual Madoz (Diccionario Geográfico- Estadístico-Histórico de España 1845)). Mi vida como matador: la autobiografía de Carlos Arruza con Barnaby Conrad 1956. Enciclopedia Cossío. Rafael Dupouy Gómez (Del Toro al infinito). Al Toro México.