El Hospital Clínico Universitario de Valladolid se ha convertido en referente en una de las operaciones más habituales a la que los ciudadanos se tienen que enfrentar: las artroplastias de cadera y rodilla. Se calcula que en España más de siete millones de personas padecen artrosis en España, siendo esta patología la primera causa de incapacidad permanente. Una operación que suele ser costosa y dolorosa que gracias al robot Mako Smart Robotics, basado en la cirugía en una planificación tridemensional, verá reducido los días de estar en postoperatorio y el dolor durante la intervención.
El centro vallisoletano es el primer centro público del país en disponer de esta versión, una versión que permite la implantación tanto de prótesis de cadera como de rodilla, y cuarto en España en incorporar esta tecnología. La lista de espera para esta intervención es de 220 personas, mientras que se hacen 400 operaciones al año. Así, el paciente que tenga que enfrentarse a esta operación verá reducido el tiempo de estar en el hospital, que puede ser de tres días, y el dolor en el proceso. El caso del primer paciente operado en Valladolid ha supuesto que cinco días ya esté haciendo vida normal.
La compra del equipo fue aprobada el mes pasado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León y ha supuesto una inversión de 1,09 millones de euros. Según las estimaciones previas realizadas en hospitales de Estados Unidos, gracias a este robot el ahorro de la Seguridad Social en cada operación es de 2.000 dólares frente a la operación manual de toda la vida.
El equipo quirúrgico coordinado por el jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, el doctor David Noriega, ha presentado los resultados de la primera intervención llevada a cabo y ha estado presente el paciente Enrique Valverde, que tras ser operado el viernes, ya estaba "haciendo vida normal" en el acto. "Me encuentro muy bien, pero gracias a los grandes profesionales que tenemos. Espero que estos profesionales sean reconocidos a nivel mundial porque se lo merecen", ha agradecido.
Estas operaciones tienen un importante impacto en los presupuestos de los hospitales, por lo que se verá un gran beneficio. “Es una inversión, no un gasto”, asegura el jefe de servicios de Cirugía Ortopédica y Traumatología, David Noriega.
La mano humana
Los doctores Vega y Del Canto han sido los encargados de realizar la operación. Para ellos, este robot es el presente, y el futuro estará “basado en otras plataformas”. Pero ambos han querido mandar un mensaje de agradecimiento a los profesionales médicos. “Al final, los robots no hacen nada, necesitan la mano de obra humana”.
Para el jefe de la Unidad, Aurelio Vega, este robot ha demostrado que los niveles de eficacia son “muy grandes”. “La impresión es que se puede mejorar, tanto la estancia, como con el sufrimiento del paciente en dolor y en paciente”. robótica nos va a ayudar. El que dirige es el cirujano, pero afinamos los instrumentos con nuestras manos.
Es precisamente en el postoperatorio inmediato donde este robot ha demostrado algunas de sus principales ventajas, ya que la precisión del brazo robótico permite hacer cirugías menos traumáticas que suponen una mejor recuperación posterior en términos de menor sangrado, menor dolor, disminución de la necesidad de consumo de analgésicos, disminución de los días de ingreso en el hospital después de la cirugía y menor necesidad de sesiones posteriores de rehabilitación. La tecnología háptica guía al cirujano para que corte con precisión exclusivamente lo que se ha planificado para ese enfermo concreto. Para algunos pacientes, esto supone la preservación de tejido blando; para otros, se traduce en la conservación de hueso sano.