Ha pasado una semana ya desde que el pasado domingo, 18 de diciembre, las peores noticias se confirmasen. La avioneta ultraligera que desaparecía un día antes, y que salió del aeródromo de la localidad vallisoletana de Matilla de los Caños, era localizada en el río Duero, a su paso por el término municipal de Villamarciel.

Las primeras hipótesis apuntan al choque con un cable que atravesaba el río en el punto en que la avioneta fue hallada. En ella viajaban dos personas. Dos pilotos experimentados. Por un lado, la hija de los propietarios del aeródromo, cuyo cadáver era rescatado un día después y Guillermo Álvarez, teniente de alcalde de Geria y concejal de Urbanismo de la localidad vallisoletana.

La búsqueda de Guillermo se ha prolongado en los últimos días. Se le ha buscado 30 kilómetros más allá de donde se produjo el accidente, pero nada se sabe aún de su paradero.

Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Castilla y León aseguran que este domingo, 25 de diciembre, el Seprona está rastreando las orillas del río Duero. En este día de Navidad no están actuando ni los helicópteros ni las unidades caninas.

Los esfuerzos siguen para dar con el paradero de Guillermo una semana después.

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