Traspinedo es un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid que se ubica a unos 20 minutos en coche de la capital. Lugar del que se decía que estaba “tras los pinos”, de ahí el nombre, que se sitúa en pleno valle del arroyo Valcorba, al que le quedan unos pequeños coletazos para llegar al Duero, que es el punto y final de su recorrido por un territorio íntegramente vallisoletano.
Cuenta en la actualidad con una población de 1.201 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y con varios restaurantes que ponen de relieve uno de los manjares de la cocina castellana como es el pincho de lechazo. Miles de vecinos y turistas lo degustan a la brasa cada año.
Pero la vida en la localidad vallisoletana no es la misma desde el pasado 13 de enero de 2022. Entrar en el pueblo es palpar la tristeza por la ausencia de Esther López, una joven de 35 años que desapareció ese día y cuyo cuerpo sin vida era hallado unas semanas más tarde, concretamente el 5 de febrero, en una cuneta ubicada en la N-122.
Hoy se cumple un año desde que la de Traspinedo salía de casa a eso de las 20.00 horas del 12 de enero para ver la final de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Barcelona en un bar junto a otros amigos. Tras el mismo salieron del bar para celebrar la victoria merengue y, sobre las 2.30 horas de la madrugada del 13 de enero ya, el principal sospechoso del caso dejó a la joven en el entorno del Restaurante La Maña. A partir de ahí, nada se sabe de Esther López y su caso busca una resolución, 365 días después.
“Hoy en día es evidente que existe un sospechoso principal por encima entre los tres investigados. No cabe duda de que el cúmulo de indicios contra esa persona provocará la apertura de juicio y será allí donde éste tendrá que probar su relación con los hechos o no”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León el abogado de la familia de la fallecida, Guillermo Ruiz Blay.
A nuestra llegada al pueblo vallisoletano en un día lluvioso en la provincia pucelana nos cuesta encontrar a un vecino que hable sobre el caso. Ni el carnicero, ni la peluquera, ni dos personas de avanzada edad quieren dar declaraciones. “No queremos meternos en jaleos”, apuntan para evitar ser preguntados.
En nuestro andar entramos al Mesón Asador Molinero. Allí Elena, la dueña del mismo y “familiar lejana” de la fallecida, como ella misma asegura, nos atiende. “Se nota, sobre todo entre la juventud, que hay una tristeza enorme y también entre el pueblo en general”, nos confiesa, para añadir que “queremos que se haga justicia para que la familia deje de sufrir”. Todo un año después.
Una desaparición con un final trágico
“Ha sido un suceso muy trágico. Nunca te esperas que pueda ocurrir en tu localidad. Fueron días y semanas de mucha tensión. Tanto durante la búsqueda como cuando se encuentra el cuerpo de Esther. Es una noticia que hizo que todos nos derrumbáramos. Un año después seguimos con la incertidumbre y la esperanza de saber lo que ocurrió y que el caso se resuelva”, confiesa el alcalde de Traspinedo, Javier Fernández.
En nuestra visita al consistorio de la localidad vallisoletana podemos divisar los carteles que siguen presentes y la memoria de la joven de 35 años. El primer edil nos explica cómo se vivieron esos días y la cronología de los mismos. Todos los medios, tanto locales como nacionales, visitaban el pueblo en busca de novedades durante aquel mes de enero del año pasado.
Los familiares denunciaron la desaparición el martes, 18 de enero, y ese mismo día el Ayuntamiento convoca una batida, a eso de las 15.30 horas, para dar con el paradero de Esther. “La primera fue a nivel popular. Íbamos por los lugares en los que había constancia de que podía haber desaparecido en la vía de servicio de la N-122, entre El Romeral y La Maña”. Luego todo se organizó por parte de la Guardia Civil y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las batidas se sucedieron.
Todo hasta ese fatídico 5 de febrero. Un paseante encuentra un cadáver en una cuneta de la N-122 y da aviso a la Guardia Civil. Horas después, la autopsia confirma que el cuerpo sin vida es el de Esther López tras 24 días desaparecida. Se mantienen abiertas todas las líneas de investigación para esclarecer lo ocurrido. Una investigación que llega hasta nuestros días.
El día después, ese domingo 6 de febrero, fue muy duro en Traspinedo. Se convoca un pleno extraordinario. Se decretan tres días de luto y el municipio calla con cinco minutos de silencio cargados de dolor. “Fue muy triste y desolador. Es algo muy duro para un pueblo como el nuestro. Estuvimos hombro con hombro con la familia. Lo estaba pasando fatal”, asegura Fernández emocionado.
La investigación y dos informes
La investigación para sacar a la luz lo que había ocurrido continuó. Tras la detención de Ramón G., todo se centró en Óscar S. La Guardia Civil registraba la casa del principal sospechoso del caso en el mes de abril y el 25 de ese mes comparecía para declarar en el Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid.
Ese día, tanto la titular del juzgado, Soledad Ortega, como la Fiscalía, rechazaban la petición de la acusación particular de la familia de decretar prisión provisional para Óscar S.. De forma subsidiaria también cárcel bajo fianza de 60.000 euros o su detención por un plazo de tres días.
Tras esto, la investigación ha seguido avanzando. La jueza, el pasado 23 de diciembre, acordaba una prórroga de seis meses en la causa abierta por el fallecimiento de la joven de 35 años a la espera de recibir diligencias de investigación que están acordadas en el proceso.
En concreto de dos informes. Por un lado, el que solicitó el pasado 7 de octubre de 2022 a la empresa de ingeniería Seguridad Vial ISV para confirmar que era Óscar, con su Volkswagen T-ROC, el que estuvo entre las 15.18 y las 15.35 en la estación de Servicio Gasexpress ubicada en la Avenida de Zamora de la capital del Pisuerga el 13 de enero.
Y otro en el que Soledad Ortega solicita, en una providencia fechada en el mismo día, la práctica de los estudios dirigidos a determinar “el origen y la naturaleza” de los restos biológicos que aparecieron en la chaqueta y el vehículo del principal sospechoso.
“El caso está en la fase final de instrucción. Estamos a la espera de unos pocos informes más que concluyan con todo el trabajo que ha hecho la Guardia Civil en una investigación que acabará siendo objeto de estudio por haber sido tremendamente minuciosa y en el que se han utilizado muchos medios para saber qué ocurrió esa noche de enero”, explica Guillermo Ruiz Blay.
El abogado de la familia asegura que “todo el comportamiento de Óscar a lo largo de estos meses ha sido raro” y añade que “no se entienden determinadas cosas” como que sea “la persona se vincula a la búsqueda y diga que él es el que hace de enlace con la Guardia Civil. Añade que “tampoco es normal que el vehículo que utiliza estuviera tan limpio como estaba” y finaliza asegurando que “tampoco lo es” la actividad tecnológica que ha llevado a cabo “borrando la centralita del vehículo que utiliza”, en algo que es “sumamente complejo”, apunta.
Muchas pruebas y una apertura de juicio
Son cada vez más las pruebas que ponen contra las cuerdas al principal sospechoso del caso: Óscar S. El pasado 18 de diciembre, EL ESPAÑOL de Castilla y León hacía referencia a un extenso informe de 146 páginas, firmado a 29 de noviembre de 2022, que la jueza solicitaba al Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo (GATO) de la Unión Central Operativa (UCO) que contaba con once conclusiones.
Un informe que no se basaba en los posicionamientos de los móviles de Óscar y Esther, sino que tomaba como referencia un elemento que puede resultar clave para resolver este rompecabezas, como es el número de IMSI vinculado al Volkswagen T-ROC utilizado por el principal sospechoso del caso.
Mobile Subscriber Identity, son las siglas de IMSI. Son 15 dígitos que componen una especie de tarjeta SIM de un vehículo. Pese a que la centralita del sistema informático del coche de Óscar fue borrada hasta en dos ocasiones, el principal sospechoso no contaba con este elemento que ha servido a la Guardia Civil de “chivato” para conocer al detalle todos los movimientos del varón, de forma milimétrica.
Con esto, el informe al que tuvo acceso este periódico apunta en la novena conclusión que entre las 15.15:27 horas y las 15.37:11 horas del 13 de enero, la ubicación de la IMSI de su coche “es compatible”, con su presencia en las proximidades de la gasolinera GasExpress situada en la avenida de Zamora de Valladolid.
Mientras que en la undécima conclusión se apunta que a las 21.59:23 horas del 13 de enero la ubicación del dispositivo asociado IMSI al T-Roc de Óscar “es compatible” con su presencia en Traspinedo y con parte del Polígono Industrial TuDuero y “también con el punto de interés E donde apareció el cadáver de Esther López”, añade el escrito. Incluso otro apunta a que buscó esa ubicación con su teléfono móvil antes de acudir al lugar.
“Tanto la prueba de la SIM como la de sus búsquedas en Internet se vienen a añadir a otros muchos indicios que apuntan a una persona muy especialmente entre las tres que siguen siendo investigadas”, asegura Guillermo Ruiz Blay, que explica que “no cabe duda de que el cúmulo de indicios contra Óscar provocará la apertura del juicio” y será en el mismo en el que “tendrá que probar su relación con los hechos o no”, añade.
El letrado de la familia añade que para él “el caso de Esther López ya está resuelto” porque “nunca vamos a poder saber lo que sucedió en la intimidad” entre los dos protagonistas. “Solo estaban ellos dos y, por desgracia, una de ellas apareció fallecida con posterioridad”, explica.
Blay apunta que la Guardia Civil “ha conseguido ya una verdad sobre el caso” por lo que “podemos entender que está resuelto” aunque cuestión diferente es que “esto valga para condenar a una persona”. “Esto se verá en un juicio solamente”, finaliza.
El dolor de una familia hundida y una concentración pidiendo “justicia” en Valladolid
El abogado explica, además, que la familia está “afligida” y que todos y cada uno de sus miembros “han sufrido alguna dolencia derivada del estrés y la ansiedad por este asunto”, informa, para asegurar que “es admirable la entereza” con la que se muestran en público con el fin de “mantener viva la llama y conseguir para Esther un proceso justo y una solución”.
Para mantener este fuego vivo, el Ayuntamiento de Traspinedo, en colaboración con la familia de la fallecida, han programado un acto cada mes en el que se recordaba a Esther y en el que se pedía “justicia” para ella. En esta ocasión y con motivo del cumplimiento del año desde su desaparición se trasladarán hasta Valladolid, concretamente hasta la Plaza de Portugalete, el domingo 15 de enero para hacer más grande aún su reivindicación.
“La familia ha decidido celebrar este acto en la capital. Por un lado, para recordarla y por el otro para seguir pidiendo justicia. El Ayuntamiento lo ha acogido bien y vamos a ayudarles en todo. Habrá más gente. Tanto personas que se identifiquen con la familia, como asociaciones de mujeres y feministas”, explica Javier Fernández, alcalde de Traspinedo.
El regidor recuerda aún con brillo en los ojos a Esther. “Era una chica muy simpática y siempre tenía una sonrisa”, apunta. Siempre con su familia y con sus amigos. Una chica alegre… la de la sonrisa infinita, decían.
Un año después, la vida sigue y Traspinedo busca volver a una normalidad que nunca será igual. Pero primero quieren saber lo que de verdad pasó aquella fatídica madrugada del 13 de enero, hace ya 365 días.