La memoria histórica se ha convertido en los últimos meses en el principal foco de tensión en el seno del Ejecutivo de PP y Vox en Castilla y León. Después del anuncio, tras conformarse el pacto, de que se sustituiría el decreto de Memoria Histórica por uno de Concordia, esta intención ha quedado, por ahora, en papel mojado y la formación de Juan García-Gallardo ha lanzado un órdago a los populares. La formación ha solicitado declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) un total de 190 vestigios de la guerra civil y del franquismo que se encuentran "amenazados por la Ley de Memoria Democrática".
Una pretensión que, una vez sea aceptada por la Consejería de Cultura –en manos de Vox– se llevará al pleno de las Cortes como Proposición No de Ley (PNL), obligando al PP a retratarse sobre esta cuestión. Del total de 190 bienes que pretende proteger Vox, 62 se encuentran en la provincia de Valladolid y, entre ellos, destacan algunos de especial importancia como el mausoleo de Onésimo Redondo, fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), y el azulejo dedicado a Francisco Franco en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid.
El mausoleo de Onésimo Redondo
El mausoleo a Onésimo Redondo, fundador de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica (JCAH) y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) en 1931 –que fueron el germen de Falange Española y el primer grupo español de inspiración fascista– se encuentra en el Cementerio del Carmen de Valladolid. Allí fueron depositados los restos del dirigente falangista el 13 de junio de 1941, cinco años después de su muerte al inicio de la guerra civil.
El imponente monumento ocupa un lugar preminente en la zona noble del cementerio, presidiendo el espacio donde se ubica el pabellón de los hombres ilustres, y fue inaugurado en un acto multitudinario que presidió el entonces ministro de Trabajo, José Antonio Girón de Velasco, que da nombre todavía en la actualidad a un barrio de Valladolid y que también se encuentra enterrado en El Carmen.
Onésimo Redondo fue el impulsor en Valladolid del primer grupúsculo de inspiración fascista español, las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica (JCAH), en junio de 1931, que en el mes de octubre de ese año –tras su fusión con el grupo de Ramiro Ledesma Ramos en Madrid– desembocaron en las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS).
El 4 de marzo de 1934, las JONS se unificaron con Falange Española –partido fundado pocos meses antes por José Antonio Primo de Rivera– en un gran acto que tuvo lugar en el Teatro Calderón de Valladolid. Onésimo Redondo tuvo en papel preponderante en el nuevo partido, cada vez más favorable a una insurrección contra la II República, y fue encarcelado por ello en marzo de 1936.
Tras ser liberado en julio, tras el estallido de la guerra civil, se puso al frente de una columna de militantes falangistas que tenía como objetivo dirigirse a Madrid, pero tras pasar por el municipio segoviano de Labajos, después de confundir a un grupo de milicianos anarquistas con miembros del bando nacional, murió abatido a tiros el día 24 de julio. Falleció, por tanto, una semana después de estallar la contienda. Cuatro años después, sus restos fueron sepultados en el Cementerio del Carmen.
El azulejo dedicado a Francisco Franco
El azulejo dedicado al dictador Francisco Franco en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid es otro de los vestigios de la provincia que Vox ha incluido en su lista para que sea protegido como Bien de Interés Cultural (BIC). Se trata de una placa instalada en el año 1944, cinco años después de finalizar la guerra civil, en agradecimiento a Franco por su apoyo en la reconstrucción de la Universidad de Valladolid después del incendio de 1939.
La Universidad de Valladolid ya anticipó hace dos meses que estaba estudiando la eliminación de este vestigio franquista. El vicerrector de Infraestructuras, Patrimonio y Sostenibilidad, Julio Grijalba Bengoetxea, aseguraba que la eliminación del mismo se produciría "lo antes posible" y que la decisión se había meditado incluso antes de la aprobación de la Ley de Memoria Democrática.
De hecho, en virtud de la Ley de Memoria Histórica del año 2007, aprobada bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se eliminó en 2012 un escudó con el Águila de San Juan –el escudo vigente durante el periodo franquista– que se encontraba situado junto a las escaleras de la Facultad. Francisco Franco Bahamonde gobernó España ininterrumpidamente entre abril de 1939 y noviembre de 1975 bajo un régimen dictatorial nacionalcatólico cuyos vestigios históricos son el principal objetivo tanto de la Ley de Memoria Histórica de 2007 como de la actual Ley de Memoria Democrática.
Otros vestigios
En el resto de provincias de Castilla y León, destacan algunos otros elementos, sobre todo lápidas y escudos, que Vox quiere proteger para evitar que sean retirados en virtud de la Ley de Memoria Democrática. En Salamanca, hay que destacar el imponente escudo del Águila de San Juan ubicado en el edificio de Correos, en Gran Vía número 10. También otros tres escudos sitos en calle Brocense, 1, en Rector Lucena, 29, y en San Bernardo. Además de una placa conmemorativa en la Plaza Juan XXIII.
En Segovia, destaca en el municipio de Labajos, en el que cayó abatido a tiros Onésimo Redondo en 1936, el monumento arquitectónico en recuerdo del dirigente falangista que está presidido por una imponente cruz y que ha sido vandalizado en multitud de ocasiones. También es destacable, en el municipio soriano de San Leonardo de Yagüe el conjunto monumental en honor al general franquista Juan Yagüe, que da nombre al municipio.
En el municipio burgalés de Soncillos, Vox pretende proteger la pirámide que recuerda a los soldados italianos que llegaron a España para combatir del lado de Franco, enviados por el régimen fascista de Benito Mussolini, y que cayeron en la guerra civil.
El resto de los 190 vestigios son, en su mayoría, placas en recuerdo a los caídos del bando nacional ubicadas en diferentes municipios de las diferentes provincias, cruces con distintos elementos epigráficos y heráldicos vinculados al periodo franquista y lápidas también con nombres de soldados sublevados caídos en la contienda. Vox tiene la intención de proteger estos bienes y será el PP el que decidirá, con su voto afirmativo o negativo en el pleno en el que se presente la iniciativa, si da luz verde a la propuesta y rompe con su tradicional política en materia de memoria histórica en la Comunidad.