A la familia de Paloma e India le ha cambiado la vida desde este lunes, 23 de enero. Todo después del doble crimen que se produjo, pasadas las 3.00 horas de la mañana en la vivienda ubicada en el Paseo de Zorrilla de la ciudad del Pisuerga, concretamente en el número 66 de esa céntrica vía de la capital.
David Maroto, un hombre de 44 años nacido en Tudela de Duero, acababa con la vida de Paloma, con la que mantenía una relación de menos de medio año, y también con su hija India, de solo 8 años y que cursaba 3º de Primaria en el Colegio Pinoalbar. El centro educativo está destrozado tras los hechos.
También lo está la hermana y tía de las asesinadas. María Pinedo atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León con la voz entrecortada y al borde del llanto. Todo apenas 72 horas después de que se produjeran unos hechos que han teñido de luto a todo el país, pero en concreto a la ciudad pucelana.
“Estamos devastados. De esto no nos vamos a recuperar en la vida. Estamos todos unidos para superar este dolor. Mi madre, Pepe, que es el padre de la niña… todos. Vamos a luchar hasta el último día para hacer justicia”, señala nuestra entrevistada. La familia dio ayer su último adiós a Paloma e India, con un dolor difícil de explicar.
María Pinedo nos cuenta que la familia se enteró porque “recibió una llamada de la Policía de madrugada” en que les informaban de que “no localizaban a mi hermana”. Después, todo se tiñó de luto tras conocerse la noticia del doble asesinato.
“Paloma era una persona buenísima. Nadie puede decir que tenga un mal recuerdo de ella porque era una persona amable y generosa. Una madre maravillosa”, asegura en declaraciones a este periódico hablando de su hermana. Sobre India, una pequeña risueña y que estaba a punto de hacer la primera comunión, le cuesta articular palabra.
Nuestra entrevistada añade que Paloma no conocía los antecedentes de David Maroto. “Nos han llegado informaciones de la vida anterior de esta persona. Tenía otra pareja que se tuvo que ir del pueblo porque era un acosador”, afirma.
Además, nos confiesa, sobre el presunto asesino, que han estado hablando con psicólogos que han dicho a la familia que esta persona es “un psicópata de libro”. “Es un psicópata, pero mi hermana no lo vio a tiempo”, añade.
Además, asegura que David era “un embaucador” y “un mentiroso compulsivo”. “A mi madre la engañó. Le ayudaba con cosas de casa y recados”. Además, asegura que el presunto asesino nunca ha trabajado dentro de Comercial F. Pinedo y que se han enterado de que “tiene ocho años cotizados en la Seguridad Social”. “Nos decía que tenía una empresa de grúa y era mentira”, explica, para finalizar añadiendo que “tenía una vida ficticia”.
La familia de Paloma e India está preparando una manifestación para el próximo domingo, 5 de febrero en Valladolid. “Vamos a pedir la prisión permanente revisable y la máxima condena para un crimen que ha sido atroz”, finaliza nuestra entrevistada.
Un dolor infinito tras un cruel crimen en Valladolid y una familia rota.