Crónicas gastronómicas pucelanas con amigos en cumpleaños

Con dos días de antelación nos avisó nuestro amigo César Lomas: “es mi cumpleaños, el miércoles comemos; invito yo”. Era el mensaje que la cabeza visible del Argales 2 nos envió a los amigos habituales, más otros compromisos de Lomas que llegaron desde Saldaña. Alegría plena.

Y es que Lomas conoce al dedillo los gustos de cada uno de sus amigos, no en vano los almuerzos se suceden cada semana; lo dice el refrán: “en la mesa y en el juego se conoce al caballero”.

César Lomas, un leonés de pro, pero pucelano de devoción

Este Leonés, que se afincó en Pucela para vestir el caqui de la mili allá por los años 70, fue bien recibido por la sociedad de la época. Y él supo adaptarse a los tiempos tras recorrer con su furgoneta las tiendas de pueblo en pueblo, suministrando los dulces desde el negocio de mayor de los hermanos (Elicio) bajo la marca “Parsins”.

El grupo de amigos que celebramos el cumpleaños de César Lomas

Tocó la hostelería y en ella se quedó hasta ahora. Y lo que le queda; porque César Lomas senior tiene cuerda para rato. Tipo amable, callado y reservado, pero conocedor del ser humano sin haber estudiado Psicología. La hostelería te lleva a estos conocimientos. Hombre generoso, con buen corazón y volcado en muchos aspectos sociales, le ha llevado a coleccionar amigos.

Dicho esto, y habiéndole cantado a César lo del cumple, vamos a narrarles los diversos platos que devoramos con auténtica fruición. Porque realmente fue un almuerzo lleno de suntuosidad, como diría un experto: delicatesen, lo que traducido a la RAE serían alimentos selectos. O lo que es lo mismo: lo que nos puso César en el almuerzo estaba cojonudo…

Txangurro y bogavante

Lo primero que nos llegó en forma de aperitivo fue una cazuelita de txangurro. A continuación, y siguiendo en el tono marisquero, nos sirvieron cuatro fuentes (éramos doce amigos) con una rodajas de bogavante en salsa americana.

Los bogavantes en salsa americana resultaron muy apreciados

Los sabrosos riñoncitos y mollejas de lechazo a la plancha

Era para variar: marisco-carne-pescado. Los deliciosos riñoncitos y las mollejas a la plancha, adornadas, con ajo y perejil fueron de diez. Nota alta la de este plato, con un producto fresquísimo.

No es un espejismo, son unos riñoncitos y mollejas de lechazo de una exquisitez plena

Cogote de merluza en dos variantes

Primero nos llegaron cuatro fuentes de cogotes troceados y fritos, más luego repitieron pero a la plancha, con su ajito y perejil y una salsa que no adiviné el sabor. Unas fuentes de maruja, a la que aliñamos al gusto, nos sirvió para digerir mejor el exquisito y abundante yantar. Ello nos permitió acordarnos de Don Quijote: ““El que bien come y bien digiere, sólo de viejo se muere”. Unas cestas con mandarinas y plátanos culminaron este fabuloso almuerzo que, por mor de nuestro anfitrión y su cumple, nos salió por la patilla…

Ah, no me acordaba que Poveda, nuestro hombre de las flores y plantas, le sugirió a César uno de los postres caseros que elabora el restaurante como es la tarta de queso con nata; dulcísimo y de agradable comer resultó. Todo ello se regó ampliamente con unos magnum de tinto ribereño y blanco rodense. Los cafés y a la partida, cuestión esta de la que salí triunfante.

Gracias, César, y ¡Felicidades de nuevo!

Los cogotes de merluza en dos variantes a la plancha y en salsa