El sindicato CSIF se concentra este miércoles, 8 de marzo y Día Internacional de la Mujer. Lo hace simbólicamente frente a todas sus sedes de Castilla y León con la lectura de un manifiesto. Todo para denunciar las “dificultades” que sufren las mujeres en el entorno laboral, la falta de conciliación, o con la corresponsabilidad en el foco de estas protestas.
En un día en el que todas las mujeres del mundo son protagonistas. Una jornada que está dedicada a esa lucha por la igualdad, la participación y el empoderamiento de las féminas en todos los ámbitos de la sociedad. Se han hecho cosas, pero queda un largo camino para alcanzar esa ansiada igualdad real.
EL ESPAÑOL de Castilla y León, en este día tan especial, charla con Lorena Aide Téllez. Una cubana de 26 años de edad que aterrizó en España hace ya casi siete años. Todo para jugar, primero, en el Club Balonmano La Calzada, en Gijón, durante tres temporadas: (Del 2017 al 2020) antes de llegar a Valladolid. En el Aula afronta su cuarta campaña.
La cubana (nacida el 26 de noviembre de 1996 en Santiago de Cuba) ha sido madre hace escasos cinco meses, y nos cuenta como consigue conciliar su trabajo: el balonmano, con el cuidado de la pequeña.
Una persona “humilde”
“Me defino como una mujer luchadora, que no se rinde. Me marco un objetivo e intento cumplirlo. Si veo que no lo consigo, lucho hasta lograrlo. Soy una persona humilde, noble y trabajadora”, confiesa la jugadora del Aula Valladolid en declaraciones a este periódico, definiéndose como persona.
Lorena, amante de la lectura, pasó su infancia en Santiago de Cuba. A los 12 años comenzó a practicar atletismo, pero un entrenador de balonmano le invitó a practicar un deporte que la enamoró desde el primer momento. Primero jugó en equipos cubanos. También en la selección de su país. De ahí hasta que saltó el charco, cuando tenía 18 años, para llegar a Portugal.
Su primer equipo allí fue el Madera Sat, como nos explica. Después recaló en el Sir 1 Maio, en la temporada 16/17 y de ahí a Gijón, para jugar en el Club Balonmano La Calzada. Asegura que fue “creciendo” como jugadora y que “mejoró”, lo que le hizo llegar a nuestro país.
“Me ofrecieron jugar en varios países pero elegí España por el idioma. Quería crecer en el país y establecerme aquí para formar mi proyecto de vida”, asegura.
Su llegada a Valladolid y el nacimiento de la pequeña Aila Chloé
“Recuerdo con mucho cariño cuando llegué a Valladolid. Me presentaron como un gran fichaje y estaba muy contenta. A mi llegada vi un gran grupo de compañeras, también el cuerpo técnico con Miguel Ángel Peñas a la cabeza. Fue un momento muy feliz”, confiesa nuestra entrevistada recordando su llegada a la ciudad del Pisuerga.
En su primera temporada completa, la 20-21, disputó 22 partidos ligueros, con 66 goles. Hizo otros 22 en los cinco que disputó de Copa. En la 21-22, en 11 partidos, marcó 42 tantos en el campeonato doméstico y otros 8 en dos partidos coperos. La temporada pasada estuvo marcada por un embarazo que ha cambiado su vida.
“Recuerdo cuando me tocó parar. Fue complicado. Estaba feliz por el hecho de que iba a tener una pequeña bebé pero mi vida cambiaba totalmente. De entrenar y jugar a estar en casa. Me costaba ver a mis compañeras y yo no poder ayudar. Entré en depresión, pero comprendí que si quería tener a mi hija debía pasar por esto”, añade la cubana, hablando de cuando, en febrero del 2022, tuvo que abandonar la actividad para centrarse en su embarazo. Volvería a las pistas en diciembre del mismo año.
Todo ya con Aila Chloé en brazos. Nació el 23 de septiembre del pasado. La llegada de la pequeña ha supuesto “un cambio radical en su vida”. Ahora tiene que pasar la mayor parte del día “pendiente de ella y cuidándola”. “Lo es todo, es mi vida. De no ser por ella, no habría sido posible descubrir lo fuerte que soy”, matiza emocionada.
El arte de conciliar y más ayudas
Pero no es oro todo lo que reluce. A pesar de que Lorena Téllez pone todo su esfuerzo en conciliar el tiempo que dedica a su hija y el que quiere dedicar a su pasión, el balonmano. Y eso que cuenta con la inestimable ayuda de su marido y padre de la criatura.
“Se me hace difícil, en ocasiones, conciliar. El padre trabaja y entrena. Él la recoge cuando yo no puedo y nos turnamos. Conciliar es complicado si no tienes a nadie. Siempre deberíamos de contar con una ayuda por detrás”, confiesa nuestra protagonista, que añade que para compaginar el ser madre con el deporte profesional “tiene que haber apoyos”.
Sobre este 8-M, Día Internacional de la Mujer, Lorena Téllez apuesta por “recalcar el valor y el empoderamiento de la mujer” aunque asegura que “todos los días deberían de ser protagonistas” y que no lo celebrará de manera especial, solo “cambiando pañales”. “Todavía queda un camino largo por recorrer, pero se progresa. Ahora se dan más oportunidades a las mujeres”, señala.
La jugadora del Aula Valladolid piensa en el día a día y vive para su familia y su pequeña hija. Ella quiere mejorar y volver a ser la jugadora de antes del embarazo.
Un ejemplo de vida y de intentar conciliar. Aunque sea complicado.