La pasada semana, Inés López, la hermana de Esther, publicaba a través de sus redes sociales un vídeo con una pancarta que unos ciudadanos anónimos dejaban en una zona cercana a la curva de la N-122 en la que el pasado 5 de febrero del año 2022 aparecía el cadáver de la joven de 35 años. Una pancarta en la que se exigía “justicia para Esther”.

“¡Gracias! Sois muy importantes para poder seguir respirando en esta batalla infernal. Ser libre no tiene que ver con ser inocente. Tiempo al tiempo”, aseguraba la hermana de Esther a través de su perfil de Twitter el pasado 28 de febrero.

Este mismo miércoles, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la hermana de la fallecida se preguntaba “cómo se celebra el día de la mujer” cuando “asesinan a tu hermana” y “su asesino sigue libre después de más de un año”. Añadía, además, que “luchar, luchamos, pero necesitamos oídos que escuchen al otro lado”.

Un mes más, la localidad vallisoletana de Traspinedo, va a recordar a su vecina. Va a pedir justicia, de nuevo. Lo viene haciendo desde el hallazgo del cadáver aquel fatídico primer sábado del mes de febrero del pasado año.

Será este domingo, 12 de marzo, a las 13.00 horas, en la Plaza Mayor del pueblo. “Justicia para Esther y su familia”, nombran al acto en recuerdo de la joven y para apoyar a una familia que sigue devastada por el dolor.

Más de un año de investigación

El pasado 13 de enero del año 2022 se confirmaba la desaparición de Esther López. Tras días de búsqueda y batidas la peor de las noticias se hacía real el 5 de febrero cuando el cuerpo sin vida de Esther era hallado en una cuneta de la N-122.

A partir de ahí arrancó una investigación de la que se ha encargado el Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid. A mediados de febrero la jueza recibió dos importantes informes que estrechaban el cerco contra Óscar S., el principal sospechoso del caso.

Sin embargo, la defensa de éste pedía a la magistrada, en un escrito fechado a 6 de febrero de 2023un estudio sobre los “dispositivos que se conectaron a las antenas, gps, routers a las que lo hizo el teléfono de Esther” entre “las 3.00 y las 10.00 horas”. Todo para “poder verificar si algún otro usuario del entorno de Esther o vehículo estaba en la zona o conectado a las mismas”.

Aún queda por conocerse el resultado de este estudio en una instrucción que parece tocar a su fin, más de un año después de la desaparición y la muerte de Esther López.