El joven que convirtió el grito de enfado de su hermana en una marca de ropa que da trabajo a las personas con discapacidad
Este vallisoletano quiere con Akalipe "dar en la tecla correcta y mostrar su potencial" para que tengan una oportunidad en el mundo laboral ya que cree que "tienen poca voz"
11 marzo, 2023 07:00Con tan solo 22 años, el joven vallisoletano Miki Martín Larrañaga tiene claro que su objetivo es ayudar a las personas con discapacidad. Él tiene una hermana llamada Carlota, de 19 años, que padece encefalopatía epiléptica y en la familia siempre han pensado en el futuro incierto que podría tener. “Me gusta emprender y desde pequeño me he dado cuenta de que estas personas están poco incluidas en la sociedad”, afirma.
Actualmente es estudiante de LEINN -Liderazgo Emprendedor e Innovación-. En esta carrera les mandan crear una empresa e ir haciendo proyectos, y qué mejor que poder hacer uno para ayudar a una de las personas más importantes de su vida: su hermana. “Quería hacer algo para garantizarle el futuro económico”, este es uno de los “miedos” que tienen los familiares de personas con discapacidad.
El principal objetivo que tiene es “dar voz” y “mostrar el potencial” que tienen: “Están muy poco incluidas en la sociedad, tienen poca voz. Es cierto que con el paso del tiempo van teniendo algo más, pero les falta aún. Lo que buscamos es dar en la tecla correcta para dar el salto a que tengan una oportunidad en el mundo laboral y sean incluidas por la sociedad”.
Para ello ha decidido lanzarse con Akalipe, una empresa dedicada a la venta de camisetas; aunque su lema es: ‘No vendemos camisetas, contamos historias’. El nombre es el grito de enfado de su hermana. “Cuando lo dice, ya sabemos que está molesta, la dejamos en paz una hora y luego se le pasa”, asegura. Una palabra que han buscado con el fin de que “sean las personas con discapacidad las grandes protagonistas del proyecto y puedan plasmar su creatividad mediante dibujos”.
Con esta marca quieren demostrar que “los universitarios y las personas con discapacidad pueden trabajar mano a mano y formar un equipo”. El trabajo es mutuo. Las personas con discapacidad hacen los diseños de las camisetas y los universitarios se encargan de plasmarlos, sacarlos a la web y su venta. Por ahora, las creaciones que realizan son libres para que “se vayan adaptando al ritmo de trabajo”, pero en un futuro habrá “colecciones”.
Ahora mismo son seis los diseñadores que hay, que padecen distintas enfermedades como Síndrome de Down o Autismo, entre otras, y tres universitarios: Miki, Laura y Sergio. Tienen claro que “buscan transparencia”. Por ello en la página web muestran todo; el modo de trabajar o cómo se inspiran.
El primer diseño realizado a manos de Carlota, la principal protagonista de la historia ya ha salido a la venta. Miki se muestra muy contento porque la gente “está dando mucho apoyo” y están teniendo “mucho peso” nada más comenzar con la aventura.
La distribución que realizan de los beneficios está en un 33% para el diseñador y un 66% para ellos. Esta diferencia se debe a que necesitan “invertir” para continuar creciendo y desarrollando cada vez más la marca de ropa. El vallisoletano asegura que, una vez que pase el tiempo y sean más conocidos, las ganancias se repartirán a partes iguales, un 50% para ambas partes.
Un código QR lleno de emotivas reacciones
Las ideas originales no han terminado. Por si no fuera poco, en las etiquetas de las camisetas han insertado un código QR. De esta forma, cuando llegue a los clientes, podrán ver una foto del diseñador y en ese código estará disponible un vídeo de la persona con discapacidad que la ha creado y su reacción al enterarse de que han comprado su camiseta.
Todo ello con el fin de “poder conectar un poco más” a las personas que forman parte de Akalipe con los clientes.