“Hoy nos han comunicado que el Centro de Educación Infantil Emaús, un lugar que ha estado presente en San Pedro Regalado durante más de 60 años para ayudar a conciliar a las familias trabajadoras del barrio, cerrará sus puertas”. Así se expresa Aida de Santos, una “madre desolada” que ha comprobado como la competencia “desleal” generada por la gratuidad de la educación de 2 a 3 años en Castilla y León ha provocado que la brecha entre los centros de educación infantil se amplíe aún más, “y lugares como Emaús, que se preocupan por las personas y las familias, se ven directamente afectados”.
La razón es que la escuela no cumple con el ratio de alumnos exigido por la Consejería de Educación para que el centro se acoja a la gratuidad de la educación. En este curso en la clase de dos a tres años se solicitaba un ratio de 12 alumnos para acudir a este concierto gratuito, pero fue rechazado porque tenían seis inscritos. Aún así, los padres decidieron dar continuidad. Ahora, con la medida que también se implantará el próximo curso para los niños de 1-2 años se encuentra en la misma situación, y el centro se ha vuelto económicamente inviable. Por este motivo han decidido cerrar porque es imposible competir con otros centros que sí han llegado a los ratios y se han llevado a los niños del barrio al tener la educación gratuita. “No podemos estar todos los años mirando el ratio y es muy complicado luchar contra otros centros que son más grandes”, lamentan fuentes del centro.
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El Centro de Educación Infantil Emaús se inauguró el 1 de mayo de 1961 en un edificio de nueva construcción patrocinado por el Patronato de San Pedro Regalado y la Congregación de Misioneras de Jesús, María y José. Se encuentra ubicado en la zona norte de la ciudad de Valladolid. En el barrio de San Pedro Regalado (cercano a los barrios de España y La Rondilla), concretamente en la Calle Enrique León. Desde sus inicios han pasado por sus aulas más de 2.000 niños y niñas. Pero Emaús es algo más que un centro infantil, es la esencia de un barrio obrero que vio cómo las madres empezaban a insertarse en el mundo laboral en la década de los 60 y las monjas crearon esta guardería para que pudieran dejar a los bebés, siendo una de las dos primeras de Valladolid. El próximo 28 de julio cerrará para siempre sus puertas.
“No puedo expresar con palabras lo importante que ha sido este centro para nuestra familia y para el barrio. No solo ha sido un lugar donde nuestro hijo ha recibido una educación excepcional, sino también un lugar donde hemos encontrado ayuda y apoyo en momentos difíciles. La directora del centro, Nati, una religiosa con un espíritu joven, nos acogió desde el minuto uno con los brazos abiertos y Emaús ha sido vital para nosotros y para los más de 2.000 alumnos que se han educado allí en sus primeros pasos”, asegura Aida, el mismo sentir que el resto de los padres que ven cómo un proyecto de vida para sus pequeños se va al traste.
Cinco puestos de trabajo
Con el cierre del Centro de Educación Infantil Emaús, perderán el trabajo tres educadoras, una cocinera y una limpiadora. Además, el barrio de San Pedro Regalado se queda un poco huérfano y perderá una institución que ha sido parte integral de su tejido social. “En un momento en el que la impersonalidad y la falta de sentido de comunidad están ganando terreno en nuestras vidas, lugares como Emaús son un faro de esperanza. Mejor dicho, eran”, lamenta la madre.
Y es que este centro se ha convertido durante muchos años en punto de reunión para niños, jóvenes y mayores, ya que las hermanas de Emaús siempre tuvieron las puertas abiertas del centro. "Han hecho un trabajo impecable y forman parte de la esencia de este barrio", afirma Patricia Abarquero, presidenta de la Asociación de Vecinos San Pedro Regalado Los Viveros, y también madre de uno de los niños. Es ella la que recuerda la labor "didáctica" que han hecho con los niños, pero también hace unos cuantos años con las madres al organizar talleres de aprendizaje de oficios y, por supuesto, la labor humanitaria con los más necesitados. Por este motivo, el pasado mes de noviembre la asociación reconoció su trabajo con la concesión de un premio. "Son un pilar fundamental del barrio", apunta.
Aida De Santos manda un mensaje al presidente de la Junta, Fernández Mañueco, y a la consejera de Educación, Rocío Lucas. “Sé que la gratuidad de la educación de 2 a 3 años -y ahora la de 1 a 2 años- ha sido una gran iniciativa para muchas familias. Sin embargo, quisiera pedirle que considere la importancia de lugares como Emaús, donde la educación se basa en el amor y la dedicación a las personas. Es fácil olvidarse de que la educación infantil no es solo una cuestión de números, ratios y estadísticas, sino también de personas y de comunidades. Ellos también se merecen una ayuda, por una vez que sean ellos los que reciban en vez de dar”.
“No podemos permitir que lugares como Emaús desaparezcan en favor de una educación masiva e impersonal. Debemos luchar por la educación que se preocupa por las personas y las familias, la educación que nos une y nos ayuda a crecer juntos”, concluye.