Una placa en la Biblioteca Reina Sofía, situada en la calle Chancillería de Valladolid, recuerda a las mujeres represaliadas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Tuvieron un papel activo durante la segunda República en la lucha social, en educación, sanidad y promovieron tareas solidarias defendiendo la igualdad de género, la educación sexual y la ayuda a los más desfavorecidos.
En Valladolid capital, "muchas" mujeres con edades comprendidas entre los 15 y los 67 años fueron asesinadas extrajudicialmente, 29 identificadas, más 22 inscritas en las actas de defunción como "desconocidas", según indicó hoy CCOO. Ademá, señaló que tres fueron fusiladas después de fases judiciales, dos terminaron desaparecidas, una muerta en la cárcel y centenares encarceladas y otras "muchas" sometidas a formas de represión como incautaciones, violaciones, humillación y silencio.
"Eran sindicalistas, dirigentes políticas, obreras, maestras y mujeres que trabajaron en casa. Eran presas gubernativas, es decir, no fueron juzgadas sino puestas a disposición del gobernador civil. Estuvieron hacinadas en la cárcel vieja en condiciones "infrahumanas" conviviendo con ratas y miseria. A pesar de estas circunstancias, generaron espacios con relaciones basadas en los cuidados que le permitieron sobrevivir", explicó el sindicato.
El alcalde de la ciudad, Óscar Puente, la descubrió en un acto en el que intervinieron también el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo; la historiadora María Jesús Izquierdo, y Saturnino de la Torre, nieto de Eloísa de Castro (presidenta del Grupo Femenino Socialista). Además, asistieron el secretario general de CCOO en Castilla y León, Vicente Andrés; la secretaria de autonómica de Organización de CCOO, Sheila Mateos; el secretario de administración y finanzas, Enrique Castillejos, y el delegado de CCOO Valladolid, Raúl García, entre otros.
En abril del pasado año, el Ayuntamiento de Valladolid aprobó una moción a instancias de la Fundación Jesús Pereda de CCOO en su "firme" compromiso con la recuperación y difusión de la memoria histórica y democrática, especialmente con la vinculada al ámbito laboral y al sindicalismo. En ella se expresó la necesidad de celebrar un acto de restitución pública del personal trabajador del Ayuntamiento de Valladolid represaliado durante el franquismo, así como de toda acción destinada a la visibilización de los lugares en los que los demócratas de la ciudad resistieron o fueron represaliados por defender la legalidad tras el golpe de Estado de 1936.