El Centro Social Okupado La Molinera ha recibido una notificación judicial que informa del desalojo forzoso del edificio. El juez José María Crespo de Pablo ha firmado la orden el pasado 3 de abril y se ha establecido un plazo máximo de 20 días para su ejecución, en el que se prevé la intervención de la Policía Nacional y de la Policía Municipal. La notificación incluye la posibilidad de plantear un recurso ante la misma instancia judicial, pero desde el CSO La Molinera han decidido no hacerlo, ya que se anuncia que este no tiene carácter suspensivo y porque no confían "en la objetividad" del juez Crespo de Pablo.
En relación al caso PGOU, el comunicado del CSO La Molinera señala que el juez Crespo de Pablo "dejó pasar el tiempo para que algunas de las personas procesadas por las ilegalidades relacionadas con el Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid vieran sus causas sobreseídas tras la prescripción de los plazos. Esta modificación ilegal del PGOU permitió la construcción del hotel Marqués de la Ensenada".
Desde el CSO La Molinera se defiende el proyecto y se considera que la intervención de las personas que durante estos casi cinco años han venido gestionando el espacio ha evitado que el inmueble esté vandalizado o destruido, tal como está ocurriendo con otros edificios que conforman el patrimonio arquitectónico industrial de Castilla y León. El comunicado hace referencia al derrumbe del tejado de la fábrica de harinas de Peñafiel, reconvertida en hotel y posteriormente abandonada, y al reciente incendio de la fábrica de harinas de Aguilar de Campoo.
También acusan al Ayuntamiento de Valladolid de haberse mantenido "al margen en la búsqueda de una solución digna para este edificio, patrimonio de los vallisoletanos". El comunicado del CSO La Molinera denuncia que los nuevos propietarios han adquirido la titularidad del edificio por un millón de euros y que, aunque han sido cuestionados sobre ello, no han desvelado "en ningún momento" cuáles son sus intenciones para el edificio vallisoletano. Se expresa preocupación por el destino final del lugar, temiendo que vayan por el mismo camino que otros edificios emblemáticos que, aseguran, "han sido víctimas de la especulación o del abandono hasta su destrucción".
Finalmente, el CSO La Molinera ha indicado que han realizado un reportaje audiovisual para documentar las condiciones en que se encuentra el Centro Social y "prevenir la posibilidad de que los nuevos propietarios provoquen algún tipo de daño en el edificio e intenten responsabilizar a quienes han cuidado y gestionado el lugar como Centro Social durante estos años". En el comunicado se reitera la defensa del proyecto y se hace un llamado a la solidaridad para evitar el desalojo y continuar con la gestión colectiva del espacio.