Dicen que algo se muere en el alma cuando un amigo se va, y lo mismo sucede cuando un restaurante, de esos de comida de toda la vida, baja su persiana. Pero la jubilación, la muy merecida jubilación, llama a las puertas de Isabel Escudero que el pasado 9 de abril cerró el mítico Casa Paco de Encinas de Esgueva para siempre. O de momento eso parece.
Tras más de 37 años entre fogones, este restaurante clásico de la provincia vallisoletano ha cerrado simplemente porque es el “momento de descansar”, “creo que lo merezco, ¿no?”, se cuestiona la propia Isabel a la llamada de El Español Noticias de Castilla y León. Casi cuatro décadas, y a sus 66 años, es el momento de la jubilación, pero atrás quedan años de mucho trabajo de una idea que surgió junto a su marido Paco Alonso (de ahí el nombre) en un viaje a San Sebastián. Visitaron un bar de comida tradicional y decidieron que ellos querían hacer lo mismo.
Casa Paco ha sido algo más que un restaurante para la comarca del Valle de Esgueva en un pueblo de poco más de 200 habitantes. Sirvió para dinamizar la zona y muchos la conocieron gracias a ir a comer donde Paco e Isabel. Así lo recuerda la propietaria. “Es cierto que dimos a conocer la zona, luego se quedaban a ver el pueblo”, recuerda. Esto es lo que hizo que poco a poco el establecimiento se fuera ampliando. Primero un bar en la zona de abajo. Luego comenzaron las comidas y así se terminó con habitaciones en la parte de arriba. Y Casa Paco se convirtió en un referente de la cocina tradicional, de los buenos vinos y de la mejor compañía para vecinos, vallisoletanos y turistas. Además de escuela para muchos aprendices que tuvieron en sus dueños a unos maestros. Verano o invierno, la carta del menú siempre estaba presente con unos precios económicos.
Escudero destaca como platos principales el lechazo, como no, todo un manjar en esta zona, y el cocido. De esos de toda la vida, como el que nos hace nuestra madre. “En los últimos años también se pusieron muy de moda las carrilleras”, recuerda. Todo ello regado con los mejores caldos. La cocinera recuerda épocas muy buenas, y la peor, la pandemia. Donde tuvieron que cerrar pero donde también falleció Paco Alonso en 2020, una de las figuras más queridas de la hostelería de la Comunidad y emprendedor, ya que fue sumiller por la Cámara de Comercio de Valladolid.
Los vecinos de Encinas de Esgueva se quedan “algo tristes” con su cierre, pero lo entienden. De momento se mantiene cerrado, pero quizás en un futuro se pueda poner en alquiler. “Recuerdo mucho trabajo pero también muchas satisfacciones” de un restaurante que ha visto pasar a muchos clientes y a los que ahora quiere agradecérselo. “Muchas gracias a todos”, afirma.