La cocina es pasión. Es esmero. Es esfuerzo. Es dulzura, mimo se podría decir. También dedicación. Mucha. De todo ello sabe mucho Alberto García. A sus 40 años suma 20 en el mundo de la hostelería. Nació en la provincia de Albacete, concretamente en el municipio de Villarrobledo, pero la profesión de su padre, el periodista Santos García Catalán, hizo que Valladolid tuviera una importancia supina ya no solo en su infancia, sino también en sus comienzos en los fogones.

Amante de la música, apasionado de la banda británica de rock: Arctic Monkeys, también disfruta de un buen paseo en bicicleta. Lo hace, además, de sus dos pequeñas. Sus hijas, Olivia y Sofía, a las que se escucha de fondo mientras EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León tiene una interesante conversación con su padre.

Para mí la cocina lo es todo. Es un estilo de vida. De mi vida. Me encanta. He dedicado 20 años a los fogones y ahora estoy muy feliz haciendo lo que hago”, asegura Alberto, satisfecho. Desde enero de 2022 es el chef ejecutivo del restaurante Pocardy que se ubica en el Hotel Almirante. En un lugar mágico de Alicante con la playa de San Juan de fondo.

Una infancia feliz con Valladolid como protagonista

“Me considero una persona humilde y trabajadora. Nací en Villarrobledo, en la provincia de Albacete. Mi padre es periodista. Trabajaba en la radio y nos movíamos de un punto a otro de España. Vivimos en Villanueva de la Serena, después en Cáceres y llegamos a Valladolid. Estuve un año también en Burgos, pero regresamos a la ciudad del Pisuerga”, explica nuestro entrevistado.

Eran sus primeros años de vida. Llegó con seis a la capital pucelana. Vivía en el barrio de Arturo Eyries. Recuerda con especial cariño y nostalgia estos años junto a su hermana, su hermano y sus padres. Él era el pequeño. Hacia su cuidado, todos los miembros de la familia dedicaban el mayor de los esmeros.

Los estudios “nunca fueron lo mío”, reconoce. Le pilló el cambio de octavo de EGB a 3º de la ESO. Por aquel entonces se marcharon un año a la capital burgalesa. Volvieron a Valladolid y repitió 4º de la ESO. Dejó los estudios cuando tenía 17 años y antes de hacer una llamada que cambiaría su vida.

“Me puse a trabajar de cajero, de mozo de almacén… hasta que unos vecinos del barrio se fueron a Castellón y a mitad de verano les llamé para pedirles trabajo. Me dijeron que sí. Empecé en un hotel de cuatro estrellas del Imserso en Castellón a trabajar en cocina y hasta hoy”, explica el cocinero, en los que fueron sus inicios.

Alberto García es el responsable de las cocinas del restaurante Pocardy.

Una trayectoria de 20 años en la cocina

A los 20 años entró por primera vez en la cocina. A los 22 volvió a Valladolid para hacer un curso subvencionado por el INEM. En el Casino de Valladolid y de 1.300 horas. Por las mañanas estudiaba y por las noches trabajaba en el restaurante del lugar, fregando. Después también lo hizo durante tres meses en un conocido establecimiento hostelero de la ciudad del Pisuerga:  La Criolla. Todo antes de ahorrar y marcharse a Barcelona.

En la ciudad condal pasa cuatro años en un restaurante vasco. En el Euskal Etxea. Cambia de ayudante a cocinero. “Ahí es cuando empiezo a soltarme y a aprender de verdad”. Todo antes de recibir una oferta de trabajo para marcharse a un hotel de montaña, también en la provincia catalana. En el Can Rafel, donde estuvo seis meses antes de marcharse a un restaurante mítico de Barcelona como es el Velódromo. Allí desarrolló su actividad profesional durante nueve meses más hasta recalar en el Hotel Omm. Una zona privilegiada en pleno corazón de Barcelona.

Allí entré como cocinero y a los seis meses me convertí en segundo de cocina. Fuimos asesorados por los hermanos Roca y me hicieron jefe. Esto fue en el 2011. Yo tenía unos 28 años. Fue el lugar en el que me desarrollé, a nivel profesional, de forma notable. Estuve siete años que fueron muy felices”, añade.

Después nació su primera hija. Se reubicó en el restaurante Gats del grupo hostelero Tragaluz, donde está cuatro años más, antes de que nazca su segunda pequeña y decida marcharse, en el año 2021, a Alicante.

Unos arroces que quitan el sentido

“He tenido una buena trayectoria profesional. He trabajado con gente importante de la que he aprendido mucho. Mi forma de vida es la cocina. Es sacrificado. Recuerdo, durante mi juventud, que era el pringado al que le tocaba trabajar cuando mis amigos se iban a un concierto, pero era así”, afirma nuestro protagonista.

Desde enero de 2022 es chef ejecutivo del Restaurante Pocardy. En un entorno privilegiado dentro del Hotel Almirante y en la playa de San Juan de Alicante. Cocina, prácticamente, mirando al mar. Los mejores arroces del lugar. Él y las 13 personas, más el personal de sala, otra decena, que forman su equipo.

El arroz de verduras con cobertura de atún que cocina Alberto García en Pocardy.

“Ponemos en relieve la cocina alicantina del Mediterráneo. Nuestro buque insignia son los arroces. Todo con el mejor producto del mar de la zona. Con la sepia, las gambas… una delicia”, nos confiesa.

Su sueño es “tener un restaurante propio”. Poco a poco “se va diluyendo”, añade. También ver crecer a sus dos pequeñas y seguir deleitando los paladares de sus comensales con unas elaboraciones únicas que quitan el sentido.

 

 

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