El Ayuntamiento de Valladolid se encuentra trabajando en la mejora de los 15 vehículos de la gama Renault que adquirió para la Policía Municipal y que fueron calificados por CSIF como "potros de tortura", ya que el espacio que hay para el conducto del coche y el copiloto era muy reducido. 

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el concejal de Seguridad y Salud Pública, Alberto Palomino, han afirmado que esta cuestión se está "revisando". El regidor ha explicado que el "problema" residía en la cabina del detenido, ya que esta impide que el asiento del conductor y el del copiloto puedan ir "hacia atrás". 

No obstante, Palomino ha aseverado que ya ayer jueves 4 de mayo los altos mandos de la Policía Municipal y los servicios competentes se habían reunido para tratar de buscar una solución a la problemática. Además, ha subrayado que a Renault "no les ha gustado" la calificación que se ha hecho de sus vehículos.

Por último, ha querido recalcar que únicamente están afectados por esta problemática 15 de los 104 vehículos con los que cuenta la flota de la Policía Municipal de Valladolid. Cabe recordar que el sindicato CSIF exigió directamente su retirada, ya que "no son aptos" para agentes que midan más de 1,8 m.

El sindicato explicó que el vehículo, debido a la modificación para su uso policial, transformaba los puestos del conductor y copiloto y recordaron que cuando recibieron los coches los agentes no daban "crédito" ante la "falta de espacio".

De la misma manera, acusaron al Ayuntamiento de poner "en riesgo la salud y la seguridad" de los policías, además de "no haber consultado directamente" a los agentes del cuerpo municipal.

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