El Bar La Teja se ubica en la Plaza Martí y Monsó de Valladolid. Suma 34 años abierto y es parte ya de la gran historia hostelera que ostenta la ciudad pucelana. Es un establecimiento de tapas y raciones que mezcla lo tradicional, eso sí, con un toque de vanguardia. Casi siempre, lleno. Más aún los fines de semana.
Su dueña es, desde hace ocho años, Eva María Galiano Martínez, de 49 primaveras. “Nuestro bar siempre ha sido un pequeño negocio familiar que llevaban, en un principio, mis padres y mis tíos. Mi madre y mi padre se fueron jubilando, por edad, hasta que yo cogí las riendas del negocio para continuar con la tradición”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León la regente.
El pasado 22 de mayo, el conocido bar conseguía el premio a la mejor minihamburguesa de la ciudad dentro del concurso organizado por Valladolid Foodies. Todo gracias a su Bugs Bunny, basada en un guiso tradicional de muslos de conejo deshuesados con zanahoria y lombarda encurtida. Bañado con una salsa española muy reducida a la que se le añade la del guiso del conejo con un toque mínimo de chocolate negro. Todo ello en un pan brioche con sésamo de la panadería de siempre.
Un nuevo éxito
“Decidimos participar en el concurso porque cualquier certamen mueve a mucha gente. Es novedoso y, hoy en día, hay que estar actualizándose constantemente. Se celebró el lunes 22 de mayo en la Escuela de Cocina Fernando Pérez de Valladolid, a través de una cita a ciegas y, para nosotros, ha sido un éxito”, afirma Eva María Galiano.
Y tanto que lo ha sido. Ese mismo día, a las 20.00 horas, consiguieron meterse en la final. Después, el Bar La Teja triunfó llevándose el premio a la mejor minihamburguesa de la ciudad en un exitoso concurso organizado por Valladolid Foodies que se desgranaba en muchas más categorías.
“Estamos muy satisfechos porque ya es la segunda vez que obtenemos el premio y, en otras dos ocasiones, fuimos también finalistas. Habíamos notado que tenía muy buena aceptación entre el público, pero también sabíamos que la carne de conejo no era una apuesta que gustase a todo el mundo. Apostamos por el riesgo y acertamos”, asegura la dueña del negocio.
Durante un mes antes de la final, del 15 de abril al 15 de mayo, fueron muchos los que probaron esta delicia para chuparse los dedos en su bar.
Una minihamburguesa única
Esta delicia de hamburguesa que lleva el nombre de un conocido personaje de los Looney Tunes sabe a gloria. El guiso tradicional con esos muslos de conejo y el toque que da la zanahoria y la lombarda encurtida son únicos. La salsa española a la que se añade ese guiso del propio conejo con un toque de chocolate está para chuparse los dedos. El pan de brioche con sésamo no puede faltar, por supuesto.
“Ahora se está vendiendo mucho, aunque no todo lo que nos gustaría porque solo la estamos ofertando el fin de semana ya que nuestra cocina es muy pequeña y estamos preparando otros concursos”, añade la propietaria del establecimiento.
Después de este éxito, aplaudido también por sus clientes, se lanzan a la aventura de triunfar en el Concurso Provincial de Pinchos de Valladolid. “No sabemos si vamos a ganar, pero desde luego este pincho está hecho con el mismo amor que la minihamburguesa Bugs Bunny”, explica nuestra entrevistada.
El ‘Torrijatowm’
Ahora, el Bar La Teja buscará triunfar en el provincial con el ‘Torrijatowm’. Se tata de una torrija de setas y gambas que tiene unos ciertos toques asiáticos. De ahí el nombre. Si consiguen el triunfo representarán a la provincia en el Campeonato Nacional que se disputará en el mes de noviembre en la ciudad del Pisuerga.
En cuanto al futuro del mundo de la hostelería, Eva María nos confiesa que “es complicado” y apuesta por “profesionalizarlo más” para que todos “salgan ganando”. Lucha ante la subida de precios de las materias primas, cada día, y no se rinde.
“A pesar de todo, seguiremos o intentaremos seguir dando guerra por el esfuerzo que aquí se ha hecho”, finaliza.