El público llenó la plaza portátil, que por vez primera se instalaba en las fiestas. Era pues una novedad. Había donde elegir para ir a ver toros con motivo del Corpus Christi, donde toda la vida en los pueblos hubo toros.
Pero nos decidimos por Villalba de los Alcores, cerca de Pucela, en los Montes Torozos, y allí pasamos una tarde entretenida viendo evolucionar a la base de la fiesta como son los novilleros sin caballos.
Nos había cursado invitación Jorge Manrique, organizador del festejo junto al Consistorio, además de apoderar a Pedri, (Pedro Andrés en los carteles) el espigado mozo vitoriano que se va afianzando, y está más que sobrado para dar el paso adelante y debutar con picadores.
Tanto el palentino Juan Alonso como Pedro Andrés rayaron a gran altura con dos erales colorados, con arrobas, con presencia y metiendo la cara. Los novillos salieron con mucho brío, asustando cada vez que embestían a los burladeros. Pero con nobleza en las telas de los chicos, que fueron muy aplaudidos por la concurrencia, dando sendas vueltas al ruedo.
Luego llegaría la algarabía para la chiquillería con los carretones que la organización había preparado. Y decenas de niños y niñas saltaron al mullido albero de hierba para disfrutar de un evento que, sin duda, tuvo enorme aceptación. La fiesta sigue más viva que nunca.
Lo de Villalba de los Alcores tiene mérito porque, con 374 habitantes, según el censo de 2022,lograron llenar la primera plaza portátil que se instalaba en el pueblo. Fue una maravilla reunir a los vecinos y visitantes ocasionales en plenas fiestas de la Virgen de Fuentes, coincidente con el Corpus.
Fue sin duda un acierto acudir a esta localidad vallisoletana y dedicarle este reportaje. Es un homenaje a tantos y tantos pueblos de nuestra geografía regional, que siguen teniendo al toro como protagonista de sus fiestas. ¡Enhorabuena!