Dicen que pocas batallas más arduas, beligerantes y violentas hay en la vida que las que enfrentamos contra nuestra propia mente. Si no, que se lo digan a la vallisoletana Laura Pequeño. Esta joven boxeadora abandonó el ring en 2018 por miedo al fracaso cuando era toda una promesa nacional. Sin embargo, lejos de guardar en un cajón su etapa como deportista, tres años más tarde decidió desempolvar todo resquemor para volver a ser lo que era.
Y así se ha confirmado este mismo año la resurrección de Laura Pequeño. Dos años después de volver al cuadrilátero, la joven boxeadora se ha proclamado campeona de España de categoría élite en -60kg este pasado fin de semana en la competición celebrada en Melilla. Toda una declaración de intenciones que vuelve a colocar a esta vallisoletana en lo más alto del país. "El universo puso todo a mi favor", señala en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León.
Han sido varios meses de trabajo después de tu vuelta al boxeo, ¿cómo ha sido todo el proceso?
Yo terminé la carrera en Valladolid y decidí apostar por el boxeo. Allí la verdad es que no me veía en ningún club ni nada. Conocí a un chico de Valencia y me dijo que fuera para allá y entrenáramos juntos. Me vine por probar y estoy encantada con los gimnasios. Desde septiembre que estoy aquí en Valencia y no he parado de entrenar. Competí dos veces, una en abril y otra en mayo. Ha sido un no parar de entrenar desde septiembre. Mañana y tarde. Por la mañana hago sesión de físico y por las tardes de boxeo. De lunes a viernes y el sábado también una sesión de carrera o lo que me toque.
¿Estás dedicada en cuerpo y alma al boxeo, no?
Sí, incluso estoy trabajando en una franquicia de boxeo, que se llama Morales Box, estoy ahí a media jornada y la verdad que encantada. Ha sido venir a Valencia y todo girar alrededor del boxeo.
Antes de llegar a Melilla al Campeonato de España, ¿cuáles eran tus expectativas?
Tenía claro que iba a por el oro. Desde que llegué a Valencia en septiembre me marqué ese objetivo de volver ser campeona de España. Todos los días me despertaba con esa ilusión. Era lo que rondaba en mi cabeza todo el rato.
Desde el día que llegas a Melilla, ¿cómo ha sido?
El viaje es muy largo. Desde Valencia hasta Málaga son ocho horas en ferri y luego de allí a Melilla otras ocho. Es un viaje muy largo, pero gracias a dios no tengo problemas para dormir (comenta entre risas), entonces me lo pasé la mayor parte del tiempo durmiendo. El primer día allí se hacen los sorteos y me tocó el cuadro más complicado porque dos parejas pasan directamente a semifinales y una hace cuartos de final. A mí me tocó la de cuartos, yo tenía que hacer tres peleas para llegar a la final. Le dije a mí técnico que cuanto más difícil más me gusta porque estoy entrenada para esto y para más.
No me supuso ningún problema que me tocase el cuadro más difícil. El primer día que competí, que fue el miércoles, tenía muchísimas ganas, me desperté sola sin el despertador, a las 06:00 de la mañana, con una energía increíble… yo creo mucho en el universo y es como que el universo puso todo a mi favor para que esto haya pasado. Me pesé, estaba superbien de peso todos los días, no he tenido que pasar hambre ni sed. Me veía muy fuerte físicamente y mentalmente. Han sido una serie de circunstancias que me han llevado a la cima, literal.
¿Cuál ha sido más difícil?
El combate más difícil ha sido el de la final contra María Horche, que ya es una chica rodada internacionalmente, había ido a mundiales o a Boxam, que es un torneo internacional que se hace aquí España. La verdad es que tenía un boxeo complicado. Es una chica que se metía mucho en la corta y yo soy mucho de trabajar la larga. No pude demostrar mi boxeo al 100% porque la rival también era buena. Cuando dos boxeadoras son buenas al final tienes que ganar con tus estrategias y técnicas que te salen más que nada en ese momento. Por mucho que estudies a un rival y tengas una estrategia preparada luego te subes al ring y puedes bloquearte, te puede salir una boxeadora totalmente diferente a lo que tú has estudiado… es mucho de improvisar y hacer caso a la esquina.
¿Dirías que estás en tu mejor momento deportivo?
Sí, sin ninguna duda estoy en mi mejor momento de mi vida deportiva. De hecho, es al primer campeonato de España que voy 100% preparada físicamente, mentalmente y espiritualmente. Creo que no me he dejado ningún ámbito sin trabajar.
Me has mencionado la parte mental, ¿cómo has gestionado todos esos recuerdos malos que te podían venir de cuando dejaste todo?
Nada más me vine a Valencia contacté con una coach emocional, que se llama Laura, y me ha cambiado la vida, literal. Me ha cambiado la forma de ver las cosas. Siempre he sido una persona que me he antepuesto como unos límites inexistentes y gracias a Laura he visto que tengo un potencial increíble tanto a nivel personal como deportivo y que voy a llegar muy lejos. Eso me lo ha hecho ver mi coach, luego también están los entrenamientos y en las peleas, todas las sesiones que hemos venido trabajando, las diferentes emociones, tanto de las victorias como los aprendizajes, que no hay que llamarlo derrotas. Ha sido trabajo de muchos meses. Me ha costado mucho cambiar mi forma de pensar, ver que sí es posible, que puedes, que todo lo que está en tú mente puedes llegar a hacerlo realidad si trabajas.
No solo ganaste en tu categoría, sino que te nombraron mejor boxeadora del campeonato, ¿qué sientes?
Ha sido totalmente inesperado. No sabía ni que daban ese premio imagínate (explica entre risas). Las otras veces que he ido no han nombrado mejor boxeador y boxeadora. Se acercó uno de la organización y me dijo 'te tienes que subir otra vez al podio'. Le dije si se había quedado alguna foto sin hacer y me dijo 'no, es que te han nombrado mejor boxeadora del campeonato'. Te puedes imaginar la emoción que sentí.
¿Cuándo te diste cuenta de que habías ganado?
Antes no pasaba esto, ahora en los combates asalto a asalto te van diciendo si lo has ganado o no. El primero lo gané bien. El segundo fue por decisión dividida, me dieron 4 a 1. Y el tercero fue el más dudoso que es ya el que no te lo dicen. Según había sido la pelea ya sabía que había ganado. Me tenía que haber salido el tercer asalto muy muy mal para perder y sabía que no me salió así. Entonces yo ya sabía que había ganado cuando iban a dar el resultado y me puse a llorar antes de que me levantaran la mano porque era como otra vez lo he conseguido, todo el esfuerzo y todo el trabajo que hay detrás, todas las dificultades que se me han pasado durante todos estos meses. Mi mente era todo el rato: "Lo he conseguido".
¿De quién te acuerdas en esos momentos?
Me acuerdo mucho de mi novio, que es mi entrenador también, porque más cerca que él no lo ha vivido nadie. Ha estado ahí en todos los momentos de entrenamiento, de sufrir, de alegría, en las veces que he perdido, en las que he ganado… todo eso lo ha vivido él de cerca. Yo con él hago muy buen equipo y entonces ya no es "lo he conseguido", sino en mi mente es un "lo hemos conseguido". Sé que se alegra tanto por mis victorias como si fuesen suyas.
¿Qué nos podemos esperar de Laura Pequeño en el futuro?
Me voy a tomar unos días de descanso (afirma con una carcajada). Sí que es verdad que ha sido una sorpresa para todos que yo apareciera en este campeonato porque estaba desaparecida, nadie se lo esperaba. Voy a seguir entrenando y luchando y la próxima pelea que haga espero que sea una Copa Iberdrola, que sería contra alguien de mi categoría que esté en la selección española. Me gustaría, sería para mí todo un orgullo hacer esa copa y pensando a largo plazo algún torneo internacional en el que me tocaría medirme con otros países.