A las 9.00 horas de esta mañana, los preparativos se aceleraban ya en el Palacio de Pimentel de la Diputación de Valladolid para que la todo estuviera perfecto a las 12.00, momento en el que iba a comenzar el pleno de constitución de la nueva corporación provincial de la Diputación de Valladolid.

A las 11.30, el patio de la sede de la institución provincial ya se comenzaba a llenar de gente. Roberto Migallón, alcalde de Zaratán y, ahora, diputado provincial por el PP, esperaba a sus familiares para hacerse la foto de rigor en un momento que nunca olvidará.

Tampoco lo va a hacer Yolanda Burgoa, la concejala de Peñafiel que también ha entrado dentro del equipo de confianza de Conrado Íscar por los “populares” y que será la diputada más joven de la corporación provincial. También ha inmortalizado el momento.

Francisco Ferreira también ha llegado pronto. El portavoz socialista charlaba con integrantes de su grupo como Javier Gómez, o Adolfo López, alcalde de Mojados, a la espera de que comenzara el acto. Hemos visto también a Mario de Fuentes, diputado por Vox, o Julio Pereda, que será el único diputado provincial de Toma la Palabra en la institución provincial.  

Por el Palacio de Pimentel se ha dejado ver también el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, que no se ha separado ni un momento de Irene Carvajal, la teniente de alcalde y concejala de Educación y Cultura en el Ayuntamiento de Valladolid. Raquel Alonso, delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Valladolid, Víctor Caramanzana, presidente de la Cámara de Comercio, o Alicia Villar, subdelegada del Gobierno en la provincia, también han estado presentes en el acto.

La puntualidad ha sido británica. A las 12.00 ha arrancado. En tiempos en los que esta faceta, la de comenzar un evento a la hora marcada, está en peligro de extinción, ciertamente. La toma de posesión de los diferentes diputados ha estado acompañado de algún que otro susto con algún que otro vaso de agua, que a punto ha estado de caer.

En el pleno de constitución de la nueva corporación provincial han brillado dos pueblos. Casi sin querer. El primero, Barruelo del Valle. Un municipio de apenas 50 habitantes. Mario de Fuentes, diputado de Vox, ha dado las gracias a sus vecinos por un nuevo triunfo en las urnas. El otro ha sido Fombellida. Víctor Alonso, diputado provincial por el PP, ha recordado su infancia en la localidad para poner en valor un mundo rural, cada vez más tocado. Toca poner medidas para que no muera del todo.

Eso es lo que ha anunciado Conrado Íscar. Medidas. En un discurso de 7 folios y algo más de 15 minutos de duración. Sin anécdotas. Sobrio y sin alardes, antes del baño de masas y de los abrazos de los suyos. La oposición se mantendrá en guardia en una legislatura que, esperemos, sea más sencilla que la anterior, empañada por el COVID-19.

Tras esto tocaba el momento del refrigerio y de los buenos pinchos. Los corrillos se sucedían en un día sumamente agradable en Valladolid. El vino, de la provincia como no podía ser de otra forma, corría. También el agua y la cerveza, hasta que a eso de las 14.30 horas cada mochuelo, como dice aquel, partía rumbo a su olivo.

La Diputación de Valladolid ya está conformada. Su acción es clave para salvar un mundo rural tocado. Vienen cuatro años cargados de trabajo, pero hoy tocaba disfrutar.

 

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