La candidata de Sumar a la Presidencia del Gobierno en las elecciones generales del próximo 23 de julio, Yolanda Díaz, aterriza este miércoles en Valladolid con la intención de dar un impulso a su formación en la provincia de Castilla y León en la que tiene más opciones de lograr un escaño. El evento tendrá lugar en el Teatro Cervantes de la capital a las 19:00 horas de la tarde y la vicepresidenta del Gobierno en funciones será presentada por María Sánchez, candidata de Valladolid Toma la Palabra (VTLP) a las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. Además, estará acompañada por la número uno de la formación al Senado por Valladolid, la catedrática Marina Echebarría.
Díaz visita una Comunidad tradicionalmente hostil a las opciones de la izquierda alternativa y que en la actualidad está dirigida por un Gobierno de coalición entre PP y Vox, un pacto que se replica a nivel municipal en Valladolid desde hace un mes. La única posibilidad de Sumar para obtener representación en Castilla y León el próximo 23-J pasa por superar a Vox en las provincias que reparten cuatro o cinco escaños, entre las que se encuentra la provincia vallisoletana, para lograr el último asiento en disputa que, en los últimos comicios generales de noviembre de 2019, se llevaron los de Abascal en un total de seis provincias. Un anhelo por ser tercera fuerza política y dar el sorpasso a Vox que también sería determinante a nivel nacional para que pudiera mantenerse el Gobierno de coalición progresista.
Castilla y León es una comunidad sociológicamente conservadora y el empuje del espacio político de la izquierda alternativa, representada antes por Unidas Podemos y ahora por Sumar, en el ámbito rural de la región siempre ha sido testimonial. Un entorno rural que es determinante a la hora de repartir el número de escaños que logra cada formación en Castilla y León y en el que el Partido Popular, y el PSOE en menor medida, mantienen una indiscutible hegemonía. La ley electoral es el otro gran hándicap para la formación de Yolanda Díaz.
Las provincias de la Comunidad reparten un reducido número de escaños, 31 de los 350 totales. Valladolid, la provincia que visita este miércoles la dirigente de Sumar, es la que reparte más asientos en la Cámara Baja, un total de 5, seguida por León, Salamanca y Burgos, con 4 cada una. En Zamora, Palencia, Ávila y Segovia, que reparten solo 3, las opciones de Sumar son mínimas, al igual que en Soria, con tan solo 2. Sumar solo podría llegar a tener opciones realistas de obtener un representante el próximo 23-J superando a Vox en las circunscripciones de Valladolid, León y Burgos –precisamente donde Podemos y Unidos Podemos lograron un escaño siendo tercera fuerza en los comicios de 2015 y 2016– ya que Salamanca es un feudo conservador inexpugnable.
En Zamora, la popularidad del único alcalde comunista de España, Francisco Guarido, y la estrecha relación de Izquierda Unida con Sumar –de hecho, Yolanda Díaz es militante del Partido Comunista de España (PCE) desde 1986– podría también aupar a la formación, aunque el escaso número de escaños a repartir, y los grandes cambios que suelen darse entre el voto en municipales y generales en esta provincia, hacen prever que la formación de la vicepresidenta lo tendrá difícil para abrirse hueco. En el resto de provincias, Sumar no cuenta con opciones en un contexto de auge de Vox, aupado por los pactos municipales y autonómicos. Pero no siempre fue así.
El espejo de 2015 y 2016 en el que se mira Yolanda Díaz
Los comicios generales de diciembre de 2015, en un momento de crecimiento fulgurante de Podemos después de su irrupción con cinco eurodiputados en las elecciones europeas de mayo de 2014, supusieron el mayor éxito de la izquierda alternativa en Castilla y León en toda su historia. La formación dirigida en ese momento por Pablo Iglesias, que se presentó en solitario ya que Izquierda Unida concurrió con la coalición Unidad Popular (UP), se convirtó en la tercera fuerza política más votada de la Comunidad con 225.824 votos, más de un 15% de los apoyos, y obtuvo tres escaños al Congreso de los Diputados.
En la provincia de Valladolid Podemos se llevó el quinto diputado –la principal ambición de Sumar en las elecciones del próximo 23 de julio– y fue elegido Juan Manuel del Olmo, mientras que en Burgos y León los morados consiguieron el cuarto, siendo elegidos Miguel Vila y Ana Marcello Santos, respectivamente. Un éxito que se debió, fundamentalmente, al hecho de que la formación de Iglesias se consolidó como tercera fuerza y alcanzó el 15% de los apoyos, el ejemplo para Yolanda Díaz en estos comicios.
La repetición electoral de junio de 2016 no redujo la fuerza de la izquierda alternativa, representada en ese momento en la coalición Unidos Podemos (UP), tras sumarse Izquierda Unida en el conocido como 'Pacto de los Botellines' entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón, y el nuevo partido mantuvo la tercera posición en la Comunidad, logrando 223.727 votos, un 15,5%, y manteniendo a los tres diputados en el Congreso por las provincias de Valladolid, Burgos y León. Pero la alegría de la izquierda en Castilla y León no duraría mucho.
Las disputas internas en el partido que terminarían desembocando en la escisión de Más País, impulsado por Íñigo Errejón, el hiperliderazgo de Pablo Iglesias, el auge de Ciudadanos y la cuestionada postura del partido hacia el proceso independentista catalán en su momento álgido, entre otros factores, terminaron por hacer caer a un partido que perdió todos sus diputados en la Comunidad en las elecciones de abril de 2019. La coalición, rebautizada como Unidas Podemos, pasó a ser la quinta fuerza de Castilla y León y se vio superada por Ciudadanos, que ocupó la tercera plaza, y por el emergente Vox, quedándose los morados con 157.338 votos, poco más del 10%.
Este declive se confirmó en la repetición electoral de noviembre de 2019, en la que Unidas Podemos incrementó su retroceso hasta los 129.681 votos, un 9,44% de los apoyos en Castilla y León, y quedándose, de nuevo, sin representación. En aquella cita electoral ascendió a la cuarta plaza, ante el descalabro aún mayor de Ciudadanos, pero quedó muy lejos de los 230.743 votos y seis representantes de Vox, que se consolidó como tercera fuerza de la región en su momento de mayor crecimiento. Sumar aspira a transmitir a los ciudadanos de Castilla y León la ilusión y la esperanza que logró trasladar el primer Podemos, y que permitió que la izquierda alternativa tuviese representantes de la Comunidad en el Congreso.