Alba Oliveros Sanz se ha convertido en la voz que da vida a los partidos de primera y segunda en Movistar+. Haciendo de esta forma historia puesto que es la primera mujer en narrar un partido de primera división.
Ahora, también será su voz la que anuncie el inicio de los días más esperados para los vallisoletanos. Y es que a sus 28 años se ha convertido en la encargada de dar el pregón de su ciudad. Se subirá al balcón del Ayuntamiento el próximo 1 de septiembre para dar el pistoletazo de salida a las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo 2023, que durarán hasta el día 10.
El anuncio se produjo el pasado miércoles a manos del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien, con mucha ilusión, anticipaba que sería ella la voz de este año. Alba Oliveros se enteró hace escasa una semana y media. “Me puse a llorar primero, luego a saltar de alegría y a gritar después”, afirma en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.
No es de extrañar que hayan pensado en ella porque ha hecho historia en el mundo del periodismo deportivo. Ya anticipaba en una entrevista realizada en este medio de comunicación que estar en La Liga y con continuidad es algo “histórico” que “puede abrir el camino a que haya cada vez más mujeres narradoras”.
La realidad es que ser pregonera de las fiestas de Valladolid era algo que no se esperaba “en absoluto” pero afirma que es una “ilusión enorme, lo más grande que puedes alcanzar en tu ciudad”.
Han sido muchos años viéndolo como espectadora. Desde la Plaza Mayor, mirando hacia arriba y escuchando a quienes tenían el placer de ser la voz que marcaba el inicio de la semana más grande de la ciudad del Pisuerga. Ahora, es su turno. “Cuando iba al pregón, veía el balcón y nunca lo hubiera imaginado”, afirma. Además, añade que ya lleva años residiendo en Barcelona y que, con esa distancia de por medio, “mucho menos lo hubiera pensado por estar fuera”.
Sin embargo, esto demuestra que no puedes dar nada por hecho. Su familia a veces ha bromeado con un “¿Te imaginas Alba que estás tú ahí?”. Pues hoy el juego se ha convertido en realidad.
La distancia le ha hecho enamorarse aún más de su ciudad: “Cuando te alejas de algo lo empiezas a valorar”. Se marchó porque quería “buscar otras metas laborales” y desde entonces asegura -con una carcajada- que le parece “incluso más bonita”. Siempre ha estado “muy orgullosa” y apostilla que a sus compañeros de trabajo les cuenta cosas de la ciudad que “desconocen”: “Voy luciendo mis orígenes allá donde voy”.
Sobre qué dirá en el pregón, aún no lo tiene muy preparado. Un día con insomnio se puso a escribir sobre “anécdotas, el sentimiento de la ciudad o qué son las fiestas”, pero por ahora no le ha venido esa “luz”. En estos días se marcha de vacaciones y quien sabe si le servirá para encontrar un poco más de inspiración.
Oliveros ha realizado un balance sobre este año frenético como narradora. Unos meses que define de “increíble aprendizaje y trabajo duro”. Asimismo, espera que “dure mucho más”. Afirma haberse sentido “cómoda” y es algo en lo que quiere “mejorar, crecer y poder ser narradora durante mucho tiempo”. No tiene dudas de que ha sido “la mejor temporada” de su vida.