Camino de Íscar, donde cubrimos su feria taurina durante estos tres días pasados, es obligado, por amistad y querencia culinaria, hacer parada y fonda en el Asador Cossío de nuestros amigos Rosa, Paula y Pedro, quiénes nos tratan siempre, siempre, con mimo a la hora de la manduca y con cariño y amistad en todos los aspectos.
Hasta le hizo venir a nuestro jefe televisivo, Carlos Martín Santoyo, que se encontraba aún de vacaciones por tierras cántabras. Eso sí, acompañado de su eterno amigo Dioni Calvo, porque a Santoyo eso de conducir…
Y en el Cossío que nos plantamos el pasado domingo, junto a nuestro amigo Javi Martín y nuestra gráfica Natalia Calvo, para dar cuenta de un menú amplio nutrido de gollerías por delante.
Las gollerías
A saber: Almejas a la sartén. Gambas al ajillo, unas anchoas con pimientos asados a la leña de los hornos. Y unos riñoncitos de lechazo a la brasa.
Los segundos
Tampoco hubo escasez en los segundos. La comanda fue tomada por el propio Perico que, a pesar del susto porque la “patata” se le aceleró un poco este tiempo de atrás, tiene una cabeza privilegiada. Cada uno pidió según sus apetencias y este fue el resultado nominativo:
Natalia pidió una merluza a la gallega, igual que Pedro, pero este la prefirió a la plancha. Santoyo se abrochó unas deliciosas chuletillas adornadas con tres riñoncitos de lechazo. Dioni pidió la exquisitez de un Steak tartar, o sea carne cruda aliñada al estilo Cossío, y le supo tan ricamente.
Nuestro amigo Javi Martín, que es un tiquismiquis comiendo, -como dicen en mi pueblo- se metió un revuelto de boletus que aún está saboreando. Y un servidor se comió un plato de paella, que al verla tan bien presentada en la zona de asados me entró antojo por el arroz de mi hijo Alberto en el Pocardy alicantino. En fin.
La bebida, los postres y los cafeses
Del bebercio hay que hablar porque fue abundante y variado; unos tomaron cerveza, otros agua y otros un tinto ribereño de Hacienda Monasterio que estaba sumamente delicioso. Los postres fueron escasos, tan solo Natalia y un servidor degustamos unas bolas de helado de turrón con nata.
Tras los cafeses vino la tertulia, y camino de Íscar para ver la alternativa de Darío Domínguez, que ya es nuevo matador de toros.
P.D. Rosa, la jefa del Cossío, se incorporó más tarde porque sus obligaciones no se lo permitieron, alguien tenía que dar la cara ante la clientela. Ella degustó un plato de verduras. La hija de ambos, Paula, se quedó en casa tras la intensa noche de fiesta.
Por cierto, Paula, la bella y buena estudiante de la familia, hará Psicología, como su madre, pero en Salamanca; Arte, Saber y Toros. Suerte, Paula. Gracias, familia. Perico, (ayer fue su cumpleaños) que cumplas muchos más. Y cuídate mucho, que aún tienes mucha vida por delante…y muchos toros que lidiar.