Pueblos en Castilla y León hay muchos. Pueblos con encanto otros tantos. Pero quizás, pueblos que puedan aunar tantas virtudes como este municipio vallisoletano, ya es más complicado de conseguir. Y es que Tiedra, de 289 habitantes y a 60 kilómetros de la capital, se ha convertido por sus paisajes en la Provenza castellana. No lo decimos nosotros (¡qué también!), lo dice el mismísimo National Geographic, que ha acabado enamorada. Ahora bien, si a este paisaje de ensueño se le suma su cielo infinito, queda un marco incomparable.
Durante estos días de las famosas Perseidas, las estrellas que cruzan el cielo y se puede ver mejor que nunca, Tiedra se convierte en el lugar perfecto para mirar hacia arriba y pedir deseos. Todo ello rodeado de un mar de lavanda. Su ubicación es mágica. Entre Montes Torozos y la Tierra de Campos, con el Alfoz de Toro, en la provincia de Zamora, mirándola de reojo. Por lo tanto el echar un vistazo al cielo es misión obligada. La conocida revista ya habla de que “no es la Provenza, es Valladolid” y habla de un “pueblo medieval con campos de lavanda”.
El municipio de Valladolid se convierte en estos días en uno de los mejores rincones del país para ver las denominadas Lágrimas de San Lorenzo. Y saben de lo que se habla porque cuentan con el Centro Astronómico de Tiedra (CAT). Está abierto todo el año, porque estrellas y planetas hay todos los días, pero es cierto que en estos días hacen ‘su agosto’. Del 10 al 20 de agosto han organizado lo que han denominado como 'Semana Perseida', para aprovechar el tirón.
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Por las noches, además de la famosa lluvia de estrellas, se podrán observar ciertos objetos de cielo de verano, como Albireo, una estrella doble preciosa, además de alguna nebulosa, también M13 y a simple vista la espectacular vía láctea.
Un mar morado
Ahora bien, la revista National Geographic no solo mira al cielo, también lo hace al suelo de Tiedra. Y en él, encuentra unos campos de lavanda que son la envidia de España (con el respeto a Brihuega). Desde NG no se quedan cortos en halagos, el “epicentro de la lavanda de la zona”, un “patrimonio cultural que siempre sorprende al visitante”. Unos campos de lavanda que sirven para que decenas de personas se hagan fotos y las suban a sus redes sociales para presumir del momento. ambia de paisaje cuando llega el verano y se convierte en uno de los viajes a hacer a lo largo del verano, sin salir del país. Tiedra, añaden, destaca porque “no solo acoge lavanda en sus campos” sino “también lavandín, un híbrido entre la lavanda verdadera y el espliego”.
En Tiedra tienen más de 400 hectáreas de campos de lavanda y cada año se amplía. Para explotar esta zona, nació Tiedra de Lavanda que es el primer centro de interpretación. Ofrecen visitas guiadas, un repaso por la historia del cultivo y de la tierra, productos extraídos de la flor.
La realidad virtual es una de las acciones que han promovido este año. Han desarrollado una aplicación con un par de gafas y cuando acuden al centro pueden ponérselas y disfrutar aún más de la experiencia. “A veces vienen en épocas donde no está la lavanda en flor. De esta forma, todo el mundo lo puede ver y coger un ramito virtual”, asegura la dueña Luz Ruiz. Un recurso que a la gente joven le ha “encantado” y a la mayor “aún más”. Además, tienen photocalls para que aprovechen la visita y se hagan unas fotos para el recuerdo.
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Todo esto es lo que ha enamorado a National Geographic, una revista que ha caído rendida ante el cielo y tierra de este municipio vallisoletano.