Toros de Alcurrucén, de escaso trapío los tres primeros y justitos el resto, con romana, pero sospechosos de haberse quebrado la intangibilidad de sus pitones. Encastados todos excepto el quinto que se rajó al final de su lidia.
Antonio Ferrera
Finalizó la feria de Cuéllar con un tercio de entrada en tarde agradable, donde Antonio Ferreras cortó una oreja de cada uno de sus toros. Muletazos despegados, toreando de perfil y con dos estocadas caídas. Se tapó en el segundo tercio a pesar de la petición del público. Salió por la puerta grande.
Javier Herrero
El torero local, en su trece cumpleaños de alternativa, mostró voluntad y tesón con el peor lote de la tarde, llevándose a sus oponentes al centro del ruedo. A ritmo de su pasodoble, en su primero, construyó una faena basada en la mano derecha que fue a menos. Pinchazo y media en buen sitio. Saludos desde el tercio.
El quinto mostró, en varias fases la lidia, su predisposición a marcharse a las tablas. El diestro lo intento por ambos pitones, obteniendo dos naturales largos. Con un espadazo tendido y atravesado rodó el morlaco. Saludó desde el centro del anillo.
Fernando Adrián
El diestro madrileño, triunfador de la Feria de San Isidro, cautivó a la plaza desde los primeros lances. Cuidó en demasía el castigo de sus toros y recibió la reprimenda presidencial en su segundo de volver al caballo.
Desorejó (4 en total) a su lote con faenas basadas en muletazos largos, muy largos, apretados a los de Alcurrucén, de frente y rematando a la cadera, con temple, cadencia y mando. Naturales desmayados, redondos al ralentí y los de pecho interminables.
Con la puerta grande ya en la mano, empezó de hinojos la faena a su segundo, cargando la suerte y muleteando con precisión pinturera. Este torero demostró en Cuéllar que está para torear a la altura de cualquiera de los que ocupan los primeros puestos del escalafón.
Acompañó a hombros a Ferrera y saludó con el mayoral de Alcurrucén desde el ruedo.