El pasado mes de junio, el pequeño municipio de 177 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que lleva por nombre Castrejón de Trabancos, se felicitaba porque Sergio Carrasco Mulas, se ponía al frente del bar de la localidad vallisoletana, para dar un servicio indispensable al lugar.

Castrejón es un pueblo que se sitúa en una ladera, de espaldas a la carretera que viene desde Nava del Rey y que se localiza a unos 63 kilómetros de la capital. Un lugar que también ha sufrido problemas con sus conexiones que afectan a la hora de que los vecinos puedan utilizar Internet y también realizar llamadas.

Tras muchos meses de búsqueda, el local volvía a tener una persona que lo explotara, sin embargo, ha vuelto a cerrar. Sergio Carrasco Mulas asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León que el problema, para volver a bajar la persiana, ha sido “la falta de personal y que ahora sus aspiraciones son otras”.

Por lo tanto, Castrejón de Trabancos pierde de nuevo su bar, tras tres meses, lo que obliga al Ayuntamiento, con Moisés Santana, su alcalde, a la cabeza, a intentar conseguir que alguien lo abra de nuevo o, sino buscar otra alternativa, como confiesa el regidor en declaraciones a este periódico.

El anuncio ya ha sido publicado en las redes sociales del consistorio de la localidad vallisoletana. “Se alquila bar en Castrejón de Trabancos”, reza el mismo. Se trata de un establecimiento hostelero de 70 metros de bar y barra, con 30 de cocina y baño. Cuenta con una terraza y está totalmente equipado con todo el mobiliario oportuno”.

Se trata del único bar con el que cuenta el pueblo y está situado en una calle de paso y muy céntrico. Daba también servicio de comida rápida y para llevar y cuenta con un precio de alquiler muy económico. Además, se facilita el número de teléfono 630035702 para el que esté interesado.

“Sergio se ha tenido que marchar. Han sido tres meses los que el bar de nuestro pueblo ha estado abierto tras la reapertura el pasado mes de junio. En la mañana de hoy voy a hablar con la propietaria del local para buscar soluciones”, asegura Moisés Santana en declaraciones a este medio, otra vez apenado por lo acontecido.

El regidor apunta que el establecimiento hostelero “es vital para un pueblo con algo más de 170 habitantes” porque se trata de un “punto de reunión y socialización” que lo convierten “en imprescindible” para el día a día y para la vida del municipio porque ya sabemos que, al final, un pueblo sin bar es un pueblo sin vida.

“Estamos barajando, en caso de que nadie tome las riendas del local que está en alquiler, el habilitar un local del ayuntamiento para tener un bar en el pueblo porque no nos podemos quedar sin este servicio”, finaliza el que ostenta el bastón de mando.

De nuevo, Castrejón de Trabancos se encuentra sin bar, pero desde el consistorio se trabaja con insistencia para recuperar un servicio básico con el fin de que los vecinos tomen sus refrescos, jueguen la partido o echen una parlada en el lugar.

 

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