Sufre un ataque epiléptico tras recibir dos puñetazos en un intento de robo en Valladolid

Agentes de la Policía Local de Valladolid detuvieron esta madrugada a un hombre de unos 40 años por propinar dos puñetazos a otro, de 49 años, que sufrió un ataque epiléptico, al que había intentado robar previamente a punta de navaja en el cuello, en la zona entre las calles Padilla y Empecinado, en el barrio de La Rondilla. El presunto ladrón, tras verse observado por un testigo que avisó a la policía, disimuló estar atendiendo a la víctima.

El detenido, posteriormente agredió y amenazó a los funcionarios públicos que se personaron en el lugar. Los hechos ocurrieron poco antes de esta medianoche, un suceso por el que se le investiga por un presunto delito de robo con violencia y atentado a la autoridad, según informaron a Ical fuentes de este cuerpo.

El aviso entró este domingo sobre las 23.40 horas, cuando se informó de que en la zona había una persona que yacía sobre el suelo con sangre. Al lugar acudieron tres dotaciones de Policía Local, que se encontraron a dos varones, uno tumbado en el suelo, aparentemente inconsciente, y otro encima de él, al que parecía estar ayudando.

Al llegar, los agentes ordenaron al varón que se retirara aunque hizo caso omiso y se puso “muy violento” con ellos. Finalmente fue apartado de forma coercitiva, si bien lanzó un puñetazo a uno de los funcionarios, al que no llegó a alcanzar, y una patada con la que logró su objetivo.

Cerca del lugar se encontraba otra persona, “en actitud vigilante”, que estaba en compañía del agresor y que fue identificado, además de un testigo que explicó a los agentes que el ladrón intentó atacar al viandante con una navaja en el cuello, pero se defendió con un empujón al ahora detenido. Al caer, éste se cortó en la mano con el cristal de un botellín de cerveza que portaba, además de la navaja, con lo que en ese momento se revolvió y propinó los dos puñetazos a la víctima, quien al caer al suelo quedó inconsciente y además sufrió un ataque epiléptico.

Según fuentes policiales, el testigo, que había observado los hechos desde su moto, escuchó decir al agresor ‘dónde tiene este hijo de puta la cartera’ cuando estaba tumbado en el suelo, pero el presunto ladrón se percató de su presencia y le pidió llamar a una ambulancia para disimular con un intento de ayuda.

Al llegar la ambulancia y tras una primera atención médica, la víctima corroboró a los agentes la versión del testigo. Fue trasladado al Hospital Clínico, donde se le trató de lesiones en la nariz y la cara por traumatismos a causa de los puñetazos. El agresor fue también evacuado al mismo centro sanitario para la cura de los cortes en la mano, donde amenazó a los policías “con matar a sus mujeres e hijas” y tuvo que ser inmovilizado de nuevo.