El palacio de Tamariz de Campos, un pueblo vallisoletano, está en su peor momento. Los vecinos alzan la voz para pedir que reconstruyan un lugar emblemático que se encuentra en peligro de derrumbe. "La pared de atrás es de adobe y va mermando. Se separó de la piedra que es lo que cede y va a acabar cayéndose todo", lamenta el alcalde de la localidad, Eduardo Andrés Robles, en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.
"Tengo 40 años y he pasado toda mi vida por la puerta. Imagínate verlo como un escombro o sin nada", explica con un tono mezclado por el enfado y la tristeza. Y es que, a mayores, este pueblo, que se encuentra a poco más de 52 kilómetros de la capital, es uno de los puntos de referencia del Camino de Santiago.
Pese a que tiene una población muy pequeña, de solo 100 habitantes censados, su palacio siempre ha formado parte de la historia de la Comunidad. Se dice que fue residencia de la reina aragonesa Doña Leonor. En los últimos años fue utilizado como panera. Cierto es que en 2013 se encontraba a la venta y había muchos que estaban interesados en adquirirlo y poder llevarse el arco para usarlo como decoración.
Si eso hubiera ocurrido, el palacio habría perdido parte de su esencia. Por ello, en 2014 se solicitó formalmente a la Junta que lo protegiera y se incluyó dentro del Inventario de Bienes del Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Su construcción es rectangular de unos 20 metros de fachada y 15 de fondo, con una superficie próxima a los 300 metros cuadrados. Los muros son de tapia de tierra y hay una portada de piedra con aparejo de sillería cuya fecha se acerca al siglo XIII. Y es que es indudable la gran importancia que este monumento tiene, siendo la principal joya de ese pequeño pueblo de Valladolid.
Las condiciones meteorológicas no ayudan demasiado en esta situación en la que se encuentra. "Cuando pega el viento y en agua a esa pared me temo lo peor. Solo pido levantarme y que no haya caído todo", asevera el regidor. Un lugar histórico que desde hace años se viene deteriorando y que ahora muestra su peor versión. En 2018 pusieron una cubierta provisional, pero no ha servido de mucho.
"Aquí no ha vuelto nadie a decirnos que no se han olvidado o darnos una fecha para reformarlo", apostilla Robles. Ahora está en trámites para que le escuchen y solucionen un problema que "preocupa" a todos los vecinos: "Tengo que hacer un escrito para Patrimonio solicitando que nos echen una mano".
El pueblo tiene un sentimiento de pena común porque "este palacio no lo ves en todos sitios" y ahora ha tenido que cerrar sus puertas ante "el riesgo que hay para las personas de que se pueda caer". Como alcalde y habitante de Tamariz de Campos reconoce que le gustaría "verlo abierto y que la gente pudiera disfrutar de él, su arquitectura, detalles e historia".
Por ahora, la parte interior sí que se encuentra en mejor estado, pero no sirve de nada porque "si cae la pared, que es donde están todas las vigas de carga del tejado, cae todo". No sabe cuánto será el coste exacto que requiere la inversión aunque calcula que rondará los 70.000- 80.000 euros.
Ahora solo pide "ayuda" para no dejar morir la joya más preciada de este pueblo vallisoletano. "Evitar cualquier peligro, que pase algo, y recuperar un lugar único", estos son los únicos deseos de Eduardo Andrés para su localidad. Solo le queda esperar a que las instituciones le echen una mano y pueda volver a la vida un lugar único por el que cada año pasan cientos de personas haciendo el Camino de Santiago.