El pasado sábado, 4 de noviembre, el Bar Miel y Mostaza conseguía imponerse, con su sabroso pincho ‘Michemar’, un aguachile sobre crujiente de maíz, algas y michelada, en la final del II Concurso de Pinchos por Barrios que se celebraba en la tarde de ese día, en un marco incomparable como es la Cúpula del Milenio de la ciudad del Pisuerga. Un establecimiento hostelero que ya había resultado vencedor en la fase 6 celebrada en las zonas de Covaresa, Parque Alameda y La Rubia.
Todo ante el más selecto jurado con chefs de la talla de Alvar Hinojal, la cabeza visible del Restaurante Alquimia que cuenta con una Estrella Michelin. Con Emilio Martín, del Suite 22, que consiguió triunfar en el Concurso Nacional de Tapas 2020. Julio Cerezo, director de Sabeer, Ángel Cuadrado y Marta Astorga, representantes del jurado permanente ‘Valladolid Tapas Walk 2023’.
El bar que se ubica en el Paseo de Zorrilla de la ciudad del Pisuerga, pasando el conocido Centro Comercial Vallsur, ha logrado un triunfo derrotando a un total de 115 participantes en las seis fases de un concurso que, poco a poco, se va haciendo un hueco en el calendario de actividades, con la gastronomía como protagonista, de la ciudad del Pisuerga.
Juan Carlos Jiménez Pradas confiesa, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, que la “sensación de frescor” de su elaboración ha sido clave para “conquistar al jurado”. “Nuestro fresco bocado ha enamorado”, asegura.
Un premio al trabajo bien hecho
Juan Carlos, a sus 32 años, suma 11 primaveras ya dentro del agotador mundo de la hostelería. Hace dos años y medio decidió emprender un nuevo proyecto para abrir las puertas del Miel y Mostaza, un bar que se ubica en el Paseo de Zorrilla número 366. Hasta allí son decenas las personas que, cada día, acuden para disfrutar de la mejor atención y en la mejor compañía con elaboraciones que quitan el sentido.
“Nos dieron el premio el sábado. Sabía que llevaba una buena tapa. Tú sabes cuando algo tiene posibilidades de triunfar. Pero faltaba que todo fuera una realidad. Cuando nos lo comunicaron recuerdo que chillé y grité, pero nada más. Triunfar en un certamen de cocina en el que participan 115 establecimientos hosteleros es un sueño”, confiesa Juan Carlos, uno de los dueños del local dentro del Grupo Matices.
Es un premio al trabajo bien hecho. No cabe la menor duda. Y a un certamen en el que también logró encandilar al jurado en una final a la que llegaron las 12 mejores elaboraciones tras un proceso exhaustivo de selección en una ciudad que cada vez mima más al mundo de la tapa y de las delicias en miniatura. No en vano, este martes, 7 de noviembre, se está disputando en la Cúpula del Milenio el XIX Concurso Nacional de Pinchos y Tapas y VII Campeonato Mundial de Tapas Ciudad de Valladolid.
“Se trata de un bocado muy fresco. Tuve la suerte, aunque no siempre gusta, de que me tocara el último en participar. No es la mejor posición, pero en esta ocasión creo que jugó a nuestro favor y que dejó el aroma de nuestro pincho en el paladar del jurado”, confiesa nuestro protagonista.
Un pincho a la última que quita el sentido
La tapa se trata de una mini tartaleta de maíz blanco nixtamalizado que va relleno con un tartar de atún con carabinero y que se aliña con una salsa de mango agripicante. Después se le añade pepino encurtido y lleva varias salsas por encima como pueden ser la mayonesa de ajo negro, la de kimchi y un guacamole que está aliñado con aguachile. Después, se colocan algas fritas y un poco de lima rallada y ya está listo.
“Además, la gracia que tiene nuestro pincho es que lleva una michelada, que es un combinado muy conocido en Latinoamérica. Con lo que, por cada bocado, damos un trago y causa una sensación espectacular en el paladar. Lo hacemos con mucho amor, quizás sea también otra de las claves del éxito”, explica Juan Carlos.
Una idea que le surge cuando cenaba en otro de los establecimientos de moda como es Habanero Taquería, en el centro de Valladolid, cerca de la Universidad de Derecho y de la Iglesia de La Antigua. El chef de este establecimiento hostelero es Alejandro San José, que se impuso en el Campeonato Nacional de Tapas del año 2021 que se celebró en Valladolid.
Seguir creciendo
“Llevamos dos años y medio trabajando y, la verdad, es que las cosas van muy bien. La apertura fue exitosa y, después, luchamos para sacar el negocio adelante todos los días. Somos un bar de desayunos, comidas y cenas que abrimos de 9.00 de la mañana a 24.00 de la noche”, confiesa el dueño del local.
En la actualidad, con Juan Carlos, son un total de siete los trabajadores que se esmeran en dar a los comensales los mejores platos internacionales con un toque español. En el lugar pueden saborear las mejores elaboraciones entre 25 y 30 personas sentadas.
“Lo que queremos es seguir creciendo. Este tipo de concursos nos da publicidad. Queremos seguir presentándonos al provincial, al nacional y… quién sabe. Buscamos progresar a base de esfuerzo y trabajo”, finaliza nuestro entrevistado.
El Miel y Mostaza alcanza la gloria, aunque amenaza con no haber tocado aún techo.