La vida te cambia de la noche a la mañana hasta límites insospechados. Parece uno de esos clásicos topicazos que podemos escuchar día a día, pero no. Es así y tenemos que ser conscientes de ello. Así opina también el vallisoletano, de 45 años de edad. Trabaja en el sector sanitario y charla con EL ESPAÑOL de Castilla y León tras vivir una auténtica pesadilla. Prefiere, y es respetable, mantenerse en el anonimato.

Nuestro entrevistado solicitó una serie de préstamos con el fin de comprar una vivienda y un vehículo. También para amueblar la casa. Tras afrontar un divorcio, en el año 2018, solo con su nómina no pudo hacer frente al pago de la deuda que cayó a su nombre tras liquidarse este matrimonio. En 2019 falleció su madre también en otro golpe duro.

Tras todo esto, se vio obligado a solicitar nuevos préstamos para hace frente, primero a sus gastos ordinarios y después a las cuotas de los préstamos anterior. Con el paso del tiempo, tuvo que dejar de pagar estos préstamos con el fin de afrontar los gastos del día a día. Para poder sobrevivir, vaya.

Nuestro protagonista se acogió a la Ley de la Segunda Oportunidad allá por el año 2019 y tras cuatro años de un largo proceso judicial ha conseguido que se le perdone esta deuda que llegaba a los casi 55.000 euros y comenzar así una nueva vida.

De una vida plena a torcerse todo, poco a poco

“Me considero una buena persona. Llevo 20 años trabajando dentro del sector sanitario, en Valladolid. Tenía una vida buena. Compramos una casa en el año 2004, cuando me casé, y en el año 2007 tuve una hija. Sin embargo, cuando parecía que era perfecto y que iba de la mejor de las maneras, comienzan los problemas”, asegura nuestro entrevistado.

Su vida cambió, de forma radical tras tener a su hija. La hipoteca variable, tras comprar su casa, subió de manera considerable y tras comprarse un coche para él y otro para su mujer, las cosas se torcieron aún más con la suma de varios créditos y dinero a pagar por ellos, cada mes. Lo que iba ahogando a nuestro protagonista.

“Ningún banco nos prestaba créditos para refinanciar la deuda. A partir del año 2010 tuvimos que cambiar la hipoteca. Fue duro, porque cuando nace mi hija me quedo en el paro. Tras subirnos a 1.000 euros la hipoteca, firmamos con otro banco. Todo fue a peor. La cosa empeoraría más aún cuando me divorcié. Al cobrar yo más que mi exmujer, me cargaron con cinco o seis créditos que teníamos abiertos. A ella con solo uno”, nos explica el vallisoletano.

dinero

El divorcio y los juzgados

Fue en ese año 2018, cuando marido y mujer deciden emprender caminos diferentes. Ahí, a nuestro entrevistado, las deudas le comienzan a apretar más y más. La deuda crecía, y el fallecimiento de su madre le afectó aún más. Un duro golpe. “Por aquel entonces, anímicamente estaba fatal. Fueron momentos muy duros. Quieres dejar todo a un lado, no ves la salida. Se pasa francamente mal”, apunta.

A pesar de trabajar, tras quedarse en el paro en 2007, de forma continuada durante las últimas 17 primaveras, con su sueldo no pudo hacer frente a tantas deudas. Crecían y crecían para superar los 54.000 euros. Fue entonces cuando decidió acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.

“Siempre he tenido trabajo, pero, a pesar de ello, no podía pagar todos los créditos que tenía abierto. De hecho, mis padres me tenían que dejar dinero todos los meses. Me tuve que buscar un piso en alquiler tras el divorcio. Tuve que entregar el coche y perdí también la vivienda. Fue muy duro”, asegura el protagonista de esta historia.

Adiós a una deuda de 54.937 euros

Es en ese mes de julio de 2019, tras fallecer su madre, cuando este hombre, de 45 años, se acoge a la Ley de Segunda Oportunidad. Se dirigió a los abogados de Repara Tu Deuda que le ayudaron en un proceso en los juzgados que ha durado 4 años. Fue en junio de 2023 cuando al profesional sanitario le comunicaron que su deuda quedaba exonerada. Adiós a una losa en forma de 54.937 euros, ni más ni menos.

La Ley de Segunda Oportunidad la veo bien para gente como yo, que esté endeudada. No es que no quieras pagar. Yo quería, pero al final no puedes. Cuando ningún banco ni entidad financiera te echa una mano, no te queda otra que acogerte a esta Ley porque hay que salir adelante. Más, cuando tienes una hija. No te puedes echar atrás. Me gustaría añadir que, al final, Repara Tu Deuda no te saca de las listas de Asnef (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito), como dicen. Lo he tenido que hacer yo. No lo hacen todo ellos porque realmente es el mediador asignado por notaría el que lleva a cabo todo el trabajo”, explica este hombre, que ha pasado años muy duros.

Ahora la vida de este vallisoletano ha cambiado sustancialmente. Se ha tenido que comprar otro coche, tras averiarse el que le dejó su padre, pero confiesa que “no va a volverse a meter en créditos que le puedan ocasionar problemas”.

“Tengo muchos planes de futuro, pero los voy a ir llevando a cabo poco a poco. Tal y como está la cosa, hay que mirar mucho el dinero. Con los sueldos que tenemos en España tenemos que limitar los gastos y no endeudarnos. Esto, te lo enseña la Ley de Segunda Oportunidad”, finaliza nuestro protagonista.

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