Los tres pueblos mágicos de Valladolid: de la cuna de la Ribera del Duero a un enclave natural único
Este importante distintivo convierte a estos municipios en un destino idóneo para disfrutar del patrimonio cultural e histórico, además de una rica gastronomía
7 noviembre, 2023 07:00En un mundo completamente globalizado, destacar entre los demás es una seña imprescindible para poder sobrevivir. Por ello, los sellos de calidad se han convertido en un elemento de batalla entre los diferentes entes. La denominada sangría demográfica, un fenómeno que azota especialmente a Castilla y León, ha acrecentado la necesidad de lograr estos distintivos para lograr atraer a la gente. En todo esto juega un papel fundamental la iniciativa de Pueblos Mágicos, que tras una metódica, escrupulosa selección y cumplimiento de una serie de requisitos, aborda la posibilidad de entrar a formar parte de su prestigiosa red.
Un sello de calidad que confiere al municipio de una notoriedad importante y un aliciente como atractivo turístico. En esta lista, entre los que se encuentran varios pueblos de Castilla y León, hay tres de Valladolid que, además, a buen seguro cumplirán todas las expectativas.
Pero antes de nada, hay que hablar sobre el proceso de selección, pues este es uno de los grandes puntos a favor que avalan a la iniciativa de Pueblos Mágicos como un sello de calidad constatado. El objetivo del proyecto, para empezar, no es otro que el de ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos locales a través del impulso del Desarrollo Turístico.
Para su selección, analizan cada territorio a través de 10 áreas de trabajo que incluyen urbanismo, calidad de vida, patrimonio, gastronomía y productos locales, fiestas y tradiciones, paisajes, naturaleza y demás intangibles que transforman a los pueblos en únicos y mágicos.
Pasado el cribado, se propone la inclusión del municipio a las autoridades competentes y, en caso de la respuesta sea afirmativa, se lleva a cabo un trabajo de campo con los técnicos de turismo, asociaciones de comerciantes, hosteleros, representantes institucionales, etc, para desarrollar el expediente como Pueblo Mágico Candidato.
Tras ello, se remite al Comité Técnico Nacional de Pueblos Mágicos, que tramitará el mismo y dará acceso al municipio a diversos servicios de promoción y desarrollo territorial y la oportunidad de usar la marca registrada y el logo de Pueblos Mágicos de España, que supone un distintivo de notorio prestigio.
Un campo de lavanda y un castillo inimitable
El primero de los pueblos mágicos que aparece de Valladolid es Tiedra, una población de en torno a 300 habitantes y a unos 60 kilómetros de la capital de provincia. Si hay algo que caracteriza el encanto de este pueblo son, por encima de todo, los campos de lavanda en flor y su castillo.
Desde la asociación destacan a Tiedra por contar con unos servicios al visitante "sobresalientes", además de remarcar que se trata de un típico pueblo castellano donde todavía permanecen vivas las tradiciones y hacer especial mención a su amplio y rico patrimonio cultural. El pueblo vallisoletano también es famoso por su centro astronómico y el municipio ha jugado un papel importante en la inestable frontera que dividió a los reinos de León y Castilla.
Su origen se remonta a 2.600 años atrás, viviendo su mayor esplendor y crecimiento a partir del siglo XIII, cuando el rey le otorgó una serie de privilegios. En tu visita también podrás disfrutar a través gracias a sus dulces tradicionales como los hojaldres y mantecadas o la miel local.
Cuna de la Ribera del Duero y una plaza única
El segundo de los pueblos es Peñafiel, cuna de la Ribera del Duero y famoso por su mítica, espectacular y única Plaza del Coso, declarada Bien de Interés Cultural en 1999. Pero no son solos sus vinos y su corazón neurálgico sus únicos atractivos, ya que está coronado por un magnífico castillo del siglo X, Monumento Nacional desde 197, que embellece las vistas de todo el entorno.
Es, precisamente aquí, en el castillo, donde se ubica el Museo Provincial del Vino, una oportunidad de oro para conocer de la historia de los mejores caldos de la zona, reconocidos a nivel mundial.
Enclavado en una maravilla natural
Por último, nos encontramos a Castronuño. En sus orígenes nació como núcleo militar para la defensa del río Duero, dado que se aprovechaba el meandro que el cauce hace en esta zona. Fue Núño Pérez quien impulsó la creación de este municipio y de ahí viene su nombre.
Enclavado en pleno corazón de la Reserva Natural Riberas de Castronuño-Vega del Duero, supone uno de los principales destinos turísticos de la Comunidad. Su principal atractivo es la naturaleza, pero tiene otras joyas como la iglesia de Santa María del Castillo, bodegas y una sabrosa gastronomía popular.
Pueblos Mágicos destaca, eso sí, la reserva, que con 8.400 hectáreas es el único espacio de la provincia que está dentro de la Red de Espacios Naturales. Cuenta con una amplísima fauna, tanto acuática como aves, y flora, con especies vegetales como el carrizal, la encina o los chopos.
Tres opciones para disfrutar de su magia en la provincia de Valladolid que, con sus virtudes y atractivos, serán capaces de encandilar, enamorar y acoger a los visitantes, siempre bien recibidos.