En el barrio vallisoletano de Parquesol, uno de sus colegios viene sufriendo, desde hace algo más de siete años, una oleada de robos que les ha provocado que se instauren en una sensación de "indefensión". El último ha ocurrido en la madrugada de este pasado miércoles, donde los asaltantes han sustraído material informático y han causado destrozos por valor de unos 11.000 euros.
EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León ha podido ponerse en contacto con David Sánchez, docente del CEIP Marina Escobar, el centro donde vienen sufriendo esta situación. Es el propio profesor quien reclama a la Junta de Castilla y León y al Ayuntamiento de Valladolid que tomen "cartas en el asunto".
Desde hace unos siete años, los asaltos se vienen produciendo un "par de veces al año". El último, como ya se ha indicado antes, sucedió en la madrugada del martes al miércoles pasado. Además, fue con susto incluido, ya que, según cuenta el docente a este periódico, la trabajadora de madrugadores escuchó unos ruidos extraños cuando fue a entrar.
"Salió corriendo y llamó a la Policía", explica David, que seguidamente matiza que esto puede indicar que los ladrones todavía estuvieran en el interior en esos momentos. Tablets, ordenadores y unas gafas de realidad virtual. Eso es lo que se llevaron los ladrones, que también causaron destrozos en la puerta y reventaron la alarma antigua del colegio. En total, sumando lo sustraído a los daños, se alcanza un valor estimado por el centro de unos 11.000 euros.
"Nos duele tener que contar estas cosas, pero creemos que es fundamental que se vea para que los centros escolares sean entornos seguros para los niños. Ahora mismo es desagradable para los docentes que tratamos de llevar a cabo proyectos y nos cuesta un montón conseguir material", reconoce.
En esta línea, explica que los centros de primaria no tienen autonomía para adquirir material por la Ley de Gestión Económica de 1993 que se lo impide. "Incluso queriendo proteger el dinero público y el material de los contribuyendo vemos que hay una dejadez por parte de la administración bastante considerable", lamenta.
Sánchez relata que la Policía les ha recomendado implementar algunas medidas disuasorias como una alarma o luces, pero que estas "no se aplican" porque Ayuntamiento y Junta "no se ponen de acuerdo". "Al Consistorio se lo hemos dicho en repetidas ocasiones, con informes, pero no ponen cartas en el asunto", sentencia.