Nadie se resiste a un buen postre, y mucho menos si es una tarta de queso. Sería un pecado irte del sitio en el que has comido tan bien sin llevarte un final dulce. Y es que casi nadie lo hace. Todos dejan un pequeño hueco en el estómago, por muy llenos que estén, para probar las delicias que se elaboran en cada establecimiento.

La tarta de queso se ha convertido en uno de los postres por excelencia. Y no es para menos porque está deliciosa en todos sus formatos y acompañada de cualquier ingrediente: al horno, fría, con mermelada, helado, canela, sirope…

Sin embargo, siempre hay una que destaca por encima del resto. En este caso es la que se elabora en Mélida Wines, un restaurante ubicado en la localidad vallisoletana de Mélida, perteneciente a Peñafiel, que cuenta con menos de 30 habitantes.

Silvia Herrera es la dueña y sus manos son las que han creado la mejor tarta de queso de Valladolid, tal y como le ha reconocido la Diputación a través de unos premios. Pero ¿cuál es su secreto? Pues bien, además del cariño que le ha puesto, es que ha decidido juntar dos postres que son una delicia para el paladar.

Por un lado, está la tradicional tarta de queso y, por el otro, la baklava. Quizá muchos desconozcan este segundo postre ya que no es muy habitual encontrarlo en los restaurantes. Se trata de un pastel elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas, distribuida en una masa filo y bañado en almíbar o jarabe de miel. La realidad es que existen diversas variedades a la hora de realizarlo y fue de los dulces más populares de la gastronomía otomana.

En su caso, lleva frutos secos, masa filo y sirope. Por la parte de la tarta, el ingrediente estrella es el queso de flor de esgueva, perteneciente a Peñafiel. “La mezcla de las dos cosas está exquisita”, reconoce la autora de este postre en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

Una delicia que ha hecho, especialmente, para el “concurso” y que lleva dos semanas ofreciendo en el restaurante. “La tarta de queso a todo el mundo le encanta y la blakava estuve un tiempo haciéndolo y a la gente le gustaba mucho. Es un éxito”, afirma.

Y es que el galardón es mucho más que eso, permite poner a este restaurante “en el mapa” y que la gente les “conozca”. Abrieron las puertas en 2020, en plena pandemia: “Un “desastre”. Unos primeros años que no han sido nada fáciles, pero no les hace perder la ilusión por un negocio de lo más completo: restaurante, bodega y alojamiento.

“¿Cómo vas a tener antojo de comer nuestros productos si no sabes que existimos?”, se pregunta, a la par que responde que animan a todo el mundo “a hacer una visita en la bodega y comer o cenar en el restaurante”. Una experiencia que se convertirá en inolvidable.

De postre, como no puede ser de otra forma, este manjar elaborado al horno y con productos típicos de la zona. “Es muy dulce, una explosión de sabor. A la gente le ha gustado mucho”, finaliza.